Capítulo 1 | Rebecca

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‹‹Rebecca›

Abro la puerta del armario para usar el espejo. Me quedo frente a él y empiezo con mi tarea de abrocharme la camisa. Mi uniforme de trabajo. Al terminar observo mi reflejo e instintivamente me llevo la mano derecha detrás de mi muslo derecho, y trazo con mi dedo índice las líneas que se encuentran debajo del pantalón negro.

Al darme cuenta de lo que estoy haciendo quito rápidamente mi mano y la entrelazo con la otra en mi pecho y me quedo quieta en mi lugar.

"Ya no pienses más en eso"

"Nadie se ha dado cuenta"

"Nadie más lo sabrá"

Digo mentalmente.

Tomo mis cosas y mi bolso, y después de eso me encamino hacia la salida de mi pequeño apartamento.

Bajo los escalones que dan a la acera, al llegar me detengo. Inclino la cabeza hacia atrás y observo el edificio que está en frente de mi. El edificio en el que ahora vivo. Despego mi vista de él. Y me encamino nuevamente para dirigirme al hotel. A mi lugar de trabajo.

Por ahora no tengo coche, pero eso no me importa cuando puedo ir a pie y llegar a tiempo.

Tuve que salir tres días, a buscar trabajo. En el último día ya me había rendido. Solo me faltaba ir a un hotel con un puesto de recepcionista. Algo que no me había entusiasmado mucho. Había escuchado que trabajar como recepcionista te quitaba mucho tiempo. Hasta trabajar prácticamente todo el día y los fines de semana.

Durante mi entrevista, me preguntaron sobre mi experiencia laboral, contesté; que había trabajado durante tres años como secretaria y asistente personal para el dueño de una revista de finanzas.

También me dijeron que contaban con trabajadores de tiempo parcial. Si tendría problemas de salud o asuntos personales, ellos se encargarían de ocupar mi puesto durante el tiempo que me ausente. Que no era necesario trabajar todos los días de la semana y que serían solo ocho horas de trabajo. Los sábados, solo hasta a las dos de la tarde. Los domingos serían mis días de descanso.

Un milagro.

Bueno, no. Pero como ser humano necesito mis días de descanso. Y me alegré poder tenerlos. Por eso acepté. Bueno también porque era la última entrevista que me quedaba, y ya llevaba días sin encontrar trabajo.

Ya llevo una semana de trabajar y me alegro por eso.

Está debería de ser mi primer semana pero en la universidad.

Pero bueno...

He dicho que solo estaré aquí por un año y luego volveré, y a retomar lo que dejé inconcluso.

Me detengo en frente del edificio Red.

Todos los días en los que he estado aquí me he sentido nerviosa.

"Tranquila todo irá bien" digo para mis adentros.

Tomo una inspiración profunda y me dirijo hacia el interior.

Doy unos cuantos pasos y, visualizo a Peter, el gerente del hotel. Quien camina en dirección contraria, hasta que se detiene y segundos después se percata de mi presencia. Camino un poco más y me detengo a centímetros de él.

-Rebecca -me saluda a la vez que me tiende la mano.

-Peter -digo y nos estrechamos la mano.

-Que puntual -comenta-. Eso me gusta.

-Gracias.

-Acompáñeme.

Dicho eso, lo sigo. Caminamos por un largo pasillo. Después de dar unos pasos más... Ya me doy una idea de hacia donde nos dirigimos. Nos detenemos en frente de una puerta, lo abre, me deja pasar seguida de él. Es su oficina. Donde anteriormente me había entrevistado. Él se dirige hasta el fondo, toma una silla giratoria y se sienta en él, frente al escritorio. Me señala otra silla igual a la de él, que se encuentra a unos pasos de mí. Me acerco y tomo asiento.

NO ME DEJES IR © COMPLETA✅Where stories live. Discover now