13. El chico de peinado extraño

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La visita a la universidad de Mingde se terminó.

Los alumnos terminaron agotados y durante el trayecto de regreso ninguno habló, otros se quedaron dormidos.

Xiaoxi, por su parte, iba muy entretenida leyendo distintos folletos de las carreras que la universidad ofrecía. Sólo había tomado unos cuántos. Incluidos los de medicina, para enviárselas a Jiang Chen.

–Chicos, estamos por llegar a la escuela. Para no perder más tiempo les quiero decir algo rápido –habló de pronto el Sr. Wu –gracias por su comportamiento el día de hoy. De verdad, les agradezco a todos. Espero que la visita a la universidad sea de mucha ayuda para ustedes y tomen una buena decisión en cuanto a su futuro. Trabajaremos el ciclo escolar para que ustedes puedan lograr entrar a Mingde, y claro, nos esforzaremos para que lo hagan con beca. Es todo. Nos vemos el lunes a primera hora.

El autobús se estacionó y los alumnos descendieron de él. Ya no se entretuvieron en despedirse y tomaron sus respectivos rumbos a casa. Xiaoxi, Muxi y Danyi regresaron a casa hablando poco y de lo triste que fue no haber tenido su grupo de estudio por aquel día.

–Podemos reunirnos mañana, aunque sea nosotros tres –sugirió Ye Muxi.

–¡Sí! Sería increíble. Si quieren yo puedo poner esta vez mi casa. Mis papás no estarán mañana y mi primo quizás llegue por la noche (si es que puede venir), no habrá problemas –sugirió Xiaoxi, contenta.

–¡Claro! Quiero conocer tu casa. Mañana nos escribimos para quedar de acuerdo. Descansa.

Se despidieron en la misma esquina y Chen Xiaoxi siguió caminando las calles que le hacían falta. En pocos minutos, llegó al pie de su edificio y, con algo de miedo, se detuvo.

Frente al edificio habían tres chicos  altos, casi tan altos como su primo. No los distinguía bien a causa de la poca luz que ya quedaba en el exterior. Le daba algo de temor acercarse. Quién sabría sus intenciones.

Retrocedió unos pasos, dispuesta a  correr y esperarse en alguna tienda a que aquellos muchachos se fueran. Pero Xiaoxi siempre había sido torpe. Antes de dar la media vuelta, chocó contra algo y cayó de espaldas al suelo.

Miró frente a ella y tardó varios segundos en recorrer el enorme cuerpo que estaba ahí. Era un chico, bastante alto, delgado y con un peinado extraño.

¿Son rastas? Se preguntó la niña al verlo.

–¿Tú eres Chen Xiaoxi? –habló el muchacho.

–¿Quién eres tú?

–¿Eres o no eres? –la voz de él sonaba fría. No tenía intención de ser amable y mucho menos de entablar una conversación con nadie.

–S-Sí –respondió con timidez.

–Ten –extendió a Xiaoxi su identificación y siguió caminando con dirección a los tres muchachos del principio. Después, los cuatro subieron a un Lamborghini azul y desaparecieron de ahí.

¿Quién era él? ¿De dónde había sacado su identificación? Xiaoxi tardó al menos unos minutos más en el suelo, después, se levantó y subió a su casa con curiosidad.

Aquel muchacho de peinado extraño había salido de la nada y desaparecido en segundos. No habló más de diez palabras y aún así logro que su voz resonara dentro de la cabeza de Xiaoxi por un buen rato.
En algún momento de la noche, dudó si aquella escena había sido parte de su imaginación, creada por culpa del cansancio.

Amor de Meteoritos [Pausada]Where stories live. Discover now