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Capítulo 42 | Andrew

‹‹Andrew››

Cuatro meses después.

—¿De qué estas hablando, Rebecca? —le pregunto, confuso, incrédulo ante lo que acaba de decirme.

—Te mentí —repite, pero rápidamente agrega—: bueno no te mentí, te oculté la verdad... —me mira con un gesto de disculpa y arrepentimiento.

—¿Qué verdad? —inquiero. No la entiendo. No entiendo de qué mierda esta hablando.

—Y-Yo recordé todo d-desde el día en que estabamos en el hospital. C-cuando el doctor nos dijo que solo tenía hinch...

—Haber, espera —la corto—. Haber si entendí. ¿Recuerdas perfectamente todo? —asiente—. ¿Desde hace cuatro meses?

—Si —susurra.

—¿Por qué? —me levanto del sofá de la sala. No puedo creerlo, después de que todo iba bien. Después de que la he tratado con cariño y amor. Haciendo que ella se vuelva a enamorar de mí—. ¿Por qué mierda no me dijiste nada? —no quiero enojarme con ella. No. Quiero una maldita respuesta, pero lo único que hace es sólo mirarme—. Rebecca, habla de una vez.

Las lágrimas se acumulan en sus ojos. "Contrólate", me digo.

—T-tenía miedo, y tengo miedo.

¿Cómo?

—¿Miedo?, ¿de qué?, o ¿por qué?

—Andrew, lo que me pasó no fue un accidente, me atropellaron a propósito.

—¡¿Qué?!

—¿Quién? ¿Recuerdas quién?

—Por favor, no, no hagas algo de lo que te puedas...

—¡¿Quién maldita sea?! —la interrupo, alzando la voz y se sobresalta.

—T-tu, t-tu mama.

"Tu mamá".

Estoy atónito.

No... Eso no puedes ser... Mi mamá, no... Sé que no muestra interés en mí, pero tratar de asesinar a Rebecca, ¿realmente fue capaz de hacerlo?...

—¿Estás segura? —le pregunto. Pero recuerdo las pocas veces que vino con mi papá. Y las preguntas que me hacía, cómo: ¿en verdad no recuerda nada?, o ¿va a recordar?

—Sí.

¿Qué mierda le pasa a esa mujer? Pensé que solo no me quería, pero ¿tratar de asesinar al amor de mi vida...? ¿A la mujer que amo? ¿Mi felicidad?

Observo a Rebecca. Lágrimas se le deslizan por las mejillas y solloza. Me acerco a ella y la envuelvo con mis brazos.

—Lo siento… Rebecca… lo siento tanto… —la tomo de las mejillas—. Cariño...

—Amor, no tienes la culpa —susurra—. Ahora solo abrázame —pide.

Le hago caso. Pero esto lo tengo que arreglar ahora mismo.

**

—Andrew, no.

Después de calmar a Rebecca y decirle que ya no llore más. Ahora trata de detenerme para que no vaya a casa de mis papás. No obstante, estoy a unos pasos de salir de nuestro departamento.

Cuando abro la puerta con rapidez, veo a mi papá con una mano alzada. Trata de sonreír, pero luego frunce un poco el ceño.