CAPÍTULO 18

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Mañana Capítulo 19 :D

Ante ellos se encontraba una gigantesca estructura de forma cilíndrica con una enorme cúpula de cristal blanco y coronada con una estatua del águila engranada.
Después de lograr pasar la última de las rejas de control, se detuvieron frente a un patio abierto y por fin descendieron del vehículo. Caleb pudo observar a varias personas rondando el lugar. La estructura era de piedra color bronce, escalones conducían a alguna de las puertas de madera oscura de varios metros de altura con el símbolo del águila. Cinco Centinelas se hallaban apostados en cada uno de los accesos.

Kyra les indicó que avanzaran detrás de ella. Se encaminaron a la puerta más cercana.

-Solicito acceso a la Biblioteca. -ordenó.

-¿Cuál es su asunto?

-Jurisdicción del Cónclave, dejadnos pasar.-dijo, firme.

Tres de los hombres se apartaron y el resto empujaron fuertemente, abriendo la puerta y permitiendo pasar al grupo.

Dentro, iluminado por la luz natural proveniente del gigantesco agujero en la caverna, se hallaba un elegante suelo de baldosas y grupos desperdigados de varios hombres, algunos armados y otros ataviados como científicos.

No parecían prestar atención a los recién llegados, se movían de un lado a otro, revisando notas, documentos y enormes máquinas alimentadas con lo que parecía ser, energía de Tesla.

Pero en realidad todo giraba en torno al centro, donde yacía un enorme artefacto similar a un giroscopio desarmado.

-¡Rachel, querida!-exclamó una voz a lo lejos.

Instantáneamente, Caleb giró el cuello, a tiempo de ver a un hombre canoso de rostro amable y gafas; era bastante ancho de cuerpo también.

Rachel se adelantó con una sonrisa y lo abrazó fuertemente.

-¡Doctor Stanley!

-Me alegra saber que te encuentras bien. El Cónclave se hallaba muy preocupado por tu bienestar. ¿Traes noticias?

-Me temo que sí, doctor.

Kyra y Caleb se acercaron y el científico los escrutó con la mirada.

-Bien, entonces iremos a la Biblioteca cuanto antes, un viaje se programó dentro de quince minutos.
-¿Viaje, a dónde?-preguntó Caleb.
-Se nota que eres un forastero, eres muy afortunado.-dijo, mientras se alejaba sin contestar la pregunta.

Caleb continuaba sumamente impresionado por todos los acontecimientos que habían sucedido. Pasaron los quince minutos y de pronto el ambiente se halló inmerso en medio de una profunda agitación. El ventanal del techo se oscureció, permitiendo pasar únicamente un rayo de luz. Kyra, Rachel y el doctor se acercaron al aparato y él caminó junto a ellos sin saber bien a dónde se dirigía, hasta colocarse sobre lo que parecía una plataforma. Kyra no se veía muy feliz.

-¿Pasa algo?-inquirió Caleb.

-Nada, sólo que viajar en esa cosa siempre me pone nerviosa. Los accidentes ocurren ¿sabes?

-Pregunto de nuevo, ¿viajar?

-Espera y verás.

Otro grupo de científicos se acercó y se pararon junto a ellos. Charlaban y reían sin preocupación.

De pronto, las máquinas comenzaron a emitir un sonido similar al vapor a presión y al trabajo forzado de un motor, muy fuerte y estridente. Todo se mezclaba en un zumbido intenso que llenaba el ambiente.

-¡Preparados para el traslado!-exclamó una voz salida de un gramófono.

La intensidad del ruido iba en aumento y de pronto, los anillos comenzaron a elevarse lentamente y a dar suaves giros.

Poco a poco, como en un extraño baile macabro, el sonido y el giro aumentaban progresivamente y al mismo tiempo, pronto se hizo insoportable, cada vez más rápido y cada vez más fuerte.

Caleb se tapó los oídos y profirió un alarido, pero era incapaz de escucharse y prestar suficiente atención a lo que los rodeaba. Miró de reojo a sus compañeros y lucían bastante normales, a comparación de él.

Súbitamente, todo se detuvo en un resplandor de luz blanca y por un momento creyó que había muerto.

Pero sus ojos poco a poco se fueron acostumbrando al ambiente que lo rodeaba, y se calmó el zumbido de sus oídos.

Lo que vio fue suficiente para dejarlo anonadado. Presenciaba la Biblioteca.

SKYLANDWhere stories live. Discover now