Quiero Ver Tu Cara Esposo (1)

Capitulo 9

En la madrugada.

Sei estaba sentado como un príncipe tirano dentro de una habitación tenue y tranquila. Estaba mirando la luna fuera de la ventana grande, sin emociones, sosteniendo una máscara en su mano.

"¿Y? ¿Cómo es tu primera noche con ella?"

Un hombre de repente pronunció detrás de él rompiendo el silencio inminente.

"Desastre."

"¡Pfft! ¡Jajaja!" El hombre no pudo evitar reírse. Estaba literalmente divertido con la descripción de una palabra de Sei sobre su primera noche con su esposa.

Se acercó a él y la luz de la luna hizo visible su rostro. Era el guardaespaldas que llamó Davi, señor Chen. Sin embargo, en el momento en que Sei vio su rostro, lo miró instantáneamente con una mirada aguda y mortal.

"Sí, sí, me lo estoy quitando ahora".

El hombre tocó su cuello y luego de un rato, se quitó algo que parecía ser una ... máscara. En poco tiempo, el tipo que parecía soldado de repente se convirtió en un hombre con una cara asombrosamente hermosa, pálida como una hoja de papel, como si fuera un ... vampiro. Su piel y rasgos faciales eran exactamente vampiros como cualquiera que lo vea pensar, los vampiros eran reales y él era su príncipe perdido.

"Sin embargo, tu esposa estaba tan cómoda con esta cara que incluso me llamó 'Sr. Chen'", suspiró mientras miraba la máscara en su mano. "¿Y? ¿Cómo está ella? ¿Ustedes hablaron normalmente?"

"Es extraña. Sí, dijo que soy gay".

"¡Pfft! ¡Jajaja! ¿En serio? ¿Dijo eso? ¡Espera ... no la lastimaste por eso, ¿verdad ?!"

"Curiosamente, no podía enojarme con ella ... en absoluto".

La respuesta de Sei hizo que el hombre vampiro pareciera mudo en el buen sentido. Parece que estaba feliz como si estuviera orgulloso de sí mismo.

"Dime Zaki, ¿por qué la elegiste?"

"Bueno ... Uh, debido a su aspecto ... por supuesto ... mi instinto me dijo que definitivamente te gustará".

La respuesta de Zaki fue una mentira obvia. Sei podría decir que no está dispuesto a decirle la verdad. Él sabe que Zaki nunca le ocultará nada sin una razón seria.

"Si todavía te niegas a responderme la próxima vez que te pregunte eso, te mataré".

La voz de Sei era como una piedra congelada. Sin corazón y frío. Pero Zaki todavía sonrió con picardía como si ya estuviera esperando cada palabra que diría.

"Lo tengo, lo tengo. Te lo diré en el momento adecuado".

...

Sei ya se había ido cuando Davi se despertó. Los hombres que conoció, Ryou y ese adolescente llamado YiJin también se habían ido, junto con ese guardaespaldas al que llamó el Sr. Chen. Era como si, cualquier rastro de su existencia desapareciera repentinamente junto con ellos.

Davi estaba desconcertado. No puede creer que durmió profundamente y cómodamente toda la noche junto a su misterioso y frío esposo. Esperaba que a partir de ahora podría quedarse sin dormir ya que siempre tenía problemas para dormir en un lugar desconocido, mucho más con una persona misteriosa que acababa de conocer, y sin embargo sucedió lo contrario. ¿Es porque estaba cansada?

Todo sobre su esposo, Sei, era demasiado intrigante, pero ella solo podía usar una expresión tranquila y compleja en su rostro.

"Joven señorita, esto fue dejado por el joven maestro para usted".

El viejo mayordomo, el Sr. Gou, era la única persona que quedaba en la enorme mansión gris. Davi contempló la elegante tarjeta plateada de aspecto cristalino que tenía en la mano. Lentamente lo tomó con el ceño fruncido.

"Esto es...?" ella miró al viejo con curiosidad.

"Ah, eso es ... lo usará para sus gastos personales, joven señorita. Puede obtener lo que quiera con eso". La cara del anciano era agradablemente brillante cuando él le sonrió.

"Uhm ... gracias. ¿Pero dónde está él? Me refiero a los m ... S-sei?"

"Lo siento, señorita, pero el joven maestro ya se fue hace horas".

Davi solo pudo apretar los labios al escuchar lo que dijo el viejo.

"¿Cuando volverá?"

"Me temo que no puedo decir cuándo, ni siquiera sé a dónde fue y cuándo volverá a casa".

El viejo parece disculpado, lo que hace que Davi se sienta un poco incómodo. Pero ella trató de mostrarle que estaba totalmente de acuerdo con eso, haciendo que el viejo se sintiera visiblemente aliviado.

Davi fue conducido de inmediato por el anciano en una gran mesa de comedor y se le sirvió una lujosa comida destinada a una princesa. Solo podía parpadear mientras se sentaba sola en la silla mientras el mayordomo y la doncella permanecían inmóviles en la esquina, como si fueran flores de pared.

Intentó instarlos a comer con ella, pero se dio cuenta de inmediato de que era inútil. Por lo tanto, ella comió su desayuno sola, sintiéndose profundamente excluida, como si estuviera sola en el mundo.