22

230 37 1
                                    

Estando ya a solas en su habitación, Mariela agradece infinitamente a Dios el permitirle estar con Santiago de una manera distinta a la de una amiga. Aunque, siendo sinceros, todo lo ocurrido le sigue pareciendo increíble.

Inicia una semana más en la vida de la escritora Valencia y el doctor López Carmona.

Tal como acordaron, después de las ocho de la mañana Santiago recoge a Maya en su casa para ir a desayunar juntos.

Al llegar al restaurante, el capitán les facilita una mesa y les muestra la carta.

-¿Qué se te antoja desayunar, amor? -pregunta Santiago mirando la carta.
-Se me antojan unas enchiladas suizas -responde ella sonriendo.
-Me parece perfecto -exclama él, al besar sus labios.

De repente, el celular de la escritora comienza a sonar, Santiago ayuda a su novia a sostener el teléfono y responder la llamada.

-Bueno -pregunta Maya.
-Mi escritora estrella, buenos días -responde Raúl, del otro lado del teléfono.
-Señor, buen día. ¿Cómo está usted? -exclama Maya sonriendo.
-Muy bien, señorita. ¿Y usted? -contesta muy cordial Raúl.
-Excelentemente, señor. ¿En qué puedo servirle? -pregunta ella, volteando a ver a Santiago.
-Maya, necesito que te comuniques con mi secretaria para darle unos datos -explica Raúl, dejando la formalidad a un lado.
-¿Qué datos? -dice ella.
-Necesito confirmar tu número de cuenta bancaria -aclara él.
-¿Y eso para qué? -pregunta Maya desconcertada.
-Para depositarte ahí el primer resultado mensual de la venta de "El sueño de un ángel" -comenta Raúl.
-¿Es en serio? -pregunta sorprendida ella.
-¡Por supuesto! -confirma él.
-¡Dios mío! ¡No lo puedo creer! -exclama Maya sonriendo.
-Créelo. Y déjame decirte que es una suma mucho mayor que la del primer mes de ventas del libro anterior -agrega el presidente de la editorial.
-¡Júralo! -exclama Maya verdaderamente feliz.
-¡Claro que sí!... Y desde ahorita te digo que dentro de un año quiero otro libro igual o más exitoso que éste -le anuncia Raúl con firmeza.
-Oye, relájate. Te acabo de dar éste, aún no creo lo que me acabas de decir y ¿ya quieres otro? -responde enseguida Mariela.
-Hermosa, así es esto. ¡Tú escribes, yo publico y los dos ganamos!... Así que ve pensando en algo ya... Mariela, ¡tu libro llevó al cielo mi editorial! -grita alegremente Raúl.
-Ok, ok. Déjame ver qué hago -responde ella riendo a carcajadas.
-Aunque te rías, es la verdad.... Comunícate más tarde con Dani para darle los datos y hacer hoy mismo el depósito -indica él.
-Claro que sí. Yo le hablo más tarde... Raúl, muchísimas gracias, ¡eres un ángel! -exclama ella muy contenta.
-No, Mayita. ¡El ángel eres tú!... Cuídate y... ¡a trabajar! -concluye Raúl.

-¿Qué pasó, amor? ¿Qué te dijo Raúl? -pregunta Santiago, al guardar el celular.
-Ya está la primera ganancia de la venta de "El sueño de un ángel", y es una cantidad mucho mayor que la de mi primer libro -cuenta Maya muy emocionada.
-¡Eso significa que ha sido todo un éxito! -exclama él, al abrazarla.
-Sí, mi vida. No sabes lo feliz que estoy -responde ella con una enorme sonrisa.
-Lo sé, mi cielo. Tú mereces esto y mucho más -afirma Santiago, al besar sus labios de nuevo.
-Gracias, mi amor... Oye, ¿ya vas a decirme qué es lo que tenemos que hablar? -pregunta ella de repente.
-Sí, pero no sé cómo lo vas a tomar -responde él, un poco preocupado.
-¿Qué pasa, Santiago? -repite ella.
-Es algo que debimos hacer desde hace tiempo -explica él, tomándola de las manos.
-¿Qué cosa? Amor, me estás asustando -dice preocupada.
-No, mi vida, no es nada malo. Al contrario, es lo mejor para nuestra relación -asegura él.
-¿De qué hablas? -insiste ella.
-Maya, debo recomendarte otro ortopedista -dice él, después de respirar profundamente.
-¿Qué estás diciendo? -pregunta ella sorprendida.
-Que voy a recomendarte a un colega mío, porque yo no puedo seguir tratándote después de todo lo que ha pasado y lo que existe entre nosotros -explica cariñosamente él.
-No te entiendo -replica ella, un poco seria.
-Mi cielo, sabes bien que una de las cosas que más amo en la vida es mi profesión. Y al andar contigo estoy cometiendo una falta de ética muy grave -explica Santiago, pero ella permanece seria y en silencio-. Sé que estás molesta y que todo esto es inesperado para ti, ¡pero trata de entenderme! -agrega Santiago, tomándola de las manos.
-Lo que entiendo es que la clínica es tuya y no veo ningún problema en ser tu novia y que me sigas tratando -replica ella.
-Amor, la clínica es mía, pero las normas y reglamentos son iguales a los de cualquier otra. Y aunque Alex no tiene ningún problema con esto, existen otras autoridades que se pueden enterar, y con eso perdería mi cédula automáticamente -aclara él, viéndola a los ojos.
-Pero no tiene por qué enterarse nadie más -insiste Maya.
-Mariela, somos figuras públicas, todos en la prensa saben que soy tu médico. Piensa que en cualquier momento nos pueden ver juntos y sacar una nota con mala intención -dice él, muy preocupado.
-Jamás pensé que el qué dirán te importara tanto -exclama ella muy molesta.
-Maya, sabes bien que no es eso. Yo te amo y voy a estar contigo pase lo que pase y digan lo que digan. Pero date cuenta de que lo que está en juego es mi carrera, mi trabajo -repite Santiago.
-Ok, tienes razón. Lo que menos quiero es causarte problemas -acepta Mariela de repente.
-Gracias, mi vida. Sabía que estarías de acuerdo... Te aseguro que el médico con el que irás es excelente y te dará la atención que mereces... Hoy en la tarde me confirman el día y la hora de tu cita -le dice sonriendo, al besar sus manos.
-¿Cómo? ¿Llamaste a otro doctor sin hablar conmigo antes? -pregunta indignada, al soltarlo de las manos.
-Sí, mi amor. Yo sabía que ibas a entender y quise adelantarme para hacer más rápido todo -explica pacientemente él.
-Es increíble cómo a tan sólo dos días de novios has tomado decisiones que nos conciernan a los dos, sin tomarme en cuenta. Y lo peor es que la decisión que tomaste me afecta a mí directamente -protesta Maya, muy molesta.
-Discúlpame, mi amor. Tienes razón, debí hablar contigo antes. Pero entiende que no podemos esperar mucho. No puedes pasar tanto tiempo sin terapia, tu cuerpo lo resiente y tú misma te has dado cuenta -responde de inmediato Santiago.


 "El sueño de un Ángel"Where stories live. Discover now