BUCKY BARNES-ONE SHOTS. |EN EDICIÓN|

14. |𝑩𝒖𝒄𝒌𝒚 𝑩𝒂𝒓𝒏𝒆𝒔|

Un mareo me invadió y retrocedí dos pasos.

— ¿Estás bien? ¿Te golpeé muy fuerte? — Steve me miró preocupado y negué con la cabeza. 

— No sé qué... — Una extraña sensación se alojó en mi boca y corrí rápidamente al baño más cercano, todo mi desayuno terminó en el retrete, miré con asco el contenido de éste y me dieron más ganas de vomitar.

— ¿Nena? ¿Estás bien? — La voz de Bucky se escuchó detrás de mí

— ¡Sal de aquí, Bucky! — Exclamé avergonzada, no quería que mi novio me viera en este estado.

— No me iré a ninguna parte. — Seguía con mi rostro en el retrete, con mi mano busqué la palanca, una vez que la hallé la bajé, y el agua se llevó todo lo que había vomitado.

Me levanté con el cuerpo débil, y un terrible dolor de garganta me invadió. Me giré y miré a Bucky, en su rostro podía notar la preocupación.

— Estoy bien, cariño. — Le dije tranquilizandolo y pasando a un lado de el y abrí la llave del lavamanos.

— ¿Segura? ¿Por qué no vamos al laboratorio de Banner a hacerte unos análisis? — Sentí su mano humana acariciarme la espalda mientras enjuagaba mi boca con agua. Cerré la llave y me giré para mirarlo.

— No es necesario, ya sabes cómo me pongo cuando me alimento de cosas cítricas. — Hice una mueca.

— Sí, lo sé. — Se acercó a besar mis labios pero corrí mi rostro a otro lado y sus labios se pegaron a mi mejilla.

— Acabo de vomitar, cielo. — Le recordé pero hizo caso omiso y tomó mis mejillas.— ¡Bucky, no! — Por más que me esforcé para que no me besara, terminó plantando un beso en mis labios. 

— ¿Ves? No me pasó nada. —Bromeó y tomó mi mano para salir del sanitario.

(...)

— ¡Te has comido medio pastel tu sola, ________! — me regañó Stark.

— Silencio, hombre de hojalata. — Rodé los ojos.

— ¿No te parece raro ese cambio repentino de querer comerte el mundo, ________? — Cuestionó Natasha con curiosidad bebiendo un poco de soda.

— Nop. — Me encogí de hombros y un olor se coló en mis fosas nasales.— ¿Eso es pizza? — Dije buscando con la mirada aquél delicioso olor.

— Así es, pero lo siento, _________. Es sólo mía.— Miré a Sam entrando con una caja de pizza en las manos.

— Sólo un poco, Sam. — supliqué con mis mejillas un poco infladas por el pastel.

— No, lo siento.

— Bucky, dile algo. — Miré a James y jalé ligeramente su camisa.

— Lo siento, nena. — Me crucé de brazos y por un momento sentí unas inmensas ganas de llorar.

— Espera, ¿Estás llorando? — Sam se sentó frente a mi y me observó estupefacto. 

Bucky se inclinó para observar mi rostro y yo giré mi cabeza para que no me mirara haciendo un berrinche. 

— Disfruta tu pizza, Wilson. — me levanté de la mesa y caminé a mi habitación. 

Entré a mi habitación y cerré la puerta, me acosté boca abajo en mi cama y cerré los ojos. Minutos después mi puerta se abrió y luego se cerró. Sentí el colchón hundirse a mi lado.

— __________, ¿Qué te sucede? Has estado muy extraña estos días. 

— Estoy bien, ¿Sí? — Dije irritada.