IV-Determinación

992 122 13
                                    

Cerca de las ocho, cuando ya estaba listo para dormirme, la puerta de mi habitación se abre y veo a Jimin asomando la cabeza.

ㅡ¿Puedo pasar?ㅡpregunta.

ㅡClaro que sí, enanoㅡle digo.

Entra y detrás de él entra Chi, el gato de papá. Él lo encontró en la calle con una pata mal herida y todo magullado, probablemente por pelear con otro gato. El caso es que lo trajo a casa y lo curó con la ayuda de mi hermano. Es de color negro y sus ojos son amarillos. Yo no le caigo muy bien, como prueba tengo la pequeña cicatriz en la mejilla que me gané la última vez que intenté acariciarlo. El condenado gato no acepta ese tipo de afecto. Por otro lado sigue a mi papá y a mi hermano por toda la casa, y a veces hasta se deja acariciar por mi hermano y se pone a ronronear. Suele tener la mala costumbre de desaparecer por días, al menos así no tengo que aguantar sus bufidos todo el tiempo.

Jimin se sube a la cama y se acomoda junto a mí. Chi intenta subir también pero lo empujo y lo tiro de nuevo al suelo ganandome un nuevo bufido, finalmente se acuesta en el piso lamiéndose las patas.

ㅡY luego te preguntas el porqué le caes malㅡdice Jimin riendo, luego me miraㅡ. Vaya, de verdad te ves mal.

Sé bien como debo de lucir, con la cara y los ojos rojos por el llanto.

ㅡEs mi culpaㅡyo te contagiéㅡ continúa diciendo Jimin.

ㅡNo digas tonterías.

ㅡPero sabes qué, mañana iremos con mamá a un doctor que está atendiendo gratuitamente a las personas. No queda lejos. Seguro nos curará rápido.

ㅡNo te preocupes por míㅡle digoㅡ, yo estoy bien pero tú sí que deberías ir.

Es verdad, aún se ve pálido y enfermizo. Creo que llevarlo a ese doctor es lo mejor que puede pasarle. Es muy difícil conseguir buena atención médica ya que solo una consulta cuesta mucho dinero. Quisiera estrecharle la mano a aquel doctor que actúa tan desinteresadamente.

ㅡTú también debes ir.

ㅡNo, lo mío se me pasará pronto.

Claro que no se me pasará hasta que SunDong se vaya de aquí. Lo mío no es una enfermedad, es algo mucho peor. Pero no le digo nada de eso a Jimin. Después de un rato sale de la habitación seguido del gato.

En pocos minutos me quedo dormido.

°°°◇°°°

A la mañana cuando bajo por algo para desayunar ya no hay nadie en casa. Supongo que mamá y Jimin habrán ido al doctor y papá habrá salido a buscar cualquier trabajo que puedan darle.

Subo a mi habitación a darme un baño porque al menos seguimos teniendo agua corriente. La electricidad va y viene pero podría decirse que también contamos con ello.

Aprieto los dientes cuando un chorro de agua helada cae sobre mí. Me baño rápidamente y salgo de la ducha envolviéndome en una toalla. Rebusco en mi armario para ver qué ponerme. Justo cuando empiezo a vestirme la puerta se abre.

Paralizado veo a SunDong acercarse.

ㅡ¿Te sientes mejor, hermanito?ㅡ finge preocupación.

La siguiente escena puede ser chocante y demasiado fuerte para algunas personas. Si no te gusta puedes continuar en el siguiente capítulo. Si aún así decides leer, te recomiendo discreción.
Si continúan no me hago responsable. Yo os he advertido.







ㅡ¡Sal de aquí!ㅡle grito pero no me hace caso, por el contrario, se acerca más.

ㅡVaya, cómo has crecido...

Sé lo que planea hacer así que intento buscar algo para defenderme. Antes de poder hacer nada se abalanza sobre mí y me empuja hacia la cama con una mano en mi boca para evitar que grite. Intento safarme de su agarre pero no puedo, es mucho más fuerte que yo.

Me tira a la cama con él encima mío mientras sigo intentando soltarme. Del bolsillo de su pantalón lo veo sacar una pequeña cuerda con la que, a pesar de mi resistencia, logra atar mis manos a la cabecera de mi cama. Se quita la polera y con ella me tapa la boca impidiéndome gritar.

Desesperado veo como se quita también los pantalones para luego colocarse entre mis piernas. Cierro los ojos cuando siento su miembro en mi entrada, juguetea con su pene rozando ese lugar para luego de improvisto empezar a penetrarme fuertemente.

Mis lágrimas caen incesantemente a medida que va embistiéndome de forma dolorosa.

Después de un rato saca su polla aún erecta de mi interior. Con la mano se pone a masajear mi pene de manera intermitente y entre sollozos no puedo evitar soltar un gemido.

ㅡ¿Te gusta, zorra?ㅡpregunta aumentando el ritmo de sus manos. Más gemidos involuntarios salen de mi garganta y ahogo un grito cuando mete sus dedos en mí. Después de unos segundos metiendo y sacando sus dedos finalmente para.

Quita la playera con la que tapaba mi boca y por un momento me siento aliviado al pensar que me dejará ir. Dicho alivio desaparece cuando veo que acerca su pene a mi  cara.
Anticipo su acción y cierro firmemente la boca pero me da una fuerte cachetada para luego apretar mi garganta obligándome a abrir la boca para intentar respirar.

ㅡNi se te ocurra morder porque si lo haces te juro que te destrozo el ano con un paloㅡlo escucho decir y acto seguido mete su polla en mi cavidad bucal.

ㅡ¡Chupa!ㅡme grita y lo hago.

Con gran repugnancia chupo la punta de su pene pero él lo empuja hasta mi garganta y prácticamente me folla la boca. Lo saca y lo mete con fuerza provocando arcadas en mí. Eso parece solo excitarlo más.

Cuando se cansa de mi boca vuelve a mi culo y continúa embistiendo ahora con mucha más fuerza y rudeza.

Siento que voy perdiendo las fuerzas poco a poco. Después de unos minutos se corre dentro de mí.

Soy incapaz de moverme cuando él se levanta y quita las ataduras de mis manos para después salir  sonriendo de la habitación.

Me quedo allí. Quieto. En lo que a mí respecta, pudo haber sido una eternidad. Finalmente soy capaz de levantarme, siento un intenso dolor al hacerlo.

Me encierro en el baño y me tallo la piel bajo el agua. Las lágrimas siguen cayendo. Él me da asco y yo también, me doy asco a mí mismo. Al mismo tiempo me doy pena. Hay una gran gama de sentimientos, pero, detrás de la pena, del asco, de la tristeza, detrás de todo eso hay algo más. Determinación. Estoy determinado a matarlo. No me importa nadie más, solo quiero disfrutar del placer de verlo morir.

Al filo del alma ~ Taekook Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt