XII

774 111 21
                                    

"𝙉𝙤 𝙝𝙖𝙮 𝙣𝙖𝙙𝙖 𝙩𝙚𝙧𝙧𝙤𝙧𝙞𝙛𝙞𝙘𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙗𝙚𝙡𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤 𝙘𝙤𝙣𝙡𝙡𝙚𝙫𝙚 𝙥𝙚𝙡𝙞𝙜𝙧𝙤."*

Mis ojos se abrieron lentamente mientras trataba de acostumbrar mi vista a la excesiva iluminación del lugar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mis ojos se abrieron lentamente mientras trataba de acostumbrar mi vista a la excesiva iluminación del lugar. El sonido exagerado de mi propia respiración me tomó por sorpresa, haciendo que llevara mi mano hasta mi cara y espantándome ante el hecho de que había una máscara de oxígeno sobre ella.

Aún con mis ojos a medio funcionar comencé a inspeccionar el sitio en que me encontraba. Paredes blancas, un enorme ventanal a mi derecha y una delgada manta que cubría gran parte de mi cuerpo: era más que evidente que estaba en el hospital. A juzgar por lo poco que alcanzaba a ver desde mi perspectiva, comprendí de inmediato que estaba de vuelta en Konoha, y eso me tranquilizó muchísimo.

-Oh, ya despertaste.

Me quedé helada al escuchar su voz. Sí, claro que era él. Reconocería esa grave voz en cualquier circunstancia.

Giré mi cabeza rápidamente hacia el lado contrario de la ventana, sintiendo de inmediato una gran punzada de dolor en mi cuello. Fingí no sentir nada, me armé de valor y lo miré. Sentado con la espalda erguida en una silla de madera, me miraba con una expresión que no logré descifrar.

Y entonces la sensación tan familiar de que mi corazón explotaría por la rapidez en que bombeada la sangre a mi cuerpo volvió a aparecer. Me pregunté qué tan afortunado -o desafortunado- se tiene que ser para ver la cara de Neji Hyuga al despertar.

Había estado evitando hacerlo por muchísimo tiempo, pero cuando finalmente lo miré directamente a esos grandes ojos color perla, comprendí que no estaba del todo equivocada.

Sabía con anterioridad que los Hyuga tenían rasgos físicos muy peculiares: piel muy blanca, cabello largo y sedoso, y, principalmente, ojos claros. Pero algo en los suyos me hizo pensar que ningún otro miembro de su clan causaría tantos disturbios en mi interior.

Había tenido toda la razón al temerle a su mirada, pues me atrapó de inmediato como a un prisionero de guerra cuyo único rayo de esperanza era ver la cara de su propio verdugo. Pero no solo se trataba de sus ojos; todo en él era extremadamente bello. Y eso me asustaba mucho.

No supe cuánto tiempo me quedé con la vista fija en él, pero volví a la realidad cuando escuché de nuevo su voz.

-¿Te pasa algo?

-N-No -me apresuré a decir tras apartar la máscara de oxígeno de mi cara, volviendo a ocultar el agudo dolor en mi garganta que apareció cuando hablé y no mostrando el desagrado que me causaba escuchar mi propia voz tan ronca-. ¿Qué haces aquí?

𝑓𝑙𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑡𝑜 [𝗻𝗲𝗷𝗶 𝗵𝘆𝘂𝗴𝗮] ハスの花Where stories live. Discover now