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Cerca de las seis de la tarde, tocan el timbre de la familia Valencia, y Carmen atiende rápidamente. Minutos después, se dirige a la habitación de Maya.

-Niñas, lamento interrumpirlas pero... -dice Carmen al entrar a la recámara.
-¿Qué pasó, nana? -dice Maya sonriendo.
-Te buscan allá abajo -responde Carmen.
-¿Quién? -pregunta Mariela.
-Santiago -exclama Carmen.
-¿Qué día es hoy? -pregunta Maya, un poco confundida.
-¡Miércoles! -responde Vivi.
-¡No manches!... ¡Olvidé llamar a Santiago para cancelar! -exclama Maya un tanto apenada.
-Y ¿por qué ibas a cancelar? -pregunta Vivi.
-¡Pues porque estás aquí! -responde Maya.
-Ay, no, amiga. No. Tú vete con Santiago, yo aquí me quedo -dice Vivi.
-Claro que no. O sea, te veo cada siglo, y el día que te veo, ¿me voy con Santiago? ¡No, no, no! -dice Maya.
-Entonces, ¿qué le digo? -pregunta Carmen.
-Amiga, por mí no te detengas -dice Vivi.
-Dile que ahorita voy -dice Maya a Carmen, quien sale de la habitación enseguida.
-¿Me acompañas? -pregunta Maya.
-No. Ve con él a donde tengan que ir -responde Viviana.
-No iré a ningún lado, Viviana. ¡Quiero estar contigo, platicar contigo!... Acompáñame a decirle que no iré, por favor. ¡Anda!... ¡Así lo conoces! -exclama Maya, con una sonrisa traviesa.
-Ok -responde Vivi, y ayuda a su amiga a salir de la recámara.

Mariela llega con la ayuda de Vivi hasta donde se encuentra Santiago, quien al verla sonríe tiernamente.

-¡Amiga! ¿Cómo estás? -exclama Santiago, al darle un beso.
-Genial. ¿Y tú? -responde Maya.
-¡Feliz de verte! -responde él, al tomar su mano.
-¿Nos vamos? -pregunta Santiago sonriendo, mientras Vivi los observa.
-Santiago, perdón pero no voy a poder ir -dice Maya, un poco apenada.
-¿Por qué? ¿Pasó algo? -pregunta Santiago.
-Sí... ¡Llegó mi amiga fiel de Veracruz! -exclama Maya, sonriendo, mientras voltea a ver a Vivi.
-¿En serio? ¡Qué genial! -expresa Santiago, mientras Vivi se acerca a ellos.
-Vivi-Santiago, Santiago-Vivi -los presenta Maya.
-¡Encantado! ¡Maya me ha hablado mucho de ti! -expresa él, al saludarla de beso.
-Mucho gusto. A mí también me ha hablado muchísimo de ti -responde Vivi, sonriendo.
-Y ¿te ha hablado bien o mal? -pregunta Santiago a Vivi.
-Muy bien. ¡Excelente! -responde ella, con una sonrisa.
-Tampoco exageres, amiga. ¡No alimentes su ego, por favor! -exclama de repente Mariela, y todos ríen.
-Supongo que no irás al cine porque quieres estar con Vivi -comenta Santiago.
-Así es -responde Maya.
-Y ¿por qué no vamos los tres? -pregunta Santiago.
-Sí, amiga. ¡Es buena idea! -exclama Maya.
-No, no, no... Maya, ya te dije que por mí no hay problema, amiga. Vayan al cine, ¡diviértanse! -dice Vivi.
-Y yo ya te dije que no me voy a ir y dejarte sola. No hay nadie en la casa -responde Maya.
-Vayan ustedes -repite Vivi.
-No insistas, Vivi. Cuando Maya dice no, ¡es no! -exclama Santiago, riéndose.
-¡La conoces perfecto! -dice Vivi.
-Así es... ¡Y la entiendo! Es normal que quiera estar contigo, tienen años sin verse -comenta él.
-Amigo, ¡tú si me entiendes! -exclama Maya sonriendo, al tomar su mano.
-¡Claro, amiga!... ¿Qué les parece si mañana las invito a desayunar? -pregunta él.
-Muchas gracias, Santiago, pero yo no puedo -responde Vivi.
-¿Por? -pregunta él.
-Vine a México a un curso, y es mañana a las ocho de la mañana -responde Vivi.
-No daría tiempo de desayunar, amigo -dice Maya.
-Al menos que quieran desayunar a las seis de la mañana... -comenta Vivi, riéndose.
-No, ¡gracias! -responde Maya, con una carcajada.
-¡Por mí no habría ningún problema! -dice Santiago.
-No, amigo... Yo creo que lo que sí aceptamos es una comida, ¿verdad, Vivi? -sugiere Maya.
-Podría ser... después de las dos de la tarde -responde Viviana.
-¡Perfecto! Díganme a qué hora y paso por ustedes -dice él.
-Pues pasarías primero por mí, y luego vamos por Vivi al curso -propone Maya.
-¡Exactamente! -asiente Vivi.
-¿Está bien a las dos? -pregunta él.
-¡Perfecto! -responde Maya, sonriendo.
-Ok. Entonces, me retiro. ¡Supongo que tienen mucho que contarse! -dice Santiago, al abrazar a Maya y darle un beso en la frente.
-Supones bien, amigo -exclama Maya.
-Cuídate mucho. ¡Te quiero! -le dice en voz baja Santiago a Maya.
-Y yo a ti -responde Maya con una sonrisa.
-Vivi, ¡un placer! -exclama Santiago, al despedirse de beso.
-Igualmente. Y discúlpanos -exclama Vivi, mientras él camina hacia la salida.
-No se preocupen. ¡Pásenla bien! -exclama Santiago al salir, mientras Maya sonríe en silencio.


 "El sueño de un Ángel"Where stories live. Discover now