Capítulo 22

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-¿Jorshid ya saben donde está Keyhan?- Preguntó Nakisá cuando por fin todos abandonaron el salon del trono y pudo por fin respirar profundo

-Al parecer lo han llevado a algún lugar recóndito del palacio, solo pueden ser las mazmorras

-Puede ser una trampa- Alegó Nakisá sin dejar de caminar de un lado a otro- Concentrar a nuestros guardias en un solo lugar para luego acabar con ellos, eso nos dejaría completamente desamparados

Un guardia irrumpió la inusual calma- Majestad, el ejército invasor avanza y nuestras tropas aún están debilitadas por la guerra

Jorshid se acercó a su abuela- Si algo pasa cuida de Ghazal- Dirigió su mirada hacia un grupo de guardias que las protegían- Llévense a la reina madre a sus aposentos- Su abuela se reisitió- Es una orden

Quedó sola, avanzó entonces hacia una de las torres- Esperaba ver al rey- Le espetó Alí con su prepotencia de siempre, no estaba de ánimos para discutir con él

-Y yo esperaba ver que ya tuvieras esta situación controlada- Se inclinó para ver, habían alrededor de un centenar de hombres- ¿No le parece extraño que hasta ahora no atacaran?

-Jorshid, nos tienen rodeados, atacarán en un momento u otro

-Hay un centenar de hombres allí que fálcilmente nos hubieran atacado desde que llegaron, quizás solo nos quieren tener bajo cohacción

En ese momento una flecha surcó el aire- ¿Bajo cohacción no?- Dijo Alí con tono burlón- Le repito, este no es lugar para una mujer

-¡Da la orden general, disparen!-Millones de flechas surcaron el cielo hasta dar con el ejército contrario- Usted no es nadie para decir donde o no está mi lugar- Se giró entonces a uno de los guardias, era joven, quizás uno de los mas jóvenes allí- Reune a 3 guardias más, bajen a las mazmorras, revísenlo todo, y no paren hasta encontrar al rey...¿puedo confiar en su lealtad y discreción?

El joven se inclinó ante ella- Majestad, juré lealtad a usted y a este reino

-¡Entonces ve!- Volvió a respirar- ¿General, hay alguna posibilidad de que nuestras tropas puedan salir a hacerles frente?

-No lo se majestad, la mayor parte de nuestro ejército aún esta en nuestras fronteras regresando

-Entonces habrá que buscar una forma, ¡traigan los cañones!

-Hace mucho que no se utilizan-

Hizo oído sordo a los comentarios de Alí- Apunten los 3, esperen a mi señal...¡Ahora!- Tres cañones fueron disparados a la misma vez, cientos de hombres volaron por los aires, la tropa se veía disminuida notablemente- ¡Abran las puertas!- Junto con esa orden varios de sus hombres salieron a caballo a combatir al agresor- La próxima vez general, no quisiera decirle como hacer su trabajo, porque la próxima...quedará destituído a un simple soldado, si mi piedad es suficiente- Rapidamente se dio vuelta, comenzó a descender de aquella torre lo suficientemente rápido como para resbalarse, logró ponerse de pie, pero cojeó, se había torcido el tobillo -"Vaya buen momento para esto Jorshid"-

Caminó apoyándose en las paredes mientras se adentraba en el palacio. Los pasillos estaban desiertos, un grupo de invasores apareció ante ella, se echó a correr pero la condición de su tobillo se lo impedía un poco, tomó un candelabro y logró herir a uno lo suficiente como para ganar algo de tiempo, se tropezó con alguien en el camino- ¡Keyhan!

-¿Que haces aquí? Deberías estar con la realeza, protegida

Jorshid se agachó, tomó una simtra de algùn guardia que estaba en el suelo- Es bueno verte...vivo- Respondió mientras trataba de recogerse el largo cabello

Ambos caminaron hasta el patio- ¿Que pasa aquí Jorshid?

-Mejor pregúntate que estuvo a punto de pasar.

En ese momento, aparecieron el mismo grupo de guardias que Jorshid envió a por Keyhan- Ya era hora, tráiganlo- Ató una cuerda a las manos de Aban y de los otros hombres que los tenían cautivos, montó en un caballo- Abran las puertas

-¿Que vas a hacer?

-Voy a negociar su rendición por estos hombres, y si eso no funciona, pues a luchar se a dicho

Jorshid volvió a subir a la torre, miró a Alí- ¿Que hace aquí general? ¿No acaba de ver a su tan amado rey partir a combate?

El hombre bajó de la torre y otro grupo de soldados partió con él

***
Era ya de madrugada y la batalla había sido dura, Keyhan no consiguió hacer el trueque, así que la única alternativa era luchar. Estaban todos reunidos en el patio central de palacio, Keyhan informaba a todos sobre el éxito logrado en batalla, aprenderían a no volver a querer usurpar el palacio real de Persépolis. Todos estaban cansados, así que no dilató más y se retiró a su habitación. Su esposa estaba allí, con las mismas ropas de antes, sentada en el piso recostada a la cama

-Debes ir a que te miren eso- Le dijo mientras se sentaba junto a ella- ¿Estás tomando vino?

Jorshid lo mirò mientras volvía a servirse otro poco- Necesito liberar tensiones- ¿Quieres?

-Hoy hiciste un buen trabajo, practicamente dirigiste tu sola el palacio- Tomó una copa y esperó a que ella la llenara

-Lo sé, se que hice un buen trabajo, es mi deber como reina así que no debo ser reconocida por ello- Jorshid hablaba despacio, sin rencores- Y dirigí yo sola el palacio y el ataque, dilo, reconócelo Keyhan, te he demostrado que soy más que un objeto bonito- Dio un largo sorbo, la bebida ya comenzaba a hacer efecto en ella- Crees que no lo sé, ¿pensaste acaso que no te iba a reconocer?

-No tengo idea de lo que hablas Jorshid- Trató de quitarle la bebida de las manos, ella lo apartó

-Hace unos dos años, durante la boda de una de las hermanas de Qaisar, dos jóvenes cansados de la fiesta, bebiendo solos en una de las habitaciones de palacio...- Jorshid volvió a beber

-Así que te acuerdas de aquel día...- Finalmente le arrebató el garrafón pero esta vez para beber él

-Estaba borracha pero no tanto para no acordarme de tí, y de lo que hicimos, pero tranquilo, no te culpo, yo también lo quise en su momento

-¿Por qué no habías dicho nada hasta ahora?

-Porque ahora estoy borracha...y creo que hablé demasiado- Quería ponerse de pie, pero la habitación le daba vueltas, hizo un intento pero volvió a quedar en el mismo lugar- Me ayudas por favor, quiero dormir un poco

Keyhan dejó salir una sonrisa de medio lado, ella también recordaba aquella noche, la noche que pasaron juntos en Esmir y aunque ninguno de los dos se presentó con sus verdaderas identidades el destino los había vuelto a reunir. La alzó con una mano para ayudarla a volver a la cama, el volvió a su lugar hasta terminarse la bebida.

Jorshid, la historia de una reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora