Capítulo 21

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Keyhan estaba en el salon del trono, la silla del rey le pertenecía ahora, todo Persépolis le pertenecía, incluso Jorshid le pertenecía, su padre había hecho incapié en un heredero, pero algo le impedía ponerle una mano encima, desde cierto punto le atraía, era una mujer bonita, y aún sin todas aquellas joyas, el khol y esos vestidos ostentosos, con el cabello totalmente suelto a la hora de dormir seguía siendo atractiva. Pero era aquella mirada de fuego y desprecio que le lanzaba a veces o quizás la valentía con que se enfrentaba a él y a los miembros del consejo lo que le impedía siquiera pensar en la idea de ponerle un dedo encima, pero incluso él tenía un secreto.
Un anunciante proclamó la llegada de los visitantes

- Aban y su esposa Ester- Ambos hicieron una reverencia ante en nuevo rey

-Sean bienvenidos- Aquella no era una tarea propia del rey, ellos no eran nobles ni nada por el estilo, así que no entendía el especial interés de Jorshid en ellos

- Nos honra majestad- Expresó el hombre- Tengo negocios que quisiera tratar con usted

-¿Y no incluyen esos negocios a la reina también?- La voz de Jorshid hizo eco mientras tomaba asiento junto a su nuevo esposo- Sean bienvenidos, espero que su viaje pasara sin contratiempos

-Si majestad, Persépolis se recupera de una forma extraordinaria- Volvió a responder el hombre mientras su esposa solo agachaba la cabeza

Jorshid ladeó la cabeza- Ester, quisiera oir su versión del viaje- La mujer levantó la vista, miró a su marido- Puede responder sin necesidad de preguntar a su marido

-Majestad, comprenderá que como mi esposa necesita permiso incluso para ello

-Lo único que no entiendo es como aún existen hombres como usted, su esposa no necesita en absoluto su permiso- Se levantó entonces y tomó a la mujer del brazo- Ven conmigo- Miró a Keyhan- Volveré en un momento

-La reina puede ser un poco temperamental a veces- Dijo Keyhan mientras caminaba al encuentro del hombre- Pasemos a mi estudio y cuénteme sobre esos negocios

Aban hizo una reverencia para caminar un paso detrás del rey.

***
-Ester, te noté algo insegura hace un rato, hay algo que te preocupe, algo en lo que pueda ayudar

-Majestad, está siendo muy hospitalaria conmigo y se lo agradezco, pero hay cosas que no puedo contarle

En ese momento unas campanas sonaron precipitadamente, aquello solo podría significar una cosa, el palacio estaba bajo ataque- Ester, voy a preguntarlo solo una vez, ¿tiene que ver ese sonido con la reciente visita de tu marido?

-Majestado yo...

-¡Habla de una vez!- Gritó presa del nervio

***
Jorshid caminaba a paso apresurado por aquellos largos pasillos, un grupo guardias la seguían a cada paso, finalmente, Bard uno de los generales al mando se reunió con ella

-Majestad, están rodeando el castillo...

-Protege a las mujeres y los niños, llévalos a un ala segura y cersiórate que varios guardias se queden con ellos

-Majestad debe venir con nosotros, la princesa y su esposo han sido resguardados

-Muy bien, quiero arqueros en cada muro de palacio, a cualquiera que se acerque a menos de 50 metros van a disparar, asegurense de cerrar todo punto de acceso- El hombre hizo una reverencia y ella continuó su camino

Encontró a su abuela- Pensé que estarías recluída en tus habitaciones- Las dos caminaban juntas, a paso rápido

-Lo estaba, hasta que escuché que andabas pululando por los pasillos, ¿dónde está Keyhan?

-Tu primo, Aban, ha organizado una rebelión en mi contra, ha comprado un ejército de mercenarios que al parecer está siendo sostenido por alguien muy poderoso que ostenta mi trono...y en cuanto a Keyhan...bueno, puede que esté muerto

-Jorshid...

-Él y Aban fueron juntos a debatir de negocios, si Aban es quien trajo esos hombres, pues quizás tenía más esperándolo en el estudio

-¿Has dado orden de atacar?

-Aún no sabemos las intenciones de estos hombres, he dicho que cualquiera que se acerque mucho a palacio sera llenado de flechas envenadas

-No sabía que tuviéramos flechas envenenadas

-Las tenemos desde que tomé el trono, un motivo se seguridad

-Jorshid hasta que no sepamos dónde está Keyhan

-Lo sé, el rey está protegido en sus aposentos, por ahora necesito tu apoyo, voy a reunirme con los nobles y estoy segura que quieren respuestas

Llegaron seguidas por los guardias, todos abrieron paso, Jorshid se sentó en el trono, Nakisá justo detrás- Sé que están asustados, pero les aseguro que están seguros aquí, tenemos todo cubierto y todo bajo control, y nos encargaremos que los culpables de este asedio pagen con su vida

-¿Dónde está el rey?- Preguntó uno de los nobles

-Dada la importancia del rey para nuestra nación está a salvo

***
-Supongo que no quiere hablar sobre negocios precisamente, y a juzgar por esos guardias que no conozco, el sonido de las campanas voy a suponer que está detrás de todo esto- Keyhan estaba tranquilo, movía unos de sus anillos de un lado a otro, eran 5 contra 1, acabarían con él en cuestiones de segundos

-¿Estás buscando un rescate? Si es así puedo proveerte de cuanto oro quieras

-Ahora mismo mis tropas deben haber rodeado el palacio y listos para atacar a mi orden...

-Y quieren que yo...

-Queremos que firme esta renuncia al trono de Persépolis

Keyhan puso una mano sobre su simtra, estaba en desventaja, aquellos hombres lo habían traladado a algún lugar en ese palacio que no conocía y que posiblemente los guardias tardarían en encontrar- Supongo que está enterado de todo los trueques que tuve que hacer para llegar a ser rey de Persépolis, no la voy a entregar tan fácil

-Está consciente de que están bajo asendio

-¿Quien te envió? Una cosa así solo puede ser hecha por alguien de mucho poder y usted carece de ese- Keyhan apretaba el mango de su simtra, solo quería cortar la cabeza a aquel traidor

-El verdadero heredero al trono, el hermano del difunto rey- Aquella era una total revelación para él, no tenía idea de aquello y esperaba que Jorshid tampoco

-Libérame y te ofreceré el doble de eso

-No es una opción majestad

Jorshid, la historia de una reinaWhere stories live. Discover now