Amor de Meteoritos [Pausada]

3. Sorpresas (pt. 2)

La noticia de Jiang Chen dejó impactada a la familia Chen.

Y Xiaoxi tuvo que pellizcarse a sí misma para saber qué no estaba soñando.

¡Jiang Chen en Shanghái! ¡Podría tener una ligera esperanza de una relación! Definitivamente iría a la universidad.

–Wow, Chen, eso es una buena noticia. Claro que estaré encantado de ser tu profesor –dijo alegremente Gu Wei.

–Primo, también quiero que seas mi profesor –dijo torpemente Xiaoxi.

Su familia se rió un poco de ella, orientandola a terminar primero la secundaria y después pensar qué estudiaría en realidad.

–Te queda un año de escuela Xiaoxi, pensarás en algo. Eres muy talentosa y si ganas una beca en Mingde, harás de ti una persona mejor.

Chen Xiaoxi nunca había oído hablar de la universidad de Mingde, pero por como su familia había hablado de ella, significaba que era buena escuela.

–Haré mi mejor esfuerzo –dijo cerrando los puños y mostrando fuerza frente los demás.

Xiaoxi podía ser algo torpe para la escuela, pero cuando realmente estaba inspirada, lograba hacer todo. Así como logró participar en una obra de teatro sin hacer tanto el ridículo, lograría entrar a la universidad de Mingde.

💫🌸💫🌸💫

Esa misma tarde, Gu Wei pidió permiso a sus tíos para pasar la noche en su casa. Era bastante tarde y no contaba con un auto para regresar hasta Shanghái. Ellos, por su partes estuvieron encantados con dejarlos dormir en el antiguo cuarto de Gu Wei. Aún mantenía cosas suyas y seguiría siendo de él hasta que él lo decidiera.

–Tíos, quiero aprovechar que volvemos a estar solos para pedirles su consentimiento –habló a la hora de la cena. Jiang Chen se había marchado varias horas atrás y Lin Zhixiao se había adelantado a dormir –Quiero su permiso, de ambos, para poderme casar. Tía, quiero que tú me entregues a la mujer que amo.

Asombrados, los papás de Xiaoxi, miraron a su sobrino, sin palabras. Gu Wei tenía los ojos cristalinos y una sonrisa suave. Tranquila.

Xiaoxi, quién cabeceaba de sueño, terminó por despertar nuevamente y observó a los adultos mirarse uno a otro. Lo que acababa de decir su primo no era una decisión fácil.

¡Estaban hablando de matrimonio! ¡Su primo se iba a casar!

–Gu Wei, eso es... Eso es inesperado –dijo su tía –¿Estás seguro de esto? Sólo llevas ocho meses con ella y... En ocho meses no puedes conocer a alguien del todo.

–Tía, el tiempo no importa. Estoy seguro de lo que siento por Zhixiao. No quiero esperar más.

Xiaoxi no había convivido mucho con su primo los últimos años como para atreverse a saber qué piensa. En realidad, nunca lo supo.

–Bueno, nuestro Gu Wei ya no es un niño, querida, sabe las decisiones que está tomando y la responsabilidad que conlleva el matrimonio.

Con una ligera mueca, la Sra. Chen asintió despacio la cabeza. Aprobando la decisión de su sobrino.

–Gracias tíos. No hay nada que me pueda hacer sentir mejor.

Aprovecharon lo que quedaba de noche para platicar más sobre el sitio donde vivía ahora, las ventajas que tiene Shanghái, entre más.

Xiaoxi, por su parte, había recibido muchas sorpresas aquel día. Necesitaba descansar o tanta información provocarían que explote de estrés.

Aún tenía que prepararse para la carrera. Aunque ya tenía el regalo para Jiang Chen, aún así intentaría participar.