26. Sabor a vinagre (Pt. 2)

98 14 3
                                    

Jiang Chen salió de ahí a toda prisa. Sintió que por primera vez, en muchos años, la familia Chen lo había reemplazado.

Llegó hasta la residencia y buscó la información que pudo bajar sobre Doaming Si. En la web únicamente se mencionó su nombre en alguna que otra vez, pero el nombre Doaming Feng era el las popular entre todos los resultados.

–Así que es un niño rico –dijo murmurando para sí mismo.

Él sabía que los Chen no eran una familia interesada, pero no podía dejar de pensar que lo preferían para Xiaoxi.

Cerró la como de golpe y se fue a recostar. No hizo tareas y dejó que la noche llegara sin más. Preguntándose si debía o no luchar por Xiaoxi.

💫🌸💫🌸💫

[En otra parte de la ciudad]

–A-Si, ¿Dónde estuviste toda la tarde?

–¿Te importa a caso?

–Sí. Faltaste a la práctica de Bridge y no atendiste el teléfono. Ahora llegas como si nada y lo peor, llegas sonriendo como un adolescente enamorado.

–¿Te parece que estoy enamorado?

La actitud de A-Si era diferente a cualquier otra. Había pasado una tarde muy relajada en casa de Xiaoxi, comiendo costillitas de cerdo, sopa de wonton y rollitos primavera.
Era la primera vez que comía platillos tan sencillos, su dieta siempre constaba de comidas y bebidas elegantes ¡Pero esa vez incluso había pedido doble ración! Y no le había importada.

También recordó su plática con Xiaoxi.
Cuando anocheció, la niña fue obligada por su mamá a acompañarlo hasta el pie del edificio. En todo el rato en su casa, no habían podido quedarse a solas y hablar (que pocas ganas tenía Xiaoxi de hacerlo).

–Bien, deja de fingir, ¿Qué estás tramando? –le preguntó enojada cuando salieron a la calle.

–No estoy fingiendo nada –el rostro de A-Si seguía siendo tranquilo. Relajado.

A causa del viento, un par de hojas diminutas habían caído en el flequillo de la menor. Un impulso desconocido hizo que A-Si se acercara para quitárselo de ahí.

El corazón de ambos latió muy veloz. A-Si se sentía completamente nervioso ¡Jamás había hecho un acto así! Esperaba de Xiaoxi una reacción rápida, que se apartara, pero no lo hizo, sólo lo miró a los ojos por un breve momento.

–Tenías una basura –dijo apartando su mano.

–Gracias –Xiaoxi llevó sus manos hacia su cabello y lo peinó inútilmente con los dedos.

–Oye, ¿recuerdas que me debes un teléfono?

–¡Otra vez con el tema! ¡Yo no te debo nada! ¡En todo caso no tengo dinero para comprarlo!

–¡Ey! ¡Yo no te pedí que lo rompieras! De todos modos ya tengo uno nuevo. El punto al que quiero llegar es que aún estás en deuda conmigo.

–¡Bien! ¿Te parece si hacemos abonos semanales? Te daré el dinero cada que reciba mi paga en el trabajo.

–¿Dónde trabajas?

Amor de Meteoritos [Pausada]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant