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Poco después de las cinco de la madrugada, los muchachos deciden dirigirse al malecón para continuar la fiesta, mientras Santiago lleva ya varias horas descansando junto a su pequeña Marijó.

Cientos de jóvenes arriban a la orilla del mar para contemplar el primer amanecer del año, costumbre típica del hermoso puerto de Veracruz.

Acompañados de música, copas y amigos, los Valencia disfrutan de los primeros rayos de sol del 2015. La luz del día ilumina el puerto por completo, y se siente un cálido ambiente.

Maya y sus primos siguen el festejo desayunando en un restaurante de mariscos. A las nueve de la mañana, el ánimo fiestero aún está presente, a pesar de que algunos ya se encuentran cansados por llevar más de doce horas de reventón.

La escritora está sumamente agotada. Sin embargo, sus primos y amigos la contagian de alegría y ganas de divertirse aún más, dado que ocasiones como ésta se dan solamente una vez al año.

El calor se hace más fuerte pasando el medio día, y aunque no han dormido nada, la familia Valencia prepara todo para irse de nuevo a la playa. Algunos dejan las cosas en una palapa y se adentran en las olas, mientras otros lo primero que hacen es recostarse sobre la arena y quedar profundamente
dormidos.

Por su parte, los López Carmona también se trasladan a las playas de Los Cabos, donde conviven y pasan un agradable momento familiar.

Diego disfruta cada instante con su hijo y su nieta, dado que será muy corto el tiempo que se quedarán en la ciudad. También le hubiera encantado que Isa estuviera con ellos, sin embargo, entiende que su joven hija haya preferido pasar estas fechas en Guadalajara con Estela.

Luego de una larga siesta, Maya y algunos primos despiertan y se disponen a gozar del paraíso en el que están. A la hora de almorzar, todos se reúnen para compartir los alimentos y una buena charla.

Al anochecer, vuelven a casa con intenciones de bañarse, cambiarse y acostarse a dormir hasta el día siguiente. Y finalmente, Maya se mete a la cama luego de hablar con su novio y darle las buenas noches.

Ella sabe bien que este nuevo año traerá a su vida miles de experiencias nuevas, tanto en lo profesional como en lo personal. Tiene la seguridad de que, en los próximos doce meses, su vida dará un giro de 180 grados, lo cual la llena de alegría y unas inmensas ganas de descubrir lo que el destino le tiene preparado.

A pesar de que todo esto causa en ella cierto temor, Maya agradece a Dios el permitirle comenzar un año más, y le pide que continúe guiándola y llenándola de bendiciones como hasta ahora lo ha hecho.

El lunes dos de enero, desde muy temprano, Maya y parte de su familia arreglan todo para volver al D.F., pues se han terminado las vacaciones para muchos. Muy a su pesar, el doctor hace lo mismo con Marijó, pues la niña tiene clases al día siguiente.

A las doce del día los Valencia abordan el avión con destino a la ciudad de México. Mientras Santiago lo hace dos horas después.

En la noche la escritora y su familia ya están instalados nuevamente en casa, después de haber disfrutado de unas merecidas vacaciones. Cabe
mencionar que Cecy y Jorge continuarán de viaje hasta el próximo domingo.

Luego de descansar un rato en casa, Santiago y Marijó se dirigen a visitar a Maya.

-¡Mi amor! Te extrañé mucho -exclama Maya, al recibir sonriendo a su novio.
-¡Hola, mi cielo! Yo también te extrañé muchísimo -responde Santiago, abrazándola fuertemente.
-¡Hola, Mayita! -saluda Marijó.
-Hola, mi niña. ¡Feliz año! -responde Maya, al dar un beso a la pequeña.


 "El sueño de un Ángel"Where stories live. Discover now