CAPÍTULO 16

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Lafe se hallaba profundamente concentrado en el cuidadoso decorado de un pastel de fresa. Con habilidad manejaba la manga pastelera, formando finas y perfectas hebras de glaseado.

Por fin concluyó su trabajo, y se tomó un momento para admirar su creación.
Llevaba ya varios meses desde que embarcó en Neápolis, el Maestro Cocinero ya le había enseñado muchísimos aspectos relacionados con el arte culinario y se desenvolvía con extraordinaria habilidad, por fin se sentía orgulloso.

Un portazo lo sorprendió por detrás y se giró, a tiempo de ver al rechoncho hombrecillo entrando, y vestido aún con su característico traje blanco.

-¡Lafe, te he estado buscando por todos lados!-le espetó, mientras intentaba recuperar el aliento, su condición física no era precisamente la ideal.

-¿Qué sucede Maestro?-preguntó Lafe.

-Lord Bathorn ha ordenado desembarcar en Satterberg. Quiere que vayas a verlo inmediatamente a Navegación.

-¿Ahora?-respondió Lafe, mirando al pastel que acababa de decorar.

-Dijo que era importante, ¡muévete chico!-lo animó, mientras poco a poco lo empujaba hacia la puerta.

-Pero...el pastel.

-No te preocupes, esto es más importante. -concluyó.

Lafe se preguntó, porque uno de los hombres más poderosos del mundo solicitaba su presencia; habían hablado en el complejo de la Semilla, pero no dejaba de ser una conversación entre la servidumbre y la aristocracia.

Salió de la cocina y subió unas escaleras para salir al exterior, en la cubierta. El Sol de mediodía le dio de lleno y tuvo que entrecerrar los ojos para poder concentrarse en su destino.

Ubicó la estructura sobresaliente donde se hallaba Navegación, un semicírculo poligonal hecho a base de un material transparente, similar al del ecosistema Semilla, tendría algunos metros de ancho. En ese lugar, varios grupos de personas se encargaban de la navegación del Mensajero. Se dirigió hacia allá con pasos rápidos.

Cuatro guardias con sus negras armaduras y capas rojas franqueaban la puerta.

-¿Nombre?-preguntó uno, sin moverse.

-Lafe, señor. Lord Bathorn demanda mi presencia.

-Ah, el cocinero. Adelante. -dijo con desdén, mientras se hacía a un lado para que pudiera entrar a la estructura.

Abrió la puerta y penetró al lugar, mientras recordaba que no se había cambiado las sucias ropas manchadas de ingredientes del pastel.

Dentro, el Sol entraba fuertemente.

Diversos hombres se hallaban frente a varios extraños instrumentos, sin percatar la presencia de Lafe. Todos se hallaban profundamente sumergidos en lo que fuera que estuvieran haciendo.

Bathorn charlaba intensamente con un hombre ataviado de verde, el uniforme de Navegación. Era delgado, ya de edad madura y medio calvo, miró por un instante al chico.

Eldon Blakeney se acercó por detrás y le colocó una mano en el hombro.

-Espera. -le dijo en un susurro.

Al instante Bathorn sonrió y le dio la mano al hombre, juntos se acercaron a Eldon y Lafe.

-Bienvenido a Navegación, Lafe. -mencionó con una sonrisa.

-Gracias señor, es un honor. -contestó.

-Él es el Profesor Frobisher Stafford. -dijo, presentando al hombre vestido de verde.

-Mucho gusto, Lafe. Siempre es un placer tener a personas interesadas por la ciencia. Lord Danaguer me habló de tu visita a nuestro ecosistema. -dijo, extendiendo la mano.

Bathorn carraspeó y continuó.

-El profesor se hará cargo de tu educación de ahora en adelante. -indicó, dejando a Lafe sorprendido por tal revelación.

-Mi señor, el cocinero.

-Yo lo arreglaré, no malgastes esta oportunidad que te estoy brindando. Eres más que un simple sirviente Lafe, eso lo observé cuando nos conocimos allá abajo. -dijo con un tono sereno.

-De acuerdo señor, gracias.

-Bien, me retiro. Debo atender unos asuntos con el puerto de Satterberg. -finalizó.

Eldon y Bathorn se despidieron con un ademán, dejando a Lafe solo con el profesor.

-Bien Lafe, acompañame. Haremos una visita guiada por Navegación y luego iremos al estudio.

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