Logan

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PoV Ingrid

Los exámenes finales se acercaban a un ritmo alarmante, y a pesar de que llevaba todo al día, el agobio de siempre de no ser suficiente me empezaba a calar entre los huesos. Después de la discusión tonta y del enfado de María, por mi culpa, tenía que empezar a tener cuidado de qué hablaba y con quién. A pesar de que Lexie fue la única que llegó a meterse en la conversación, pude ver en los ojos de algunas chicas del grupo el odio receloso de estar hablando de Erin.

Debía admitir que el muchacho era guapo, que el pelo semilargo le sentaba bien, y que las pecas, cuando les daba la luz de la mañana, le quedaban muy graciosas. Incluso eché en falta, solo que no lo admitiría en voz alta, cuando no vino a clase porque se puso malo. Pero también había otros chicos. Logan era muy atento y su aspecto gimnástico resultaba bastante atractivo, Carlos tenía una sonrisa resplandeciente. Pero en fin.

El fin de semana se hizo de rogar, y aunque este fin de semana las chicas iban a quedar, el recordar sus miradas me hizo pensármelo bastante, hasta que sucumbí, no me apetecía quedarme en casa sin hacer nada.

Sus miradas eran como siempre, al igual que sus risas. Parecía que habían olvidado por completo lo que pasó aquel día. Y como siempre, se habló de mil y un temas diferentes, siempre entre risas y bromas. Qué tonta soy, pensé, ¿cómo he podido que me podían repudiar por esa estúpida conversación? La vibración del móvil en mis pantalones me sacó de mis ensoñaciones. Un mensaje. Mi cara debió de ser un cuadro porque rápidamente la conversación pasó a centrarse en mí.

-¿Quién es, pillina?- Grace me lanzó una mirada cómplice.

-Solo es Logan, preguntándome si al final he salido con vosotras o si estoy libre.-hice un amago de guardar el móvil, si no contestaba, supongo que entendería que sí que había salido.

-Solo, dice. Eh, espera, no guardes el móvil –me detuvo Sara. -¿Por qué no ves qué quiere?

Un coro la secundó, no tuve más remedio que volver a sacar el móvil y ante la atenta mirada de todas, como si fuese un experimento, contestarle. Su respuesta no se hizo esperar.

-Dile que sí, tía.

-Pero, estoy con vosotras, ¿cómo le voy a decir que sí a salir ahora con él?

Intenté ganarme la complicidad de María, pero esta solo sonrió con malicia, como si tramase algo.

-Logan es un buen chico, un poco cabeza hueca, pero un buen chico-me afirmó.

-Bueno, entonces, ¿qué le digo?-suspiré.

-Pues que ahora mismo vas.

Eran las 9 y 18, pero Logan ya se encontraba allí. Guardaba sus manos en los bolsillos de la sudadera, como si estuviese nervioso.

-Hey -le saludé cuando llegué a su lado.

-Hey –respondió con una sonrisa.

Mis nervios se fueron calmando cuando vi que seguía siendo el mismo chico de siempre, atento, gracioso y hablador, y no el conquistador que me habían hecho creer que sería esta noche. ¿Cómo iba a estar Logan enamorado de mí? Qué tontería.

La noche fue agradable, y el abrazo que me dio cuando me despedí de él en la puerta de mi casa, puesto que se empeñó en no dejarme sola, mejor aún.

DestinyWhere stories live. Discover now