21.

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Estábamos a mitad de semana y yo no podía esperar a que llegue nuevamente el sábado y volver a juntarnos en la casa de Enzo recuperando las semanas que estuvimos encerrados.

Estaba sola, en la sala de maestros mientras mis alumnos estaban en sus clases especiales, tenía tres horas para corregir cuadernos y boludear hasta que pase el tiempo. Mientras corregía, me escribía con Tobi, organizando bien la salida planeada entre vasos de alcohol, el sábado pasado. Habíamos quedado en que él me venía a buscar acá, a la salida, ya que mí auto estaba en el taller.

Iba el segundo café de la tarde, no quería corregir más... Había extrañado mí trabajo, pero, justo esta parte no. Miro la hora, ya habían terminado la hora de música, ahora tenía que ir con ellos a biblioteca. Últimos cuarenta minutos.

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Como siempre, a la salida, me tenía que quedar a que vengan a retirar a todos mis alumnos. Tobías ya había llegado al lugar y estaba hablando conmigo mientras yo miraba a los nenes, que no corran y no se muevan cerca mío, son mi responsabilidad.

De a poco venían a buscar a todos, pero faltaba que vengan a buscar a Eva y Juan. Medio que ambos se estaban alterando ya que, es normal, y más a esa edad, que creas que se van a olvidar de vos y no te van a venir a buscar.

- Perdón, por esto- le digo a Tobi. Un garronazo tener que bancarse esto.

- No te preocupes gorda- Dice abrazándome. Yo seguía con la vista en los nenes. Hasta que veo que llega un padre, y justamente el que no quería que llegue. Nacho.

Al ver la situación con Tobias, asintió con la cabeza, y yo me tuve que separar del abrazo con Tobi, para despedir a mí alumna.

- Chau bonita- Le digo y ella me da un abrazo- En el cuaderno va tarea para hacer con la familia y un comunicado- Le informo a Nacho. Pero el sin levantar la vista, ni mirarme, se va.

- Chau seño- Dice Evita y se va agitando su mano.

- Que incomodidad- Me dice Tobi.

A los pocos segundos, la mamá de Juan lo viene a buscar. Y al fin nos podemos ir con Tobías a tomar algo por ahí.

- ¿Que onda con Nacho?- Me pregunta- Ya sabes que yo no quiero tener quilombo con mí idolo conchuda- Me dice y yo río.

- Que se yo, nunca tuvimos etiqueta, tipo, no sabía si estábamos en algo, si solamente chapabamos, o posta queríamos intentar algo- Digo y levanto los hombros- Pero no quiero hablar de mi fracaso amoroso, contame vos, ¿Que vos?

- Y...- Suspira- Conocí a un pibe, ¿Viste que le entro a todo yo?- Dice y asiento mientras río. Él me había dicho que era abiertamente bisexual, aunque le atraían un poco más los pibes- Pero no quiero engancharme...

- Ya estás enganchado- Pregunto, aunque es más que nada una afirmación- ¿No?- El asiente.

- Lo peor de todo es que yo se que somos capaz un garche y ni fijo es el garche ¿Entendés?

- Pero... Nos va como el orto a ambos- Le digo y él simula un llanto, yo le sigo la joda y reímos.

- Ya vamos a salir a pescar el finde- Me dice, yo asiento- Nos vamos a buscar pibes y nos olvidamos de los Nachos y los Pedros que nos hacen sufrir ¿Dale?- Asiento nuevamente.

Reina ; Nacho ScoccoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora