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¡Cuando mi madre vea esta nota me va a matar! —asegura Maya a carcajadas, al concluir de escribir el artículo.

Con una sonrisa en el rostro, la señorita envía su escrito a la editorial y baja a la sala para esperar la llegada de su familia.

El resto de la semana transcurre con total normalidad, a pesar de que Maya y Santiago tienen poco tiempo para verse debido a la gran cantidad de trabajo que se presenta en la clínica de ortopedia. No obstante, la mañana del viernes el doctor Carmona hace un espacio para acompañar a su pareja y su cuñada a la sesión de hidroterapia.

Durante la rutina de ejercicios, Santiago permanece sentando en una de las bancas que están cerca de la piscina. Desde ahí, observa cada movimiento que Bruno realiza con Mariela, al igual que las miradas y actitudes que tiene hacia ella y su hermana.

Como siempre, la joven trata de realizar todas las indicaciones de su terapeuta, pero hay ejercicios que le son demasiados dolorosos, lo cual provoca que Bruno se moleste y le exija severamente realizar la actividad.

Termina la hora de terapia y una vez más el terapeuta se despide de las hermanas Valencia sin importarle que requieran apoyo al salir de la tina.

Santiago entra en acción y se apresura a ayudar a su novia. Con cuidado cubre su cuerpo con una toalla, la carga entre sus brazos y la lleva hasta su silla de ruedas.

—¿Todo bien? —pregunta Santiago.
—Sí, amor, gracias —contesta la escritora, con un poco de frío.
—No me gusta nada la mirada de ese tipo —exclama él, volteando a ver a Bruno.
—Demasiado tarde, cuñadito —le dice Cecilia.
—Es en serio, Cecilia. Este tipo no les quita la vista de encima ni un segundo —responde Santiago.
—Cálmate, amor. La verdad, ya me estoy acostumbrando... Además, tú también te me quedabas viendo todo el tiempo cuando me dabas terapia —exclama Maya sonriendo.
—No es lo mismo, Maya, Santiago te veía con ojos de amor, en cambio este te ve de otra manera —contesta la Morena.
—Mariela, este imbécil te ve de una manera rara, perversa, con maldad… —dice Santiago muy preocupado, al abrazarla.
—Tranquilo, mi vida. No pasa nada —asegura ella y besa sus labios.
—Me iré a bañar —dice con una caricia Maya.
—¡Gracias, cuñado! —exclama Cecy, al caminar hacia los vestidores con su hermana.

Después de asearse y cambiarse de ropa, la escritora se despide de su pareja en el estacionamiento del hospital; él regresa a su clínica y ella se va a casa con la More.

Llega el fin de semana, y el sábado por la tarde Maya cumple su palabra de llevar a la pequeña Marijó a su parque preferido acompañadas por Santiago, con quien pasan una tarde agradable y divertida.

El domingo, los Valencia permanecen en casa todo el día; se dedican a arreglar algunas cosas y hacen las compras de la comida para la semana.

Santiago, por su parte, ayuda a su hija a hacer sus tareas y luego disfrutan de una película juntos.

El lunes por la mañana, el doctor Carmona llega a la clínica y como es su costumbre, lo primero que hace es abrir las ventanas de su consultorio y sentarse a leer su columna favorita… “Angelitos en la tierra”.

Lee atentamente el artículo de su novia, que lo deja totalmente sorprendido, tanto que al finalizar se comunica con Maya.

—Bueno —responde Maya, aún dormida.
—¿Qué pretendes con tu columna de hoy, amorcito? —pregunta Santiago desconcertado.
—¿Cómo que qué pretendo? ¿De qué hablas? —pregunta ella, al despertarse poco a poco.
—De lo que escribiste este semana en la revista —dice él, mientras ella sonríe.
—Ah, mi nota de hoy, ¿te gustó, mi vida? —pregunta Maya.
—¡No juegues conmigo, Mariela Valencia! —advierte Santiago, mientras ella se carcajea.
—¡Yo no juego contigo!... Simplemente quiero que la gente entienda que tener discapacidad no es ningún impedimento para tener una vida sexual activa y placentera, como cualquier ser humano —explica Maya, y él se pone nervioso.
—Y ¿cuándo comprobaremos esta teoría tú y yo? —cuestiona él.
—¡Más pronto de lo que te imaginas!... Mantente alerta porque ¡en cualquier momento puedo sorprenderte! —dice Maya con voz muy baja.


 "El sueño de un Ángel"Where stories live. Discover now