"El sueño de un Ángel"

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Santiago besa apasionadamente los labios de Mariela, al mismo tiempo que sus manos la cubren de caricias.
Muy lentamente recorre su cintura y luego su pierna.

Las palabras al oído se hacen presentes, al igual que los besos en el cuello, que se acercan cada vez más al pecho.

De pronto, él desabrocha el primer botón de la blusa de su novia y continúa besando más allá de aquel escote, al tiempo que ella se recuesta en el sofá.

Mariela comienza a experimentar sensaciones que jamás había sentido, mientras acaricia la espalda de su novio. Cada segundo que pasa los latidos de su corazón se aceleran más y más. Pero este apasionado y romántico momento es interrumpido por el ruido de unas llaves de alguien que abre la puerta.

De inmediato, Santiago ayuda a su novia a sentarse en el sofá y le abrocha la blusa. Los dos respiran profundamente y reciben con una enorme sonrisa a Sara y Fernando.

El médico se pone de pie y le da un abrazo a Sara, mientras Fernando saluda a Maya con un beso.

-¿Cómo están? -les pregunta Sara.
-Bien -responden ambos sonriendo.
-¿Qué estaban haciendo? -pregunta Fernando, al ver el televisor apagado.
-Platicando -contesta enseguida Santiago.
-¿No han llegado tus hermanos? -le dice Sara a su hija.
-No, má -exclama un poco nerviosa Maya.
-¿Y tu nana? -pregunta Sara.
-Supongo que en la cocina -dice Maya, no muy segura.
-Voy a cambiarme de ropa y bajo a ver la cena -comenta Sara, yendo hacia las escaleras.
-Voy contigo, amor. También quiero quitarme este traje -dice Fernando.

Sara y Fernando suben a su recámara, mientras Santiago y Maya los observan en silencio.

-Voy a llegar a mi casa a bañarme con agua fría -dice Santiago, al estar a solas con su novia.
-¡Cállate!... ¡Eres un menso! -le contesta ella, con una carcajada.

La pareja enciende la televisión y sigue platicando muy a gusto en la sala, hasta que llegan Jorge, Cecy y Ricardo para cenar.

Al día siguiente, el doctor Carmona atiende su clínica hasta la hora de la comida solamente, y el resto de la tarde acompaña a su novia a encontrarse con Raúl y realizar la entrevista y una increíble sesión de fotos.

Este encuentro es realizado en un estudio fotográfico ubicado al sur de la ciudad. La escritora luce realmente bella y disfruta plenamente la sesión que dura casi una hora.

Después, Raúl procede a hacerles la entrevista, en un agradable ambiente. La pareja atiende y responde con amabilidad y alegría cada una de las preguntas e, incluso, se dan el gusto de hacer una que otra broma. El presidente de la editorial pone todo lo que está en sus manos para consentir y hacer que los novios se encuentren a gusto.

Primero, mantiene una pequeña charla con Mariela, en la que ella con una sonrisa radiante abre su corazón y le cuenta a su gran amigo las emociones que ha vivido desde que está al lado de Santiago.

Luego, llega el turno de conversar con el doctor Carmona, quien, a pesar de no estar acostumbrado a este tipo de entrevistas, expresa con tan sinceras y emotivas palabras lo que ha sido su vida a partir de que conoció a Maya, quien al escucharlo ella no puede evitar conmoverse y derramar unas lágrimas.

Finalmente, Raúl agradece a ambos la confianza que han depositado en él permitiéndole el privilegio de ser quien publique las primeras declaraciones que hacen a los medios acerca de su relación.

Saliendo del estudio, Santiago y Maya se dirigen a casa para pasar un rato con la pequeña Marijó.

-¡Qué bueno que mi papi y tú ya no están enojados, Mayita! -expresa la niña, abrazando a Mariela-. No me gusta verlos pelear -agrega Marijó.
-Lo sé, mi niña. Te prometo hacer lo posible por que no vuelva a pasar -exclama Maya sonriendo, mientras Santiago las observa.