Amor de Meteoritos [Pausada]

9. Mudanza

A la mañana siguiente arribaron los amigos de Chen Xiaoxi a su casa para ayudar con el camión de mudanzas. También, un poco más temprano que ellos, Gu Wei.
Un total de diez personas trabajó en bajar, subir y mover las cajas y muebles de un lugar al otro, hasta que a medio día quedó terminada la labor.

–Tío, tú ve con la mudanza, yo me llevaré a la tía y Xiaoxi –dijo Gu Wei cuando cerraron las puertas del camión grande.

–Está bien. Pero anda con cuidado –le extendió un par de llaves a su sobrino y este las recibió con respeto –Las veré allá –por último se despidió de su esposa, hija y al final dejó a los amigos de Xiaoxi –Ustedes cuidense mucho chicos. Pórtense bien. Espero no pase mucho tiempo antes de que los vuelva a ver.

El Sr. Chen dio la vuelta y subió al camión de mudanzas.

–Xiaoxi, no tardes –le dijo su mamá después de también despedirse de los chicos.

Jingxiao, quién ya lloraba muchísimos, abrazó a su amiga y le pidió que no dejará de escribirle correos o le mandara mensajes de texto con frecuencia.

–Tampoco te vayas a conseguir otra mejor amiga, ¿Eh? –amenazó sin dejar de abrazarla.

–Entendido.

Los tres muchachos le dieron igual un abrazo a Xiaoxi y dejaron que se fuera.

Aún mientras el coche avanzaba, los cuatro amigos persiguieron el coche hasta donde el camino se los permitió. Cada vez el auto rojo se iba haciendo más y más pequeño. Xiaoxi ya no era visible para ellos.

Lu Yang consoló a Jingxiao cuando perdieron de vista por completo al coche.

Jiang Chen únicamente observó, en silencio, mas no soltó lágrima alguna. Él estaba seguro que la volvería a ver.

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El viaje duró al rededor de tres horas. Para la tarde, Xiaoxi ya estaba asombrada con el paisaje de su exterior.

–¡Wow! ¿Aquí vives Wei Wei? –le preguntó a su primo.

–No. Desafortunadamente este no es mi lado de la ciudad. Yo estoy más al sur, pero no estamos tan lejos. Me haré una hora de viaje en tren.

–Wei, deberías ya comprarte un coche. Aunque sea uno barato –opinó su tía.

–Tía, los ahorros que tengo son para comprarme un departamento. El coche será después. A parte donde vivo no hay estacionamiento.

–¿Cuándo podré conocer tu casa? –interrumpió Xiaoxi.

–Cuando terminemos de hacer su instalación te llevaré. Por cierto, miren, ésa es la famosa Universidad de Mingde.

Tanto Xiaoxi como su mamá, giraron el cuello con velocidad hacia donde Gu Wei señalaba.

La Universidad de Mingde era enorme. El primer edificio que se lograba ver desde donde estaban ellos era de una estructura de cristal completamente hermosa. No lograba ver más allá de aquel edificio, pero se imaginaban lo bella que era por dentro.

–¿Cuándo comenzarás a dar clases?

–Quizás el siguiente semestre, no éste, el próximo. Así que, te quiero ver en esa escuela seguido –señaló con el dedo a su prima a través del espejo retiro y luego siguió conduciendo.

También pasaron por la futura nueva secundaria de Xiaoxi.
Por su apariencia exterior, ya le desagradaba la idea de estudiar ahí. Habían unas enormes escaleras que tendría que subir todos los días, a parte, al parecer llevaría falda y no pans como en Wujiang.

"Espero que esté último año termine rápido". Pensó para ella misma.

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Más tarde por fin llegaron a su nueva casa. Esta vez, tardaron el doble de tiempo bajando y subiendo todo. Eran la mitad de personas trabajando. Sólo casi al final, una pareja de la edad de Xiaoxi los ayudaron con lo que pudieron y después se marcharon.

–Xiaoxi, elige tu habitación –había dicho su madre al entrar al departamento.

Su nueva casa era casi del mismo tamaño que la anterior. Quizás un poco más chica, pero no le quitaba el encanto de ser acogedora.

–Gu Wei, ¿Está bien si te dejamos la habitación pequeña? Es para cuando necesites dónde dormir.

–Tía, el hecho de que me sigas recibiendo en tu casa me es suficiente. Gracias por seguir cuidando de mi.

Al finalizar la noche, la familia terminó exhausta. No lograron sacar nada de las cajas. Las maletas quedaron cerradas. Incluso las camas estaban sin armar.

Cada integrante se acomodó cómo pudo dentro sus respectivas habitaciones y dejaron el resto del trabajo para el día siguiente.

Aunque hizo falta más que un día. En realidad, ocuparon la mayor parte del verano trabajando en arreglar su casa, acostumbrarse a su nueva vida y sus nuevos trabajos.

Quienes más trabajaron en ello fueron, por supuesto, la mamá de Xiaoxi y ella misma. Gu Wei les ayudaba los fines de semana e incluso llevaba a Lin Zhixiao para que aportara más ayuda.

Era el primer verano de Xiaoxi donde trabaja en vez de divertirse. Incluso, estaba tan ocupada y terminaba tan cansada, que por las noches se olvidaba de responderle los mensajes a su mejor amiga.

Jiang Chen no había mostrado interés en preguntarle si ya se habían instalado. La noche que llegaron, Xiaoxi le envió un mensaje a él diciéndole que ya estaban en casa y a cambio sólo recibió un "Está bien" de ahí en fuera, nada.

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Terminó el verano. Aún quedaban detalles por arreglar en la casa nueva, pero ya eran cosas que su madre o la misma Xiaoxi podrían hacer con el tiempo.

De lo que se tenía que preocupar por ahora, era de preparar sus cosas para el primer día de clases al día siguiente.

–Mamá, ¿No puedo ir a otra escuela? No le gusta el uniforme de esa escuela.

–¡Qué tonterías! El uniforme no te va impedir prestar o no atención a las clases. Anda, plancha esa falda.

De mala gana, llevó su uniforme nuevo a la habitación de su mamá a plancharlo, después, regresó a su habitación a seguir leyendo comentarios de la Secundaria Superior de Pudong.