Capítulo 2

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7 años mas tarde
Reino de Esmir, Imperio Persa

Estaba sentada como cada día frente al espejo, una de sus damas estaba encaprichada en llenarle el cabello de joyas, joyas que no tardarían en caer, había sacado el cabello lacio de su padre y tanto el color como el largo de su madre, quizás debería cortarlo, iba ya poco mas abajo de la cintura. Finalmente desistieron y optaron por una diadema, colocaron unos aretes de oro, habían sido un regalo de la reina por su cumpleaños
-Gracias- Dijo cuando por fin le dejaron la cabeza tranquila

-Ya falta poco princesa, dentro de dos días se reunirá con sus padres
Jorshid dejó escapar entonces su sonrisa de siempre-Te diría que estoy feliz, pero es más que eso, va mucho mas allá- Se puso de pie y caminó por la habitación, abrió un cofre y adornó sus tobillos con finas tobilleras, miró de reojo hacia un rincón, allí, en las sombras, como siempre, Emir, con su semblante serio, siempre le habían llamado la atención sus ojos
-Puedes tomarte el día libre

-Las demás doncellas comenzarán a hablar- Dijo mientras bajaba la vista

-Déjalas que hablen, alimentan tu ego...es bueno...a veces- Le dijo a modo de reflexión- Anda, ve a hacer algo que te guste

La muchacha hizo una reverencia y salió de allí con la cabeza baja.

-¿Aún estás enojado conmigo?- Le dijo mientras tomaba asiento en uno de lo cojines y cruzaba los pies

-¿Contigo?- dijo con ironía- Imposible enojarse contigo...- Comenzó a caminar hacia ella, se recostó a una pared doblando el pie sobre esta- ¡Cómo crees que voy a enojarme porque saliste en mitad de la noche mientras caía una lluvia torrencial y según ustedes los mortales un frío del demonio!

-Estuvo mal, pero entenderás que no podía dejar mi arco y flechas desamparados, fueron un regalo de mi abuela

-Sabes lo que me costó encontrarte!? Eso sin contar los tres días de resfriado!

-¿Es por eso que llevas 3 días sin aparecer?- le dijo con calma

-Tenía que resolver algunos asuntos- En realidad había pasado esos tres días velando porque la vuelta a casa de su protegida corriera sin contratiempos

-Tengo 19...

-Eso ya lo sabía...- Dijo expectante, si cuando era una niña le costaba llevarle la contraria ahora lo era mas

-Entonces ya puedes dejar de tratarme como una niña- Alzó una ceja- Se que fuiste a Persépolis

-Si lo sabes, ¿en que consiste tu pregunta entonces?- Preguntó el joven con el rostro impasible

-Quería comprobar que tan sincero eras conmigo- Dijo con indiferencia mientras se encogía de hombros

-¿Que han arrojado sus resultados?

Ella se volvió a encoger de hombros- Nada que no supiera antes, y bien, todo está perfecto ¿no?- Dijo con su habitual sonrisa

-Por lo visto princesa, a su llegada la espera una gran celebración

Ella miró hacia otro lado, Emir pudo percatarse que tenía la mirada triste, pero su deber era protegerla no inmiscuirse en el curso de su vida...
-Y un gran compromiso también- Dijo con una sonrisa de amargura
...que podía hacer, le había tomado cariño a Jorshid- Venga, no te desanimes, aún puedes hablar con tu padre...créeme, no se opondrá, ese hombre te quiere con la vida

- Quiero a Qaisar, hemos compartido juntos muchos momentos de nuestras vidas...pero nada va más allá de una hermosa amistad...¿Crees que mi padre anule el compromiso? Sabiendo que nuestras relaciones con Esmir podrían verse comprometidas

Jorshid, la historia de una reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora