Amor de Meteoritos [Pausada]

18. Costillas de cerdo agridulce

Más tarde, esa misma noche, continuaron hablando de los proyectos que tenían cada uno de los presentes, como Gu Wei, que está buscando una casa para cuando se case con Zhixiao, o el hermano de Ye Muxi que es guionista y está en la creación del un guión para una película nueva.

-Bueno, ya que estamos hablando de lo que haremos en el futuro -interrumpió de repente la Sra. Chen -quiero contarles algo a todos. ¿Recuerdan que cuando vivíamos en Wujiang quería poner mi negocio de comida para llevar? Bueno, pues he decidido retomar el proyecto. He conocido a muchas personas por aquí que a veces no tienen tiempo de preparar un almuerzo para ellos mismos, para sus hijos o maridos, así que me propuse comenzar la siguiente semana haciendo perdidos de almuerzos diarios.

-¡Wow! ¡Tía! ¡Esa es una gran iniciativa!

-¡Má, tu comida es la mejor! ¡Vendrás mucho!

-Cariño, estoy muy feliz por ti.

Los chicos aplaudieron el proyecto de la Sra. Chen y se ofrecieron como voluntarios a ayudarles a repartir la comida después de clases.

-¡Ey! No olviden que aún tenemos clases.

-Hermano Wei, eso lo podemos ajustar, creo que dos veces a la semana serán suficientes ahora.

-Sí. Y también podemos hacer algunos folletos y repartirlos por el campus, así más personas conocerán el poder de mi mamá.

-¡Qué gran idea! Yo los puedo dibujar.

-¡Yo te ayudo!

Las dos niñas se levantaron de la mesa y fueron al cuarto de Xiaoxi por colores y hojas, después regresaron a la sala con los que aún quedaban ahí y comenzaron a dibujar.

Para tres días después, las chicas ya tenían un montón de papeletas que repartieron por toda la secundaria y también a algunos alumnos de la universidad de Mingde.

-La universidad es muy grande, deberíamos dividirnos... Liao Danyi, ¿Puedes ayudarnos con estos?

Su amigo recibió algunos volantes y se marchó con dirección a los edificios tres y Ye Muxi se fue al último edificio siguiendo a Gu Wei.

-Hermano Wei, ¿También me podría decir qué lugares son buenos para dejar volantes?

-Claro, te mostraré el tablero de anuncios de cada carrera. Vamos.

Xiaoxi se rió un poquito cuando los vio alejarse. Ella sabía que Ye Muxi gustaba de su primo pero que jamás se atrevería a salir con él.

Así, riéndose de las ocurrencias de su amiga, dio media vuelta y caminó hacia el primer edificio. Iba distraída, sin ver hacia el frente y pensando aún en Ye Muxi y su primo. Sin darse cuenta, pronto chocó con una figura alta. El impacto con el muchacho provocó que Xiaoxi se tambaleara y tirará todas las papeletas que llevaba en la mano. Cuando alzó la mirada, se dio cuenta de quién era.

–¿¡Otra vez tú!?

–Lo mismo digo yo, ¿Tú de nuevo? –A-Si estaba frente a ella, con el mismo entrecejo fruncido y una línea recta en sus labios. Detrás de él, también estaban sus amigos de la vez pasada –¿Por qué no puedes fijarte nunca por dónde caminas?

–¡Tú eres el que no se fija! ¡Tiraste todos mis volantes! –el contrario pareció no importarle, así que, ignorandola, se propuso a continuar.

Xiaoxi estaba enojada ahora. Con valor, se puso frente a él impidiéndole el paso, aunque éste logró esquivarlas, ignorando los gritos que Xiaoxi lanzaba a sus espaldas. Dos de sus amigos lo imitaron, aunque ellos no mostraban mala cara, por el contrario, llevaban dibujada una pequeña sonrisa.