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Mariela tenía otro hermano, aparte de Ricardo y Cecilia, llamado Marco Antonio, que falleció hacía nueve años debido a un accidente automovilístico. Marco estaba casado con Paloma con quien tuvo dos hijos, el mayor, Carlos, de doce años, y el menor, Marco Antonio, de nueve. Obviamente la muerte de Marco afectó mucho a la familia Valencia y para todos fue muy difícil superar esa pérdida irreparable. Sin embargo, la vida continuó y años más tarde Paloma tuvo una nueva relación, la cual tuvo un fruto muy especial. En 2009 Paloma trajo al mundo a una bebé hermosa a la que llamó Paloma Edith, y que resultó ser para sorpresa de todos, un angelito más en la Tierra... Palomita, como le dicen todos de cariño, presenta holoprosencefalia, una enfermedad de la cual se conoce muy poco, pues no es muy común. Se dice que es un defecto de nacimiento que ocurre durante las primeras semanas del embarazo. Es un trastorno en el cual el cerebro fetal no crece ni se divide como se supone que debería hacerlo durante la primera etapa del embarazo.
Los niños diagnosticados con esta enfermedad pueden presentar una cabeza pequeña, exceso de agua en el cerebro, retraso mental, epilepsia, problemas hormonales y en ocasiones problemas con el corazón, huesos y estómago. Los niños con hpe leve puede ser que tengan muy pocos problemas y vivir una vida normal.
Muchos de los bebés diagnosticados con hpe también presentan deformidades faciales. Las anormalidades faciales pueden incluir una nariz plana con un solo orificio, ojos cerrados, labio leporino y paladar hendido o un solo diente central en la encía superior.
Las deformidades faciales más severas pueden incluir una nariz localizada en la frente, un solo ojo o la falta de facciones faciales.
La causa del hpe es actualmente desconocida. A menudo no se puede identificar una causa específica. Los factores de riesgo asociados incluyen condiciones en la madre como diabetes, infecciones durante el embarazo (sífilis, toxoplasmosis, rubéola, herpes, citomegalovirus) y el tomar diversas drogas durante el embarazo (alcohol, aspirina, litio, torazina, anticonvulsivos, hormonas, ácido retinoico). También es más probable que aquellas mujeres con historial previo de pérdidas de embarazo y hemorragias durante el primer trimestre de embarazo tengan un niño diagnosticado con hpe.
Esto se puede detectar desde la semana catorce del embarazo durante el examen mensual de rutina. El médico puede confiar en el ultrasonido para esto, sin embargo, puede ser difícil ver la cara por la posición del bebé, cuando no hay suficiente líquido amniótico o por obesidad de la madre. El ultrasonido de tipo tridimensional le permite al especialista una mejor visualización que le ayudará a confirmar el diagnóstico y determinar cuál tipo de holoprosencefalia tiene el bebé. Igualmente podrá observar si existen otras anomalías en otros órganos o sistemas.
La historia de Palomita comenzó cuando a los cinco meses de gestación se detectó el padecimiento del feto mediante un ultrasonido en cuarta dimensión, los médicos creían pertinente interrumpir el embarazo debido a las pocas posibilidades de vida que tenía ya que estadísticamente no hay registro de sobrevivientes a esta enfermedad, pues cuando logran nacer a los pocos minutos mueren. A los siete meses de gestación nació por cesárea, estuvo en incubadora 10 días en observación, al ver que ella no presentaba ningún otro síntoma de la enfermedad, la dieron de alta con el diagnóstico de que en cualquier momento podría fallecer.
Transcurrieron cuatro meses y medio y la niña, empezó a padecer apneas (falta de oxígeno) al grado de ponerse amoratada; durante un mes Paloma acudió a diferentes hospitalesespecializados en neurocirugía en la ciudad de México, en los cuales fue rechazada con la excusa de que no estaban preparados para atender su caso, a excepción de una neonatóloga paraguaya de nombre Mañé Lezica que siempre estaba disponible.
Esta bendita doctora ingresó a laborar en el Hospital "Federico Gómez" y, al segundo día de estar instalada en su consultorio, le dio a Palomita la atención que la pequeña requería. Luego de unos días, le practicaron una cirugía en la cual le colocaron una válvula de derivación media para drenar líquido (provocado por la hidrocefalia).
Para entonces ya tenía 10 meses y su cabeza medía 110 centímetros de circunferencia. La cirugía ayudó a bajar la presión hasta 85 centímetros. Los médicos se sorprendían de que Palomita siguiera viva con ese diagnóstico. Transcurrieron los meses y la bebé seguía alimentándose, pero ahora con papillas y leche en biberones. Al cumplir un año con cuatro meses se le hizo un cambio de válvula de derivación baja mediante otra intervención quirúrgica, aliviando la presión hasta 75 centímetros de circunferencia ante la admiración de todos los especialistas.
Hoy, milagrosamente tiene seis años, en este tiempo se le han practicado tres resonancias magnéticas sin encontrar presencia de cerebro; la última fue en julio de 2010, en la que se pudo detectar la presencia de una pequeña parte del cerebro adherida al cerebelo
con una medida de cuatro centímetros aproximadamente, la cual no realiza función alguna debido a la malformación severa que tiene; también se le han practicado tomografías, electrocardiogramas, ultrasonidos de todos sus órganos y estudios de genética.


 "El sueño de un Ángel"Where stories live. Discover now