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𝙳𝚘𝚖𝚒𝚗𝚐𝚘 29 𝚍𝚎 𝙽𝚘𝚟𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎 𝚍𝚎𝚕 2020

𝒞ℯ𝓁𝒾𝓃𝒶

Domingo a las diez de la mañana y todos estábamos en el hospital, esperando ver, por lo menos un ratito a Nacho. Yo había estado pensando todo el día en él y en lo mal que me hacía estar en esta situación de yo no poder hacer nada, porque Julieta se quedó con el como la "pareja", siendo que no son nada, y yo, que soy "algo" de él, no. Me hacía sentir culpable por ella, porque ella no sabe nada de lo que pasa entre nosotros. Y al verme ayer frunció el seño, pero me vió abrazada a Zucullini y lo relajó.

Hablábamos entre todos en una ronda grande de lo pesados que eran los periodistas ya que, afuera habían unos veinte, intentando hacer que alguno de nosotros hable sobre el estado de salud del jugador comprometido ahí dentro.

Enzo se quedó callado mirando sobre mí hombro, me doy vuelta, y todos miramos a Julieta que viene en dirección hacia nosotros.

- Hola chicos ¿Cómo andan?- Pregunta ella, regia, divina, y amable como cada vez que la veía y veo en el colegio. Entre todos responden, pero no se llega a distinguir que dice cada uno- Por suerte Nachito esta bien, no le duele nada, no tiene nada roto, solamente un pequeño raspón acá- Dice señalandose debajo de su ojo- Y un poco la ceja cortada- Ahora tocándose el comienzo de ceja derecha explica- Le hicieron unos puntos pero por suerte- Junta sus palmas de sus manos y señala hacia el techo del lugar. Supongo que le agradece a Dios- No pasó a mayores- Todos sueltan el aire que habían contenido desde ayer aproximadamente- También mañana puede retomar los entrenamientos, así que sí, la saco baratísima- Dice con una sonrisa hermosa- El médico recomendó reposo hasta mañana que entrenan, por eso ahora me lo llevo denuevo a casa con Evi y después cuando vuelva de entrenar, cero esfuerzo y esas cosas- Dice y todos asentimos- Gracias por venir chicos, le voy a decir a Nachito que ustedes estubieron acá- Dice.

Ella desaparece unos segundos y yo quiero llorar, pero se que no es el momento ni el lugar indicado.

- ¿Te sentís bien?- Se acercan mis tres amigas a preguntarme que onda. Yo asiento, pero la mirada fija de mas tres me hace negar al segundo y que mis lagrimales se llenen de lágrimas.

- Vamos a tu casa- Dice Jorge, claramente no es pregunta- ¿Ustedes pueden?- Más que nada le pregunta a Guchi por los nenes. Ella asiente.

- Se quedaron con la mamá del chino- Nos comenta ella y Jorge asiente.

- Las llevo- Dice Caro con la llave del auto.

Antes de llegar a la puerta de la clínica, nos saludamos uno por uno, para después correr, literalmente, de los reporteros sedientos de noticias sobre el delantero de River.

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𝒩𝒶𝓇𝓇𝒶𝒹ℴ𝓇 ℴ𝓂𝓃𝒾𝓈𝒸𝒾ℯ𝓃𝓉ℯ

Llegaron a la casa de la maestra de educación primaria y, como si estuvieran en su casa, se pusieron a preparar mates, mientras la maestra iba a cambiarse de ropa ya que el jean la apretaba mucho y se sentía incómoda, nada como un buen joggin, suelto, cómodo, lista para hacerse bolita en el sillón, llorar y comer bolas de frailes rellenas de crema pastelera que sus amigas habían comprado exclusivamente para ella.

- Mañana Chino va a llevar a los nenes al entrenamiento- Habla Guchi rompiendo el hielo.

- Enzo también- Dice Jorge tocándole la pierna a su amiga mamá también.

- Me muero, Bautista la otra vez me decía que quería ir a cantar canciones de River con Enzo- Dice y todas ríen, inclusive Celina, que puede parecer una exageración y una suseptible pero realmente le afectaba lo que estaba pasando con el delantero de River. Sabían que la idea que Bautista tenía era, ir subirse por la Sivori, a una de las últimas gradas y empezar a cantar canciones que claramente bardean a Boca y dicen palabras no aptas para nenes tan chiquitos como ellos. Bautista con una bandera y Enzo con una camiseta.

- Uy dios no te puedo ver así- Dice Carolina que vió a su amiga con los ojos llenos de lágrimas, tirada en el sillón como si estuviese desahuciada- ¿Que pija te pasa?- Como siempre la trabajadora para River tan tierna, la caracterizaba tanto a ella.

- Desde ayer estas así- Le dice Guchi tendiendole un mate.

Celina acepta el mate y suspira tratando de contener las lágrimas y acomodando su voz.

- Ayer le pregunté a Nacho si iba a ir y me dijo que no porque se juntaba con sus amigos de Newell's. Y no lo veo desde hace como cinco días, capaz más. Osea, lo veo cuando va a dejar a Eva y hacemos contacto visual un minuto como mucho e intercambiamos dos o tres palabras. Y para serles ciento porciento sincera, esta cosa de andar ocultandonos, que nadie sepa lo que "tenemos"- Entrecomilla la chica- Me da por las bolas. Porque es como siempre le dije a Nacho y a vos, Caro- Señala a la última nombrada y ella asiente, sabía lo que su amiga iba a decir- Tengo treinta y cinco años, esas cosas de ocultarse, de no aclarar nada, de desaparecer de la nada, de no contestar mensajes, dejáselas para adolescentes, no para dos tipos grandes como nosotros- Celina se sorprendía de llorar, estaba orgullosa de ella misma. Levanto su vista para ver a sus amigas y las tres la miraban asientiendo- Y encima hoy Julieta dijo que se iba a llevar de nuevo a Nacho a su casa- Dice intensificando el tono de su voz en la palabra de nuevo- No se que pensar acerca de nada, solo se que quiero que me laven el cerebro y me olvide de él, porque no me hace bien que todos mis pensamientos giren en torno a él y él no haga nada.

- ¿Le dijiste alguna vez todo esto a él en la cara?- Le pregunta Jorge.

- Si, muchas veces, pero el nunca dice nada, es un tibio de mierda cuando quiere a veces- Acota la maestra.

- Amiga, no quiero sonar como mala, ni nada por el estilo, pero creo que las tres coincidimos en esto- Hace una pausa, Jorge y Caro asienten a lo que Guchi decía- Si te hace mal, psicológicamente hablando, dejalo, ya fue- Dice y Celina sintió una daga clavarse en su corazón. ¿Cómo lo iba a dejar ir, si era una de las cosas mas importantes que tenía? ¿Cómo lo iba a dejar ir, si lo quería más de lo que a ella le gustaría? ¿Cómo lo iba a dejar ir, si se había acostumbrado a estar medio-acostados en el sillón, mirando alguna película, ella acostada en el pecho del profesional de fútbol, que casi siempre estaba desnudo? ¿Como lo iba a dejar ir, si amaba ese pequeño contacto visual que hacían todos los días a la entrada de Eva al colegio? ¿Cómo lo iba a dejar ir? No le entraba en la cabeza.

Celina estaba hasta las manos con él. La cosa ahora es ¿Él estaba igual de enganchado con ella, como ella con él?

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ps sale "separación"? yo digo q sí

Reina ; Nacho ScoccoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora