Al filo del alma ~ Taekook

XLIII-Sangre

Me deslizo por la pared hasta quedar sentado en el suelo. SunDong se agacha hasta que su rostro queda a la altura de la mía. Aún lleva su cuchillo en la mano descuidadamente.

Estoy tan cansado y me siento tan débil que apenas puedo levantar la mirada para verlo.

ㅡSunDong, basta con esto. Tengo sed, frío y hambre. Mírame, ya te has desquitado suficiente, por favor, déjame. No puedes ser tan cruelㅡdigo con mi voz saliendo ronca y siento mi garganta rasposa y adolorida.

ㅡPero, Jungkookie, apenas estamos empezandoㅡresponde él moviendo el cuchillo entre sus manos.

Por su tono de burla, por su mirada de diversión y por la nula compación que expresa, sé que no hay forma de que me deje ir. Planea realmente torturarme en este lugar hasta matarme.

Dejo caer mis brazos a mis costados, rendido finalmente. Suelto un suspiro, dijo que cada día sería peor... ¿qué me esperará hoy? Solo espero poder quedar inconsciente lo más rápido posible.

Mantengo mi mirada perdida, fija en la pared de la otra esquina hasta que escucho a SunDong hablar.

ㅡHoy quiero hacer algo lindo por tu novioㅡdice captando de inmediato mi atención logrando que fije mi vista en él. ㅡPara que veas que soy bueno hoy planeo enviarle una pequeña partecita de ti. Dime, qué quieres que le envíe de ti, ¿una mano, una oreja? Ja, ja, sería gracioso ver su cara, si lo guarda podría seguir enviándote en pedacitos y en poco tiempo te tendría completo. 

Se ríe mientras continúa moviendo el cuchillo de una mano a otra. Su expresión parece desquiciada, como la de un loco. Y bueno, de hecho lo es. Es alguien que ha perdido la cabeza, o quizá siempre fue así. No lo sé.

Lo que amenace en hacerme ya no me importa, igual me siento perdido y ya no tengo esperanzas. Sin embargo, el solo escucharlo mencionar a Taehyung me molesta, mucho. Pensar en el daño que le causaría lo que SunDong planea hacer, el solo imaginarme su rostro al recibir algo así, me duele inclusive más que el daño que podría causarme ese cuchillo.

SunDong da por hecho que estoy demasiado débil como para intentar hacer algo, y de hecho esta en lo cierto, mi cuerpo está tan molido que con suerte soy capaz de moverme.
Sin embargo, él no toma en cuenta lo que una persona desesperada es capaz de hacer. No tiene idea de lo que alguien sin nada que perder puede lograr. Yo ahora soy una persona desesperada.

No puedo permitir que hagan sufrir a quienes quiero. Voy a tratar de evitarlo, aunque eso implique mi último suspiro.

Mientras SunDong continúa riendo cerca de mi rostro, disfrutando del daño que hace, yo aprovecho para tomar el cuchillo de sus manos provocando un profundo corte en su mano derecha en el proceso.

Él suelta el cuchillo alarmado y cuando se da cuenta intenta recuperarlo pero yo ya lo tengo bien sujeto con ambas manos.

Me levanto y sostengo el arma en alto de manera amenazadora, como advertencia a SunDong para que no se acerque a mí.

Él solo se ríe. ㅡVamos, tú no harás nadaㅡdice, aunque tampoco se acerca. Se mantiene a una distancia prudente, manteniendo en alto la mano en la que le hice el corte, que ha empezado a sangrar en gran cantidad y las gotas de su sangre caen al suelo con ruidos sordos.

ㅡNo te acerquesㅡdigo empuñando mejor el cuchillo. Mis manos y todo mi cuerpo tiemblan, pero me mantengo firme.

ㅡBasta de tonteríasㅡexclama molesto y se acerca dispuesto a desarmarme mas no lo dejo.

Me aparto con la poca agilidad que aún conservo, aunque no es suficiente y SunDong logra agarrarme.

En un intento por apartarlo clavo el cuchillo en su pecho y él me empuja tirándome en el suelo con el cuchillo cayendo un poco lejos de mí.