XXVI-Prisionero del pasado

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Hace cerca de dos semanas que había traído a Jimin a la casa de Tae y ciertamente he estado más tranquilo desde entonces. El menor parece adaptarse a todo mejor e incluso más rápido que yo, lo cual me hace sentir un poco de celos, pues a mí me sigue costando horrores adaptarme a todo esto de la vida cotidiana de los sobrenaturales. He dejado de llamarlos subs al darme cuenta de que referirme a ellos de aquella forma despectiva no estaba bien ya que ninguno de ellos me ha tratado mal hasta el momento.

El pequeño Jimin parece incluso más feliz aquí, sin embargo, no ha dejado de visitar a mis padres. Yoongi se ha ofrecido a llevarlo con ellos de vez en cuando al ver que a mí me resultaba incómodo permanecer en el mismo lugar que SunDong, lo cual me ha hecho apreciar más al brujo a pesar de que sigo molesto porque no me haya dicho que Jimin ya sabía sobre él.

También está el hecho de que no se despega ni un momento de mi hermano; desde que lo trajimos el brujo pasa la mayor parte de su tiempo aquí, hasta le ha pedido a Taehyung una habitación para poder quedarse a dormir algunas veces. El alfa, aunque molesto por la invasión de su territorio, había cedido y le había otorgado una de las habitaciones más grandes, no por hospitalidad sino porque estoy seguro de que aún necesita convencer al brujo para apoyarlo en el proyecto en el que lleva tiempo trabajando y del cual no me ha querido hablar aún.

En este momento veo como Yoongi le enseña a un Jimin bastante interesado a jugar al ajedrez mientras que yo solo observo pues tampoco sé jugar aunque en realidad no me interesa aprender. Lo que realmente estoy haciendo es observar al brujo para que no se le ocurra hacerle nada a mi hermano. Sé que puedo parecer algo paranoico y que quizá exagero pues estoy seguro de cuánto quiere y aprecia Yoongi al menor, pero simplemente no puedo relajarme totalmente por miedo a que le pase algo como a mí. Simplemente tengo miedo, un absurdo miedo que no tiene fundamentos pero que aún así no puedo soltar por más que quiera.

ㅡJungkook, ¿podemos hablar?ㅡ Taehyung aparece a mi lado y sin poder evitarlo sonrío con solo verlo.

ㅡClaroㅡrespondo y salimos ambos de la gran sala.

Arrugo el entrecejo al ver que nos dirigimos hacia la habitación que compartimos. Y es que sí, finalmente decidí mudarme a su habitación pues, de todos modos, en medio de la noche siempre terminaba yendo con él ya que dormir me resultaba casi imposible si no sentía el aroma de su suave perfume cerca, tal vez debería de pedirle que me lo regale. Sin embargo, en todos estos días en que dormí con él solo hemos hecho eso; dormir. Nada más.

Al pasar más tiempo juntos he llegado a conocerlo mejor y francamente me gusta. Tenemos más cosas en común de lo que creía. Nos reímos con facilidad al tenernos cerca y estar a su lado resulta extremadamente cómodo.

Cuando abre la puerta del cuarto para dejarme pasar lo observo con precaución antes de ingresar. Si ha decidido traerme hasta aquí solo puede significar que lo que sea que tenga que decirme debe de ser algo grave pues de otra manera podía simplemente decírmelo en cualquier otro lugar.

ㅡ¿Que ocurre, Tae?ㅡpregunto una vez que cierra la puerta.

Él se rasca la cabeza y se acerca mostrando una sonrisa con fingida inocencia.

Cuando está lo suficientemente cerca pone ambas manos en mi cintura antes de comenzar a hablar.

ㅡBueno, ㅡempiezaㅡ ¿recuerdas cuando te hablé de mi familia?

Sí lo recuerdo, y es que no podría olvidar absolutamente nada sobre él; me he memorizado hasta sus lunares. Y no es que lo haya hecho a propósito si no que simplemente no puedo evitar hacerlo. Es algo extraño que siento y que me hace querer saber más sobre él.

Al filo del alma ~ Taekook Where stories live. Discover now