Capítulo 5 | Rebecca

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‹‹Rebecca›

-¿No vamos a ir? -vuelve a preguntar Jhulie.

-No -contesto.

Porque realmente no quiero ir. Y hoy necesito dormir temprano, ayer me desvelé arreglando unos papeles que me pidió Gabo.

-Pero hoy es sábado -Insiste.

-¿Y?

-¿No quieres recuperar tu uniforme? -continúa-, la necesitas.

-Sí, ya sé.

Claro que quiero recuperarla, no me gusta la idea de que un desconocido la tenga. Pero... ¿y si ya no lo tiene? ¿La habrá tirado? ¿La habrá visto? ¡Claro que lo ha visto! ¡Lo dejé en su coche! Bueno, lo olvidé. ¿Qué habrá hecho con ella? Seguro ni le habrá importado.

Y es cierto que la necesito.

Dios... ¿por qué se me olvidó?

He de admitir que desde esa noche, no he podido dejar de pensar en Andrew. Él constantemente aparece en mi mente.

Y sé que es algo que no debería de hacer, pero no puedo evitarlo.
No puedo evitar que las imágenes aparezcan y se reproduzcan en mi mente...

La forma en que sus ojos me habían observado. Sus labios, sus labios...

¡No pienses en sus labios!

-Debiste de invitar a Andrew a tu departamento y follar con él -comenta mi amiga con una mezcla de picardía.

-Lo hiciste a propósito, ¿verdad? -le reprocho.

-Mmmm supongo -se encoge de hombros.

-¿Es en serio? -la miro, entornando los ojos.

-¡¿Qué?! -Alza las manos. Como si yo le estuviera apuntando con un arma. Pero la sonrisa aparece en su rostro, mostrándose divertida- ¿no me digas que nunca has follado? A veces es bueno sentir placer ¿sabías que mientras follas hacer ejercicio? ¡Nena, de lo que te pierdes!

Niego con la cabeza, por las cosas que dice.

-¡Joder, Jhulie! ¿Puedes cerrar esa boca?

-¡¿Qué?! Sé que le gustas y a ti también te gusta -sin que me diera tiempo a rebatir agregó-: Y no digas que no.

-Claro que no.

-Sí, ajá. Voy hacer como que te creo.

Pero no, ella no podía quedarse callada y siguió con su parloteo-: Te hace falta un hombre en tu vida -me guiña un ojo-, que te haga sentir placer, desear...

-¡Ya basta! -grito interrumpiéndola, pero la sonrisa gana, y aparece en mi rostro-. No necesito nada de eso.

-¡Por dios! ¿Nunca tuviste novio o qué?

Y fue como darme una bofetada. Un golpe en el estómago.

Estoy rígida en mi lugar, por la pregunta que hizo.

Trago saliva con dificultad.

Los recuerdos vuelven, en cuestión de segundos. Esos jodidos recuerdos, que por más que he tratado de olvidar, no he logrado conseguir.

Y el recuerdo de ese día. La recuerdo perfectamente como si hubiese sido ayer.

Trato de ahuyentarlos desviando la mirada hasta las flores rojas de clavel que adornan el vestíbulo. Hoy están hermosas.

Pero me es imposible y mi cabeza ya está en ese espacio, en esa habitación.

"Me das asco" escucho. Y las lágrimas se agolpan en mis ojos. "Y para que lo sepas, lo único que quería, era tener sexo contigo. Pero hasta las ganas se me quitaron con eso que tienes..." Unas cuantas lágrimas se deslizan por mis mejillas. "De nada te sirve ser bonita... Te imaginas, que todos lo sepan" La carcajada que escucho después de esas palabras, me torturan de una manera atroz.

NO ME DEJES IR © COMPLETA✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora