¿Qué esta pasando?

12 0 0
                                    

Pov Ingrid:

'Eh, ¿qué acaba de pasar entre vosotros?'. Doblé el papel con la nota y la deslicé por la mesa hasta que estaba por rozar los dedos de Logan. Él se resistía a mirarla, y tenía un aire aburrido en su rostro. Finalmente no pudo resistirse y tras mirarme escribió algo. Abrí el papelito. 'Nada'. Suspiré. 'A mí no me pareció nada. Puedes contármelo, soy una tumba.' Le sonreí mientras se lo pasaba, y eso pareció animarle un poco. Suspiró al abrir el papel y pensó en su respuesta mientras movía el bolígrafo de arriba abajo. 'Nada, es solo que Erin es un cabrón.' Le miré interrogante mientras le devolvía el papel. Nunca pensé que aquel par pudiese enfadarse de aquella manera. Definitivamente, tendría que hablar también con Erin. 'Tranquila Ingrid, solo son cosas nuestras.' Logan era un hueso duro de roer. 'Logan...' Él tan solo se guardó el papel, poniendo fin a la conversación.

La hora se hizo eternísima, y en cuanto el profesor salió por la puerta, Logan se esfumó también. María, que tampoco había dejado de darle vueltas al asunto, se sentó a mi lado.

-¿Ha soltado prenda?

Erin se giró con preocupación en el rostro, buscando sin éxito a Logan.

-¿Se ha ido? ¿Te ha dicho a dónde?

-Sí, se ha ido, y no, no ha dicho ni una palabra de a dónde va...-me giré hacia María para contestar su primera pregunta.- Se ha resistido hasta para mirar las notas que le mandaba. Estaba muy raro.

Erin se levantó de su sitio, dispuesto a buscar por todos los rincones a su amigo, pero antes siquiera de poder pasar a Kenzo, el siguiente profesor entró por la puerta, seguido de un serio Logan. María se levantó y dejó pasar a Logan.

-Tenemos que hablar-susurró Erin.

Logan solo desvió la mirada.

Cuando sonó el timbre para el recreo, Logan se volvió a ir rápidamente, al pobre Erin siquiera le dio tiempo de ver como salía.

-Bueno, nos vemos luego chicas.

María me esperó a que recogiese las cosas, con semblante serio.

-¿Quieres ir con ellos?

Mi pregunta le sobresaltó, estaba por completo perdida en sus pensamientos.

-No, son cosas suyas, hasta ahora a mí aún no me ha dicho que soy una cabrona.

Bajamos juntas al patio. Hoy hacía un día de perros, el viento soplaba fuerte y me revolvía el pelo. La media hora que duraba se hizo horrible, el frío ya se había instalado en mis huesos. Agradecimos cuando la campana sonó y subimos frotando nuestras manos para hacer que entrasen en calor.

-Nunca pensé que me alegraría tanto de volver a clase –comentó María.

La gente iba entrando en clase, tranquila. Logan llegó antes que Erin, que al parecer se había pasado todo el recreo buscándolo sin encontrarlo.

-¿Puedes esperarme a la salida Logan? Me gustaría hablar contigo. –la cara de Erin había pasado de la preocupación a una de frustración.

-No tengo nada que hablar contigo.

-Dios mío, Logan, pareces un crío ahora mismo. Es que ni siquiera me has dicho que pasa.

Logan se levantó con energía de la silla, pero la profesora de inglés llegó justo en ese momento, por lo que tan pronto como se había levantado, volvió a sentarse.

Dieron las dos y cuarto y tal y como Logan dijo, se fue sin mirar a Erin.

-Oye-toqué su hombro suavemente. -¿estás bien?

-No, no sé qué cojones le pasa. Nunca había hecho algo así, y que no ponga nada de su parte no ayuda.

Se colocó la mochila en el hombro y suspirando se despidió.

Ya en casa, después de comer, me puse a hacer cosas de clase. No podía dejar de pensar en ellos, pero tan solo pensando no iba a solucionar nada. Cogí la agenda y pasé las hojas rápidamente hasta la fecha de hoy, pero algo me llamó la atención. Pasé cuidadosamente las hojas hacia atrás, y efectivamente, ahí había cosas que yo no había escrito.

Cogí rápidamente el teléfono y le escribí a María.

'Oye, ¿te suena si alguien ha estado cerca de mi sitio hoy?'

'Yo, ¿por?'

'No me refería a ti, lo tuyo ya lo sabía. Bah, no es nada. Gracias!'

Escribí también a Logan, a pesar de que había estado muy ausente hoy, quizá había visto algo.

'No, ¿por qué? ¿Te falta algo?'

'Oh, no, no, tranquilo, no me falta nada. Son estupideces mías'.

Repasé las hojas. 'Eres una zorra' 'Mala amiga' 'Aprovechada'. Eran de las cosas que se podían leer entre las páginas. Cerré la agenda, se me habían quitado las ganas de hacer cualquier cosa.

A la mañana siguiente, Logan seguía sin dirigirle la palabra a Erin, al que se le veía molesto. Y durante el recreo, volvió a pasar igual. Logan se fue antes y Erin parecía que no tenía ganas de nada. Esta vez, decidí bajar la mochila y todas mis cosas conmigo, así me ahorraba esos comentarios de nuevo. Pero cuando llegué a mi sitio, lo de hoy fue incluso peor. Cuando fui a poner las cosas bajo la mesa, algo pegajoso y húmedo me tocó los dedos. El asco que me dio fue tan palpable que hasta Logan, que parecía pasar de todo, me miró extrañado.

Aquella misma tarde lloré de la frustración. ¿Qué había hecho yo?

DestinyWhere stories live. Discover now