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Al otro día las cuñadas despiertan al mediodía, al igual que los demás.

-¿Qué onda? -dice Maya a Paloma, mientras siguen acostadas.
-Nada... oye.
-¿Qué? -pregunta Mariela.
-Anoche te hiciste mensa y no me contestaste lo que te pregunté -señala Paloma.
-¿Qué cosa?... oye, sí te contesté, te dijo que no -recuerda Mayita seriamente.
-Sí, cómo no -murmura la cuñis.

En ese momento entra Sara a la habitación.

-¿Ya les amaneció? -les dice en tono de burla.
-Ya, suegrita -responde riendo Paloma.
-Ya era hora. ¿No?... bueno párense que Betty quiere ir a comer a Santa Fe -añade Sarita.
-¿A comer? Será a desayunar, ¿no? -corrige Paloma, con un bostezo.
-No, mi vida. Es a comer para nosotros y desayunar para ustedes -aclara enseguida.
-Ay, pues ¿qué hora es? -pregunta la escritora.
-12.30 de la tarde -contesta la mamá.
-Ay, ¿neta? -dice con sorpresa Paloma.
-Sí, neta... ándenle, párense ya -repite Sara, acercándose a Maya para ayudarla a levantarse.
-Suegra, ¿y mis hijos? -pregunta Paloma.
-Abajo con la nana -indica la suegra.
-¿Han dado mucha lata? -vuelve a preguntar Paloma, levantándose.
-No.
-¿A qué hora despertaron? ¿Y la gorda cómo está? -sigue preguntado.
-Como a las nueve. Palomita está muy bien, desayunó muy bonito, se comió todo... Ya están listos los tres esperándolos a ustedes para irnos -cuenta Sarita.
-¿Se bañaron?
-Sí.
-Oigan, yo tengo que ir a las cinco a casa de Jisela -dice de pronto Maya, y a su madre no le agrada la idea.
-Ay, mamá, relájate. Ricardo me va a llevar, o si no, Jisela va por mí a donde esté. Ya hablé con ella -agrega la joven.
-Ah, bueno -acepta Sara.

Mariela y su familia se alistan para irse a comer todos juntos, mientras Santiago, que también acaba de levantarse, se dispone a disfrutar el resto del día con su madre y Marijó.

-Papi, papi, yo quiero ir a comer pizza y a la feria -pide la niña, al salir de su casa con Santiago y Estela.
-Claro que sí, mi princesa, vamos a donde tú quieras -responde el doctor, mientras su hija sube al auto.
-¡Yupi! ¡Sí que sí! -clama la pequeña.
-Y tú, madre, ¿adónde quieres ir? -le dice a Estela, viéndola un poco seria.
-A donde quieras, hijo. Me da igual -responde dándole una palmada en el hombro, y luego se sube al auto.
Santiago, al ver que su madre está un poco molesta con él, respira profundamente, después sube al auto.

Mariela y su familia comen en uno de sus restaurantes favoritos y pasan una tarde muy amena. Después dan un paseo por la plaza y hacen algunas compras.

Más tarde, Ricardo va a dejar a Mariela a casa de Jisela, quien, junto con Atzy, es presidenta del club de fans JC 4EVER MÉXICO, del que forma parte Mariela, ya que desde hace muchos años Jaime Camil es su ídolo.

Ella es moderadora de este club junto con Adry y Luz, y debido a esto a menudo se reúnen las cinco chicas para tratar algunos puntos sobre el club; o simplemente para platicar y pasarla bien, pues entre ellas y las otras chicas del club existe una gran amistad.

Al llegar, Jisela y Adry reciben alegres a su amiga y su hermano.

-¡Hola, amiga! -dice Jisela, al darle un abrazo a Mariela.
-¡Hola! -saluda la escritora.
-¡Hola Ricky! -Adry lo saluda de beso.
-¡Qué onda!... ¿y Luz? -pregunta el chico.
-No ha llegado, seguro se le hizo tarde -comenta Jise.
-Sí... ¿Quieres dejarle algún recadito? Jajaja -dice Adry, y ríen todas.
-Ja-ja-ja, ¡qué graciosas! No. Gracias... ahí se ven -dice
Ricardo, abriéndo la puerta del departamento.
-Ándale. ¡Gracias! -exclama Jisela.
-De nada... oye, Jise, ¿tú llevas a Maya al rato? ¿O qué onda? -dice de pronto él.
-Sí... vamos a cenar juntas, ¿no? -pregunta a Maya y Adry.
-Sí -responden ambas.
-Sí. Yo la llevo -dice Jise con amabilidad.
-Qué bueno, porque qué flojera regresar por ella -exclama Ricardo.
-Ricardo, no digas eso -responde Jisela.
-Es la verdad. ¿A poco a ti no te da flojera andarla llevando y trayendo? -pregunta Ricardo, haciendo sentir mal a Maya.
-Claro qué no, ¡porque es mi amiga y la quiero! -asegura
Jisela.
-Ricardo, si no tienes nada bueno que decir, ¡vete! ¡Bye! -dice
Atzy, cansada de oír sus tonterías.
-Ok. ¡Bye! -dice al salir de la casa.
-¿Y Atzy? -pregunta la escritora.
-Tampoco ha llegado -responde Adry.
-Ya no deben de tardar -piensa Jisela.
Minutos después llegan al lugar Atzy y Luz:
-¡Hola, hola! -saludan a todas.
-¿Qué onda? -exclama Atzy, al sentarse en el sofá.
-Luz, preguntaron por ti, amiga -comenta enseguida Adry.
-¿Quién? -dice emocionada Luz.
-¡Ricardo! -indica Jise.
-Mmmmmm... -responde molesta Luz, y las demás ríen.
-Bueno, ¡ya vengan! -les grita Jisela desde el comedor.
-Sí, amiga, ya vamos. Pero procura, please, no gritar mucho
que ¡me está estallando la cabeza! - dice Atzy, al ir hacia Jisela.
-Sí, please. A mí también me duele horrible la cabeza -agrega
Mayita, mientras Luz le ayuda a acercarse a la mesa.
-Oigan, yo les dije que no se desvelaran mucho anoche porque hoy íbamos a vernos y a estar trabajando -les recuerda Jise, un poco seria.
-Sí, amiga, pero escogiste un muy mal día para vernos -opina Atzy, ríen todas.
-Atzy, y que no supiste que quería que fuera a las doce, amiga -se burla Luz.
-Ay, no manches, yo a esa hora apenas me estaba despertando -confiesa a carcajadas Maya.
-Yo me levanté a las dos -declara Atzy.
-¿A qué hora llegaste a tu casa amiga? - pregunta a Atzy la escritora.
-Como a las 5:30, ¿y tú? -contesta.
-4:30 -dice Mariela.
-Jise, ¿y tú por qué no saliste, amiga? -pregunta Luz.
-Porque no tenía ganas y aparte me puse a estudiar porque el lunes tengo un examen -aclara Jisela.
-¿Examen de qué? -pregunta Adry.
-De actuación. Y es mucho lo que tengo que aprenderme -les dice con cara de flojera.
-Ay, amiga. Pero pues tú querías ser artista, ¿no?... ¡Ahora aguanta! -se burla Mayitis.
-Pues sí. ¡Ya qué! -añade resignada Jisela.
-Bueno, ya hay que apurarnos que me quiero ir temprano -expresa Atzy.
-¿Qué? ¿Y no vas a ir a cenar con nosotros? -pregunta enseguida Adry.
-Ay, no sé, no creo. Me duele mucho la cabeza -contesta.
-Déjenla. Ya saben que cuando sale con el novio, al otro día anda toda cruda y desvelada -bromea y se burla Luz.
-Bueno, ya, ¿no? ¡Vamos a trabajar! - dice Atzy un poco seria.
-Pues ya dinos qué vamos a hacer -señala Maya.
-No. Yo no sé... Jise, ¿qué se va a hacer? -pregunta confundida.
-¡Uy, y eso que eres señorita presidenta! -murmura Adry riendo.
-¿Cómo que no sabes? Si tú fuiste la de la idea, Atzimba -declara Jisela.
-Sí, amiga, pero tú sabes que yo los domingos no doy golpe... ¡Y no me digas Atzimba! -exclama la chica.
-¡Uuuy! Creo que se enojó -ríen todas.
-¡Ya cállense!... ya me acordé de lo que se va a hacer -indica repentinamente.
-¿No que no? -se burla la escritora.
-¡Sssshh!... se va a redactar una carta para el señorito Jaime Camil solicitando una convivencia con las chicas del club con motivo de su cumpleaños -explica la presidenta del club.
-Así es. Y esa carta la va a redactar nada más y nada menos que tú, Mayita -agrega Jise, mientras pone la computadora frente a Mariela.
-Ay, qué bonitas. ¿Y por qué yo?
-Porque tú eres escritora, amiga, y eres genial para eso de echar verbo -dice Jise, mientras le coloca la diadema que utiliza para manejar la computadora.
-Ah, ¿o sea que me estás llamando chorera y mentirosa? -reclama Mayitis.
-No, amiga. Sólo te estoy diciendo que eres genial para convencer a las personas -aclara y se carcajea Jisela.
-Ándale ya, escribe -pide Atzy, algo aburrida.
-Bueno, pero no estén con su escándalo, porque no me concentro -acepta finalmente Mariela.
-Ok, señorita. Lo que usted diga -bromea Adry.
-¿Y para cuándo sería la convivencia? -pregunta emocionada Luz.
-El día que el señorito pueda o quiera -responde Jisela.
-¿Y si no acepta? -pregunta la escritora.
-Pues ya, sólo le mandamos el regalo de parte de todo el club -supone Atzy.
-Ah, pues si no quiere, él se lo pierde -exclama Adry, y ríen todas.


 "El sueño de un Ángel"Where stories live. Discover now