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18 𝚍𝚎 𝙳𝚒𝚌𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎 𝚍𝚎𝚕 2022

𝒞ℯ𝓁𝒾𝓃𝒶

Estábamos en la chacra, a mil por hora, procurando de que todos los detalles sean al pie del cañón, mis amigas me ayudaban, mis amigos también.

Luego de dejar una bandejita de sandwiches de miga, busco entre la multitud la cabellera morocha que roba mis suspiros, esos ojos marrones que me matan de amor. Estaba buscando a Bastián, mí hijo. Seguramente estaba en brazos de alguno de mis amigos que vinieron, o lo estaban haciendo caminar agarrándolo de sus manitos re gordetas.

No puedo creer que esa bola de alor incondicional este cumpliendo su primer añito, si parece ayer cuando con Caro y Jorge corrimos al hospital.

𝙷𝙰𝙲𝙴 365 𝙳𝙸𝙰𝚂 𝙰𝚃𝚁𝙰𝚂

Nos juntamos con, Jorge y Caro como casi todas las semanas. Me sentía como una empanada que la metes al horno con miedo de que reviente por la cantidad de relleno que tiene. Exactamente así estoy.

- No saben lo que me pasó ayer- Digo recordando la conversación que tuve con el, ahora ex, jugador de River Plate, actual jugador de Newell's.

- A ver...- Dice Caro levantando su ceja derecha. Esa cara de Carolina me da miedo.

Les muestro la pantalla de mí nuevo teléfono. Ellas rápidamente leen la conversación.

- ¡ME JODES!- Dice con la boca abierta Jorge.

Yo solamente niego.

Seguramente llegaron a la parte en la que dice que no le molesta que yo tenga un hijo con otra persona, siendo que él tiene una hija con otra persona también.

- "... Podrían ser hermanitos con Eva..."- Lee Caro sacó las palabras de mí boca.

Yo asiento, Nacho en todo este tiempo no para de tirarme palos, quiere volver conmigo, quiere  ayudarme en criar a futuro bebé, y muchas cosas melosas en las que, la mayoría de las veces caigo.

- Si estuviese Guchi acá, te estaría diciendo que te hagas la gata vos también- Las tres reímos, extraño tanto a la familia de mis amigos, a los dos loros que tenían como hijos y a las ocurrencias, cómo estás, de Guchi.

- No me hables de Guchi, el Chino, Mía y Bautista que lloro- Digo y ellas cambian de tema.

- ¿Vos cómo estás con esta cosa de que él te tire onda así?- Me pregunta relajada Caro.

- Una parte de mí, necesita y quiere que entre otra persona a mí vida a darme ese amor que necesito, quiere que entre una persona para que me ayude con él- Señalo mi panza. Sí, es un varón- Quiero que alguien lo quiera a él como su papá no lo va a querer- Se me quiebra un poquito la voz, acaricio mi panza esperando alguna patadita de él- Esa vez en tu casa- Señalo a Jorge- Que el me dijo un claro y simple "Felicitaciones", el se movió, por primera vez, cosa que con Enzo, Caro, el Chino o conmigo misma no hizo, solamente con él, y yo lo dejé pasar, como algo no muy importante, por eso no se los dije a ustedes- Digo tomando un sorbo de jugo de frutas. ¿Quién iba a decir que iba a terminar tomando un jugo de  naranja un sábado de diciembre a la noche? Nadie- Además, como dije al principio, necesito ese amor que te brinda una pareja, porque no es lo mismo que el de ustedes, al que me daba él o en su momento el innombrable. Y no es por despreciarlas- Digo rápidamente, que feo necesitar amor constantemente y no poder disfrutar tu soltería después de dos desiluciones amorosas al hilo- Se que ustedes hacen lo que pueden y lo que le sale, pero también se y soy conciente de que ustedes tienen una pareja, hijos- Señalo a Jorge- que tampoco pueden descuidar y no quiero ser tan dependientes de ustedes- Digo y termino el contenido de mi vaso- Por eso, no se como sentirme o que pensar, que hacer o que decirle. Una parte de mí, le entregaría todo, pero la otra, la más racional, sabe todo el daño que me hizo, como me destruyó con palabras, con indiferencia, con falta de amor...- Suspiro agotada- Quiero dormir hasta que tenga a mí hijo en mis brazos y hasta que solucione los quilombos acá- Digo señalando mi cabeza.

Reina ; Nacho ScoccoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora