Capítulo 17 | Rebecca

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‹‹Rebecca››

El tráfico hizo de las suyas, pero logré llegar sin mucha demora. Y estoy a escasos pasos de la puerta del departamento de Andrew.

Estoy rogando internamente a que se encuentre adentro. Ya que ha dejado caer la llave de su coche en mi departamento. Y existe la posibilidad de que se haya tardado, o… que se haya ido a otra parte.

Me detengo en frente de la puerta. Alzo la mano derecha y con mis nudillos toco la puerta. Aguardo por unos segundos y, no obtengo respuesta alguna.

Por favor que esté adentro.

Lo hago de nuevo, pero tampoco hay respuesta.

Entonces, comienzo a aporrear la puerta.

Y, nada.

Sigo insistiendo, con todas mis fuerzas. Ahora ya con ambas manos.

No está aquí...

Me detengo.  Estoy apunto de pirarme. Cuando, la puerta se abre.

—¿Qué haces aquí? —Andrew pregunta, y se nota en el tono de su voz que está molesto.

Y me siento mal por eso. No quiero que esté enojado conmigo.

—Andrew, yo… —digo. Quiero pedirle disculpas. Quiero contarle de mis miedos y decirle, que tengo una cicatriz horrible y horrenda, pero soy incapaz de proseguir.

Entonces, lo observo. Tiene el torso desnudo. Está descalzo. Solo está vistiendo su pantalón. Y sostiene un vaso con… espera, ¿está bebiendo alcohol?

—¿Estás bebiendo?  —inquiero, mirándolo a los ojos.

—Sí —contesta, frunciendo el ceño. Y observa el vaso durante unos segundos.

—Me dijiste que no bebías —le reprocho.

—Y no lo hacía, pero... supongo que siempre hay una primera vez.

“Esta bebiendo por tu culpa” pienso.

—Yo...

—Creí que no querías… verme —dice—. Me corriste de tu departamento —me reprocha.

—Lo siento… lo siento, Andrew… no debí, no debí de reaccionar así... —bajo el rostro—. Yo lo siento muchísimo ¿es por mí? ¿Esto es mi culpa...? —murmuro, cuando alzo de nuevo el rostro.

—¿Qué? —pregunta, pero se inclina rápidamente, para dejar el vaso en el suelo y se acerca, y me toma de los hombros para envolverme en un abrazo. Abrumada y apenada. Tardo unos segundos en reaccionar y entonces me aferro a su espalda baja—. Sshhh, Tranquila —susurra cerca de mi oreja y deposita un beso en mi cabeza por encima de mi cabello—. No pasa nada.

—¿Soy la causante de que estés bebiendo?

—No, no. Claro que no. Es… por todo —dice, pero no entiendo qué es todo. Me aparto un poco para observarlo, pero no dice nada más.

—Yo… tengo algo que decirte —es mi turno de hablar, después de unos minutos de silencio.

Asiente—: de acuerdo.

Se hace a un lado para dejarme entrar. Camino hacia el interior. Él cierra la puerta y yo sigo mi camino hasta la sala. Pero antes de llegar, me percato de que en el suelo, hay restos de vaso roto; hechos añicos y parte de la pared del corredor está mojada

NO ME DEJES IR © COMPLETA✅Where stories live. Discover now