Amor de Meteoritos [Pausada]

31. Partida de Bridge

A la mañana siguiente, todos los alumnos de la universidad de Mingde comenzaron a apostar entre ellos sobre quién sería el primer perdedor, sí Chen Xiaoxi o Jiang Chen.

Nadie apostó a que ganarían. Era imposible.

–Ye Muxi, tú no deberías estar aquí –regañó Liao Danyi a su amiga que buscaba con la mirada a Xiaoxi.

–Y tú deberías estar en clase –vio a lo lejos llegar a Xiaoxi acompañada de Jiang Chen. Detrás de ellos, también venía Gu Wei –¡Xiaoxi! ¡Hermano Wei! ¡Aquí!

Caminó hasta llegar a ellos y saludó a su amiga.

–Wow, te pintaste el cabello –alabó Xiaoxi al ver su nuevo look.

–¿Cómo se me ve? ¿Te gusta?

–Se te ve increíble –Aunque Xiaoxi estaba feliz de ver el cambio en su amiga, no pudo mostrarse como tal.
Estaba muriendo de nervios.

–¿Estás lista? –le preguntó Ye Muxi a su amiga una vez más.

–No. Pero aquí vamos.

En punto de las dos de la tarde, la energía del lugar se volvió pesada. Todos los estudiantes que ya esperaban ansiosos fuera del salón de Bridge se quedaron con la boca abierta de ver llegar a los F4.

Doaming Si ocupaba el frente, a su lado, venía Meizuo y detrás de estos, Hua Zelei y Xi Men.

Los primeros dos integrantes pasaron al salón, seguido de Hua Zelei y Al final, Xi Men, que permitió la entrada a la pareja rival.

Una vez los seis dentro, la puerta del salón se cerró.

Ye Muxi cruzó los dedos pidiendo suerte para su amiga, mientras que Liao Danyi y el dr. Gu platicaban sobre el juego que realizarían.

Mientras tanto, en el salón de Bridge, las parejas se sentaron una frente a la otra. Ximen y Hua Zelei se turnarían para ser el árbitro.

–Antes de empezar, cada equipo expondrá lo que está en juego. ¿Señorita Chen? –Antes de hablar, Jiang Chen le ganó la palabra a la menor.

–Queremos que Doaming Si y ustedes se alejen de nosotros.

–Bien. Si ganan así será. ¿A-Si?

–Chen Xiaoxi saldrá conmigo a una cita. Real, no como la última que tuvimos.

–Otra cosa –se puso a la defensiva Jiang Chen.

–Entonces cambia tu apuesta tú primero.

El menor de los muchachos se quedó callado.

Tenemos que ganar. Pensó

Comenzaron a repartir 13 cartas al azar a cada participante.

–Ustedes establezcan cuántas para ganar.

Jiang Chen meditó unos momentos y respondió:

–Siete de trece.

–Lo consideró justo.

Y dicho esto, comenzó el juego. Las cartas en las manos de los participantes se fueron vaciando poco a poco según los turnos y jugadas.
Una hora después, Los cuatro jugadores quedaron con una sola tarjeta.

–Bien. Ahora, sabremos la definitiva.

Si las cuentas de Jiang Chen eran correctas, el que tenía la última carta más alta era Doaming Si. Así que ahí terminaban sus esperanzas de ganar.

Xiaoxi fue la primera en bajar su tarjeta. Seguida de él, Meizuo Jiang Chen y al final, A-Si.

Antes de dejar su carta, Jiang Chen aprovechó aquella oportunidad para mirar a Xiaoxi y hacerle saber que todo estaba bien.

Con un golpe fuerte, el líder de los F4 golpeó la mesa, sacando de su conexión visual a los dos menores.

–Esta bien. Nuestra tu carta. Si pierdo, lo reconocerte –habló con impaciencia Xiaoxi.

Luego de varios segundos es suspenso, dejó ver la carta.

Un diez de diamantes hacía sobre el resto de las cartas. Dejando marcado quién era él vencedor del juego.

Jiang Chen soltó un ligero suspiro y con tranquilidad quiso saber cuál era su apuesta.

–Quiero salir con Xiaoxi. A una cita de verdad, no como la última en la que pasamos la noche en el elevador.

–De ninguna manera –un enojo muy grande se apoderó de Jiang Chen, quién en segundos se puso de pie y cubrió a Xiaoxi con su cuerpo.

–No está en negociación aceptar o no. Perdieron el juego. Acepten el castigo.

Jiang Chen se aferró más a la menor, que entre confusión, lo apartó de ella y dio la cara ha Doaming Si.

–Yo acepto la derrota ¿Cuándo es la cita?

Los F4 sonrieron asombrados de las palabras de Xiaoxi. Y quién de verdad estaba cautivado era A-Si.
La sonrisa que mostró era diferente a todas las que se le habían visto nunca.
Daba ternura verlo.

–¿Xiaoxi? –preguntó con un hilo de voz Jiang Chen.

–Dime cuándo y dónde –ignorando al más alto, Xiaoxi siguió cuestionando a A-Si.

–Te lo haré saber más tarde.

Los dos menores ya no tenían nada que hacer ahí. Así que, resignados, salieron del salón de Bridge.

Fuera, un montón de alumnos los observó salir cabizbajos. Enseguida se dieron cuenta que habían perdido.

–¡Xiaoxi! –Ye Muxi llegó hasta ella y la rodeó con los brazos –¿Cómo te fue? ¿Perdieron? ¿Ganaron?

–Perdimos

–¿Cuál fue la apuesta? –habló de pronto Gu Wei.

–No Quiero hablar de eso. Vámonos.

Más tarde, todos se reunieron en casa de Xiaoxi, que no había dejado dado pista de cuál había sido su reto.

Entrada la noche, recibió un mensaje de Doaming Si informándole que pasaría por ella el siguiente viernes para llevarla a su cita.

–¿Te emociona? –le preguntó su primo.

–¿Por qué lees mis mensajes?

–Perdón. Sólo giré la cabeza y noté que no dejabas de leer el texto.

–Pues no andes leyendo lo que no.

Era la primera vez que Xiaoxi se enojaba y hablaba así a su primo. El mayor intentó adivinar qué era lo que sentía su prima, pero cuando menos se dio cuenta, Xiaoxi se había marchado a su habitación.

La menor no sentía enojo hacia su primo ni a lo que pareció ser que espiaba su teléfono. Sino que sentía coraje con ella misma.

Estaba enfadada porque muy en el fondo, el mensaje de Doaming Si le había alegrado la noche.