XI

730 101 23
                                    

Ni siquiera puedo explicar cómo pasó, pero logré esquivar todos y cada uno de los ataques de Naoki Tanaka gracias a las técnicas que Lee me enseñó para evadir golpes

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Ni siquiera puedo explicar cómo pasó, pero logré esquivar todos y cada uno de los ataques de Naoki Tanaka gracias a las técnicas que Lee me enseñó para evadir golpes.

Recuerdo haber tenido la sensación de que mi cuerpo se movía de forma automática, guiado por los sonidos que emitían los movimientos que ejecutaba mi oponente y motivada por el hecho de que solo tenía una oportunidad.

Oía de fondo la respiración agitada de Kai y la forma en que me daba ánimos para seguir peleando.

Pero yo no estaba peleando. Solo la estaba esquivando como una gran cobarde, y, en todo ese tiempo, no logré siquiera tocarla.

-Ustedes dos son unos ineptos -dijo de pronto, sin dejar de atacarme-. ¿De verdad creen que pueden vencerme? ¡Ja! Son patéticos.

Antes de que pudiera notar su repentina cercanía, la mujer apareció detrás de mí y me sujetó por los hombros con firmeza, dejando gran parte de mi cuerpo inmóvil.

-La hoja cree que puede enviar a unos pequeños amateurs como ustedes a pelear con alguien de mi altura.

Sentí la sangre desplazarse hasta mis talones cuando noté que su voz no sonaba detrás de mí, sino delante; quien me sostenía era un clon de sombra.

A esas alturas el humo había desaparecido casi por completo. Era capaz de ver con claridad a Naoki caminando lentamente hacia mí, y a Kai recostado sobre el césped a unos pocos centímetros a su derecha, presionando con sus manos la herida sangrante en su estómago.

-¡Aléjate de ella! -gritó él con la voz quebrada, casi al borde de las lágrimas

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

-¡Aléjate de ella! -gritó él con la voz quebrada, casi al borde de las lágrimas.

Sentí la realidad caer sobre mí como un balde de agua helada. En ese momento toda clase de responsabilidad se mudaba a mis hombros: mis dos compañeros estaban heridos y parecía que los refuerzos no llegarían pronto. Era mi obligación detenerla por mi cuenta, costara lo que costara.

Sabía perfectamente que zafarme de su agarre no era una opción. Mis únicos recursos disponibles eran mis piernas y mi voz.

-¿Sabes, Naoki? Pareces ser demasiado bonita para ser una villana.

𝑓𝑙𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑡𝑜 [𝗻𝗲𝗷𝗶 𝗵𝘆𝘂𝗴𝗮] ハスの花Onde histórias criam vida. Descubra agora