11. Consejos

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Los días posteriores al inicio de curso, los alumnos de la Secundaria Superior de Pudong comenzaron a trabajar arduamente para completar las tareas y proyectos que tenían.

Sus profesores dejaban al menos tres tareas por día (sin mencionar que al día tenían siete materias distintas). La mayoría de ellos pretextaban que lo hacían por su bien y los preparaban para su futuro en la universidad.

Con todo y trabajos, los alumnos de la clase 10 siempre encontraban tiempo para divertirse. Dentro o fuera del salón de clases. Incluso invitaron a Xiaoxi a unirse a su grupo de estudio. Sólo lo conformaban ocho personas y se reunían en la casa de Ye Muxi.

–Hoy haremos uno. Ven un rato, de todos modos, somos vecinas.

–Me gustaría ir, pero los fines de semana viene mi primo de visita. Tendrá que ser otro día.

En realidad Gu Wei no llegaba ese día, sino hasta el siguiente. Pero ella quiera aprovechar su tarde de viernes para escribirle muchos e-mails a sus amigos. Estaba ansiosa por contarles su primer semana de clases y tambien la visita a Mingde.

–Está bien. Nos podemos reunir en otra ocasión.

A Xiaoxi por el momento no le importaba mucho socializar. Le importaba más poner al corriente a sus amigos que nada.

Al primero que escribió, por supuesto, fue Jiang Chen. Le contó a lujo de detalle cómo era su casa nueva, el camino a la escuela, la institución y sus compañeros.

Xiaoxi: De verdad esta escuela es extraña. Desearía poder volver a Wujiang. No olvides escribirme y contarme cómo te está yendo a ti. Tampoco tardes en hacerlo. No dormiré hasta que me respondas.

Pero la espera de Xiaoxi fue en vano. La única persona que respondió aquella noche fue Jingxiao, incluso la llamó por teléfono.

–Tenemos un proyecto importante que entregar la siguiente semana. Debiste haber salido con ese grupo de estudio –le dijo su amiga al otro lado de la línea –a parte, creo recordar que Jiang Chen dijo que no tendría internet hasta el siguiente lunes, al parecer hubo una falla en el edificio donde vivías.

–Desperdicié mi tiempo para nada –dijo Xiaoxi, triste.

–¿Y los chicos allá? ¿Cómo son?

–Ninguno es guapo, si es lo que quieres saber. Tampoco son inteligentes... Más bien creo que todos son muy... Raros –volviendo al tema de su nueva escuela, Xiaoxi le contó la personalidad de sus compañeros de clase. Jingxiao se reía de aquello que le contaba su amiga e incluso intentaba imaginar cómo eran los gemelos de los que tanto le hablaba.

–Xiaoxi, aún es temprano, deberías alcanzar al grupo de estudio. Seguro que te revisen.

La niña pensó las cosas dos veces. Era verdad que aún tenía oportunidad de llegar con sus demás compañeros, pero aún así, dudaba.

–Bien –respondió después de un rato –iré. Te llamo después.

Colgó con su amiga y un minuto después llamaba por teléfono a Ye Muxi para anunciarle que siempre sí se uniría con ellos.

–¡GENIAL! –Gritó la jefa de grupo –te veo en diez minutos en la esquina donde nos separamos.

Rápidamente, volvió a colgar el teléfono, tomó sus utilices y salió corriendo a avisarle a su mamá que saldría un rato.

Tal como acordaron... minutos más tarde se encontraron en la esquina que separaba sus colonias. Ye Muxi llevaba puesto un pantalón acampado un poco pasado de moda, pero extrañamente a ella se le veía bien. Tenía un cuerpo delgado, era alta y su cabello era completamente largo y lacio. Sin duda a Xiaoxi le pareció muy bonita y creyó que alguien como ella tendría que tener novio.

–¿Quiénes se reuniron hoy? –preguntó Xiaoxi de camino a casa de Ye Muxi.

–Liao Danyi, Huang Nan y Huang Yi, Xue Xiaodong, Zhu Shanqi, Guan Xinyi y tú.

Después de la larga caminata, llegaron a la casa de Ye Muxi. No era una tan grande, pero se veía acogedora.
Entraron al salón principal y los presentes le sonrieron a la nueva integrante.

–Bienvenida. Recién estábamos empezando con la lección. Ponte cómoda.

Xiaoxi tomó lugar junto a los gemelos y juntos realizaron las labores escolares pendientes, pusieron en práctica sus habilidades de matemáticas y estudiaron inglés al final.

Para la noche, el grupo de estudiantes estaba agotado. La mayoría estaba cabeceando o de plano se habían quedado dormidos. Danyi y Muxi eran los únicos que seguían repasando el nuevo vocabulario en inglés. Xiaoxi, cuando despertó, los vio tan cerquita que intuyó enseguida que eran novios.

Más tarde, se atrevió a preguntarle a su compañera cuál era la relación que tenía con su vecino. Era bien conocido que dentro del colegio no podían tener relaciones amorosas, pero quizás ellos habían decidido romper las reglas y salir a escondidas.
Algo que siempre quiso hacer con Jiang Chen.

–¿Yo salir con Liao Danyi? JAJAJAJAJA –por todo el tramo de camino, Ye Muxi rió de aquella idea –No sé de dónde sacas esa idea. Jamás me podría fijar en alguien como él. No. Nunca. No es mi tipo.

–¿Cómo es tu tipo entonces?

–Hum... Nunca lo he pensado. A decir verdad, por el momento no me interesa ninguna relación amorosa. Quiero disfrutar de mi juventud. Ser yo misma y sin tener que seguir a alguien.

–Tú... ¿Tú crees que es malo seguir a alguien? Es decir, ¿Estar enamorada de alguien a nuestra edad?

–¡Por supuesto! Mira... Estar enamorada de alguien a los diecisiete años sólo te distrae. Lo he visto en otros compañeros, se centran en llamar la atención de su prospecto, ignoran la escuela, rompen las reglas, son castigados... En fin... Un desastre.

Al escucharla, Xiaoxi sintió que su compañera la conocía desde siempre y le decía aquellas palabras como regaño.

–¿Te puedo confesar algo? –preguntó con timidez.

–Claro. Dime... Espera, ¿No estás enamorada de Liao Danyi, verdad?

–¿Qué? ¡No! ¡Claro que no! Aunque es verdad que sí lo estoy de alguien más.

De forma rápida, contó un poco de su historia con Jiang Chen, sin dejar de lado los rechazos y fracasos que había tenido en el pasado. Su compañera la escuchaba atenta, asintiendo con la cabeza, negando, o frunciendo el entrecejo.

Al final de la historia de Xiaoxi, Ye Muxi la miró de frente, la tomó por los hombros y le dijo con voz franca:

–Necesitas olvidarlo. Ese chico no vale la pena sino sabe valorarte a ti. Déjame ser tu consejera. Verás que no necesitas del amor para ser feliz.

Arrepentidos de lo que acababa de decir, Xiaoxi únicamente asintió con la cabeza y se despidió de su nueva amiga.

Por un momento creyó que sus palabras eran puro inventó, pero los días siguientes se daría cuenta que no era así.

Amor de Meteoritos [Pausada]Where stories live. Discover now