NO ME DEJES IR © COMPLETA✅

Capítulo 25 | Rebecca

Antes de la tragedia xd

‹‹Rebecca››

—¡Ya llegué! —grito al llegar.

—¡Estoy en la cocina! —Andrew grita de vuelta.

Me encamino en dirección a la cocina. Hace rato Andrew me llamó y prácticamente me ordenó que en cuanto saliera del trabajo viniera directamente al departamento. Y, además, ¿a dónde iría?

Dejo mi bolso en el suelo del pasillo, llegó a la puerta de la cocina y lo veo detrás de la barra de desayuno. La sonrisa aparece en mi rostro, Andrew al alzar el rostro me ve y también sonríe. 

—Llegas justo a tiempo —dice.

—¿Preparaste la comida? ¿Qué hiciste? —le pregunto, al ver los trastos usados.

—Me gusta la pasta, así que preparé pasta —me guiña un ojo.

—Esta bien —me detengo en frente de la barra. Lo tomo de las mejillas, acerco mi rostro al suyo para comenzar a besarlo.

—Extrañaba esto —dice, unos segundos después de separarnos. Sonrío al escucharlo decir eso—. ¿Tienes hambre?

—Pues… quería ducharme, pero sí, tengo hambre. 

—¿Te sirvo?

—Por favor —rodeo la barra, para ir a lavarme las manos.

**

Minutos después en el comedor.

—Entonces, ¿te vas esta noche? —le pregunto, a lo que creo que son, un par de minutos después, de haberme contado que irá de viaje con Thomas por asuntos de trabajo.

—Ajá —murmura, sin animo, porque también me dijo que no quiere ir.

Dejo el utensilio en el plato, y alzo la vista.

—Te voy a extrañar —le digo, con un ligero puchero.

Andrew posa su mano por encima de la mía.

—Podríamos arreglar eso —comenta.

—¿Cómo?

¡No! Que no sea lo que estoy pensado...

—Puedes venir conmigo —sugiere.

—¡Andrew! —medio chillo—, no, no. Sabes que no aceptaré.

—No perdía nada con intentarlo —frunce un poco los labios.

—Serían días consecutivos y así no puedo faltar. ¿Qué dirán de mí? Te olvidas que ya he faltado un par de veces solo por estar de floja. No, definitivamente, no —termino con una negativa de cabeza.

Andrew abre la boca, pero la cierra porque se queda sin argumentos. Así que, sin poder resistirme más, me levanto de mi silla. Y me detengo a un lado de él. Corre su silla hacia atrás, y yo no pierdo tiempo en sentarme a horcajadas encima de su regazo. Escondo mi rostro en el hueco de su cuello y lo abrazo con todas mis fuerzas a la vez que aspiro su aroma varonil. Andrew me rodea la cintura.

Y, por un momento, quisiera retractarme y decirle que acepto irme con él, pero, me pesa el qué dirán de mí en el trabajo, ya que, aunque traté de ocultárselo a Peter, igual terminó enterándose por mi propia boca, del porqué había faltado al trabajo, porque pues, no soy muy buena ocultando cosas.