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𝚂𝚊𝚋𝚊𝚍𝚘 22 𝚍𝚎 𝚏𝚎𝚋𝚛𝚎𝚛𝚘 𝚍𝚎𝚕 2019

𝒞ℯ𝓁𝒾𝓃𝒶

- ¿Vos le escribiste?- Le pregunto a Carolina mientras comía una de las papas fritas que había pedido.

- Si, le escribí algo medio así nomás, si hoy lo vamos a ir a ver- Me dice y yo asiento- ¿Todo bien vos?- Me pregunta ella.

- Si- Asiento.

Realmente no me siento bien, pero, no me da la cara como para decirle que no, siento que si yo le digo que no estoy bien, es como que estoy obligándola a que me pregunte que me tiene mal.

- ¿Segura?- Vuelve a preguntar y yo asiento- Te conozco como si fueses mi amiga hace más de diez años- Es imposible poder mentirle a Carolina, que bronca- ¿Qué te pasa?- Repregunta. Yo suspiro cansada.

- Creo que es la época, o la estación, o tal vez la luna está en alguna posición que desconozco y me tiene así de sensible- Le digo y ella asiente.

- Sí, echale la culpa a la posición de la luna- Dice mientras hace montoncito con las manos y niega con la cabeza.

- No se amiga- Comento rendida- Me pinta a veces acordarme de mis viejos y eso- Comento- Y no se, es horrible que tus viejos no te quieran ver- Le digo y ella asiente- Es horrible que no puedas compartir tus logros, ya sean grandes o chicos, que hace ocho años, capaz más, no te digan "Feliz cumpleaños" "Feliz navidad" o "Feliz año nuevo"- Le digo con los ojos llorosos- Que hace banda no digas "Feliz día del padre" "Feliz día de la madre" o, "Me voy a comer con mis viejos"- Respiro hondo y seco las lágrimas traviesas que amenazan con salir de mis ojos- Es re feo que no te quieran ver por decisiones que una tomó en el pasado y que ahora se está haciendo cargo de ello- El problema de mis viejos, fue que me haya tomado un año sabático y que quiera ejercer la docencia y no haya estudiado "una carrera buena" (Según el ojo de mí vieja) cómo la de mis hermanos (uno es cardio cirujano y la otra abogada)- Es como que hay días en los que recreo mil veces el día en el que peleé con mí mamá y mí papá, con mis hermanos estando presentes, y siento que tienen razón- Le digo y levanto la vista de las papas y tengo enfrente a una Carolina negando con la cabeza- Si amiga- Le digo ante la negación de ella- Mira a Josefina- Mí hermana- Terminó la secundaria con diecisiete años, sin llevarse nunca una materia, en el cuadro de honor y destacada como mejor compañera, y se metió a estudiar abogacía, le fue increíble en la carrera a tal punto que con veintidós años, casi veintitrés, ya era abogada. Ahora es una abogada re importante, tiene su propio estudio jurídico, su casa, su esposo, está casada, tiene a sus dos hijos perfectos- Enumero- Y después está Maximiliano, tremendo cirujano, también terminó a tiempo y "como corresponde"- Entrecomillo- Estudio medicina y después se profesionalizó en la cirujía cardíaca, tiene su clínica, su mujer, su hija perfecta también- Vuelvo a decir mientras sumerjo una papa frita en mayonesa- Y después estoy yo, la oveja negra de la familia- Digo, y no es que tenga ganas de victimjzarme es más, nada me importa menos que eso- Repetí dos veces, me llevé siempre materias, terminé con diecinueve años, me tomé un año sabático y elegí la docencia como trabajo para el resto de mí vida, no tengo hijos, no tengo pareja, no tengo una casa propia, no tengo una clínica propia como Maximiliano, ni mí propio estudio jurídico como Josefina- Le digo rendida.

- ¿Pero vos sabes si Josefina y Maximiliano son realmente felices?- Pregunta mí amiga y yo niego.

- Lo único que se, es que los dos son tremendos pajeros pelotudos- Digo y mí amiga rie- Que aparenta una vida perfecta con su familia y trabajo perfecto, cuando en realidad cuál de los dos más careta- Comento indignada.

- Y bueno- Dice mí amiga- ¿Vos sos feliz?- Pregunta y mi instinto es negar.

- ¿Si?- Pregunto luego de pensarlo- No se- Digo después de seguir meditandolo un rato- La docencia no es lo que me apasiona, pero me hace feliz a veces- Le digo y ella asiente.

- ¿Y qué mejor que eso amiga?- Me dice y yo sonrió un poquito- No te quiero volver a escuchar hablar así de vos ¿Estamos?- Me reta y yo empiezo a llorar. Ella al verme así, se levanta y me abraza.

- Te amo mucho- Le digo en el medio del abrazo.

Unos minutos después de que me calmé, empiezo a limpiar mis lágrimas ya medio secas.

- ¿Le compraste el regalo a Enzo?- Dice volviendo al tema del cumpleaños de nuestro amigo.

- No boluda- Digo y sigo limpiando debajo de mis ojos, lamentaba no haberme puesto maquillaje a prueba de agua- Es re difícil elegirle un regalo a Enzo, tiene un gusto re particula...

- SEÑOOOOOO- Grita una vocecita de nena, y miro hacia adelante.

Eva venía corriendo con una bolsa de cartón en la mano. Y atrás de ella, Ignacio que su típica cara de orto, pero bueno, que tenga cara de orto no lo hace menos lindos, es más, desde mi punto de vista, lo hace más lindo de lo que es. Le hago una seña a Caro para que me espere un segundo que saludo a mí alumna y vuelvo con ella.

- Evita- Le digo y me agacho a su altura- ¿Cómo andas linda?- Le digo y ella sonríe más, si es que eso es posible.

- Todo bien seño, ¿Vos?- Me pregunta e Ignacio llega con nosotras.

- ¡Hola!- Me dice él.

- ¿Cómo andas?- Le digo y me paro para darle un beso en la mejilla y como es costumbre ya de él, pone su mano en mí cintura- ¿Qué andás haciendo acá?- Le pregunto a la menor.

- Hoy es el cumple del tío Enzo- Sí, le dice tío a Enzo, imagínense lo bien que se llevan Enzo, Ignacio y Matías, que para los hijos todos son tíos- Y le vinimos a comprar el regalo- Me dice y yo asiento.

- ¿Vas a ir a saludarlo?- Le pregunto y ella aaiente- Bueno, entonces nos veremos ahí- Acoto y se me es inevitable que mis ojos vayan y busquen al padre de mí alumna. Y él, sin ningún tipo de pudor, me esta mirando y cuando nuestros ojos se conectan, me guiña un ojo.

- Chau seño, nos vemos más tarde- Me dice y yo la saludo con la mano e Ignacio no borra la sonrisa de su boca y me guiña nuevamente el ojo.

¿Tendrá un tic?

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feliz año gentuza♥️

más tarde subo otro

Reina ; Nacho ScoccoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora