Capítulo 31

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Persépolis
Vashti había ido corriendo a avisar a su reina, esa noche había ido a visitar las tumbas de sus hijos, necesitaba paz

-Reina madre- La imponente señora levantó la vista de un libro que tenia en sus manos- Espero que tengas una buena razón para aparecerte aquí y de esa forma

-Están rodeando el palacio, traen la bandera de Esmir

-Ya no puede una ni rezar en paz- Dijo cerrando el libro, acomodó su velo-Reune a los guardias, da las instrucciónes a las mujeres y los niños- Dio una palmada y sus ojos brillaron- ¡Es hora de la acción!

Caminó rapidamente hasta el salón del trono, aquel con el sol grabado en el suelo, un sol que en aquellos tiempos parecía enegrecido, se detuvo justo ante el trono, ya no tenía derecho a sentarse allí, Iskander el rey de Esmir, con su armadura puesta y una espada desenvainada, los guardias se pusieron ante ella en actitud defensiva, pero caminó entre ellos hasta llegar justo ante su agresor

-¿Se puede saber por qué está todo tu ejército frente mi muralla?

-Ustedes han matado a mi hijo, ¿no es eso lo que tu promueves? vengar a los hijos muertos

-Yo no he matado a nadie, a tu hijo lo mataron los soldados de Izan, el nuevo rey de Kisra, pero supongo que ya sabías eso

-Mi hijo vino aquí a petición de tu nieta

-Mi nieta no lo obligó- Replicó con su habitual calma- Tu hijo vino porque ya era grande y supongo que sabía lo que hacía

-Me da igual de quien sea la culpa, mi hijo vino aquí y aquí murió, no pienso quedarme de brazos cruzados- Rebatió Iskander

-¡Oh no, claro que no! Ustedes los hombres nunca se quedan de brazos cruzados, eso sería una ofensa- Gritó con ironía

***
Tal y como dijo Setare habían salido justo a los establos, buscaron sus caballos, no había salido sin Ruya, era como tener a Qaisar cerca. Salieron lo más rapido que pudieron, tratando de escabullirse de los guardias para luego atravesar el pueblo y finalmente salir al bosque. Sintió un alivio inmenso al hacerlo, al menos durante un rato solo podría dedicarse a cabalgar sin pensar en otra cosa

-¿Cómo es eso que tienes al ejército de los inmortales?- Bueno a cabalgar y a responder las preguntas de Keyhan

-Los recluté, no creo que salgan barato pero al menos van a ayudarnos a ganar

-¿Tú? ¿Jorshid? La chica que no ha salido de Esmir en 7 años recluta al legendario ejército

-Si...yo...- Respondió en el mismo tono sarcástico que había empleado él

A esas alturas había aprendido a que cuando se proponía algo podìa lograrlo, además que no tenìa por qué mentirle en cuanto a eso- Muy bien- Se limitó a decir

Transcurrió otro rato luego de un silencio algo incómodo, no acostumbraba a estar en silencio en presencia suya, peleaban pero nunca en silencio- Lo que dijiste aquel día, sobre que también habías perdido a alguien, se sintió como si aún doliera mucho

Pasaron varios minutos a que se decidiera hablar, no le gustaba hablar de eso, menos de ella- Me refería a mi madre y al día en que murió

-Lo siento- Quizás no era tan malo como ella pensaba y a fin de cuentas todo el mundo tenía una historia que no quería contar

-Mi padre la golpeaba, se lamentaba que su hijo mayor fuese hijo de una extranjera pero que encima sacara sus rasgos, aún así aquel pedazo de infancia en el que todavía vivía fue la mejor época de mi vida- Volvió a callar- Un día hubo una rebelión en el palacio y que mejor forma de atentar contra el rey que matar a sus esposas e hijos, la madre de Delshad también murió aquel día, pero mi madre, ella nos escondió a ambos, él era muy chico aún, tendría unos 4 años...así que yo juré vengarme

Jorshid, la historia de una reinaWhere stories live. Discover now