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Minutos antes de las siete, llegan a la sala de espera donde aterrizará el avión que viene desde Puerto Vallarta, Jalisco.

-Amiga, ¡qué gusto me da que al fin hayas encontrado al amor de tu vida! -expresa Karla, al abrazar a Maya.
-Sí, Mayita. Y me encanta que vayamos a conocerlo -añade sonriendo Denisse, al tomar la mano de Mariela.
-Pero ¡no se vale! Vivi ya lo conoce, eso es trampa -exclama Karla, y Denisse la apoya.
-Claro. Porque yo sí visito seguido a mi amiga fiel -afirma Vivi, mientras abraza fuertemente a Maya y todas ríen.

En ese momento se escuchan los motores del avión que aterriza lentamente en la pista.

Minutos después comienzan a salir los pasajeros a la sala donde Maya espera impacientemente a su novio.

Santiago y su hija llegan a la sala y enseguida buscan a Maya con la mirada.

-Mira, papi. ¡Ahí está Maya! -dice al verla Marijó.

La escritora sonríe mientras Santiago y su hija se acercan a ella.

-¡Hola, mi cielo! -exclama Santiago, al llegar y besar los labios de Mariela.
-¡Hola, mi amor! Te extrañé mucho -dice Maya al oído de su novio, mientras lo abraza.
-¡Hola, Mayita! -saluda la niña sonriendo.
-Hola, mi amor. ¿Cómo estás? -responde sonriente la escritora, al abrazar y besar a la niña.
-Bien. ¡Qué bueno que convenciste a mi papi de venir a verte! -comenta Marijó.
-¿O sea que yo lo convencí? -pregunta Maya, volteando a ver a Santiago.
-Sí, eso me dijo él -asegura Marijó y todos ríen.

Santiago besa una y otra vez los labios de Maya, sin permitirle decir nada más.

-¡Eres un tramposo! -le dice Maya.
-¿Tramposo yo? -pregunta él.
-Sí, pero luego hablamos de eso... Ahora te quiero presentar a alguien -dice ella, al ver a sus amigas.
-¿A quién me vas a presentar? ¿A la amiga fiel? -comenta él, al saludar de beso a Vivi.
-No le digas así. Ya te dije que sólo yo le digo así -exclama enseguida ella-. Y a quien quiero presentarte es a Denisse y Karla. ¿Recuerdas que te conté de ellas? -agrega sonriendo Maya.
-Por supuesto. Encantado de conocerlas. Maya me ha hablado mucho de ustedes -les dice Santiago al saludarlas.
-El gusto es nuestro -contesta Denisse.
-A nosotras no nos han hablado mucho de ti, pero basta con verte para saber que quieres mucho a mi amiga -expresa Karla y todos sonríen.
-Sí me quieres, ¿verdad? -pregunta Maya, viéndolo a los ojos.
-¡Te amo! -responde Santiago, con un tierno beso.
-Y ella es Marijó -continúa Maya.
-¡Como mi Majo!... ¡Hola, corazón! -exclama Karla, dando un beso a la niña.
-Eres una niña muy bonita -le dice Denisse a Marijó.
-Gracias -responde la niña apenada, abrazando a su papá.

Continúan conversando hasta llegar a la salida del aeropuerto, donde Denisse y Karla se despiden, no sin antes reiterar la alegría que sienten por conocer a Santiago y Marijó.

Viviana se ofrece a llevar a Santiago, Marijó y Maya al hotel donde la escritora reservó una habitación para su novio y la pequeña.

-Vivi, en verdad no es necesario que nos lleves hasta el hotel -comenta Santiago, antes de subir a la camioneta.
-Claro que sí. Tú me has traído de arriba abajo las veces que he ido a México, ahora me toca a mí -asegura sonriendo Vivi.
-Pero no es necesario. Si tienes algo más que hacer nosotros podemos irnos en taxi -insiste él.
-No tengo nada que hacer. Luis sabe bien que, cuando mi amiga fiel está aquí, paso mañana, tarde y noche con ella -asegura nuevamente Vivi, mientras Maya guarda silencio.
-¿Segura? -pregunta él.
-Mira, Santiago, si lo que quieres es que te deje solo con mi amiga, dímelo y me voy sin ningún problema. Es más, ¡me llevo a Marijó! -bromea Vivi a carcajadas, tomando de la mano a la niña.
-¡Cállate, Viviana! -replica enseguida Maya, muriendo de risa.
-Amiga, eso es lo que quiere tu novio -responde Viviana.
-Oye, no te lo dije por eso. Yo te lo digo por si tienes cosas que hacer con tu familia -aclara Santiago.
-Yo sé muy bien por qué me lo dijiste... Marijó, ¿vamos a mi casa a jugar con Emy? -le dice Vivi a la pequeña.
-Ya, Viviana -exclama Maya, y ambas mueren de risa mientras Santiago carga a Marijó.
-Amiga, en buena onda. Si quieres puedo cuidar a Marijó mientras ustedes se van solos por ahí -dice Viviana al oído de su amiga fiel.
-Ya, amiga. Creo que te hizo daño el café de hace rato -contesta Maya, al carcajearse las dos.
-Papi, ¿Vivi me va a cuidar mientras tú sales con Maya? -pregunta Marijó a Santiago.
-No, mi vida. No hagas caso, está loquita -responde él y todos ríen.
-Ok. Ya basta. Vámonos al hotel -dice Vivi, al respirar y dejar de reír.


 "El sueño de un Ángel"Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt