Capítulo 28 ✔

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Pov. Ana

Como odio que me mientan, tomo a Luis del brazo, si aquí no va a hablar, le are hablar, corro a la biblioteca para que nadie se dé cuenta, él me sigue el paso, estoy harta de que me mire la cara de estúpida, cuando llegamos, lo empujo lo cual choca con la pared.

— ¿Ahora si me vas a decir que mierda pasó ahí?

Sus ojos se abren por la sorpresa ¿Qué pensaba que me iba a tragar ese cuento?, está muy equivocado.

—No pasa nada, ¿Qué quieres saber? -inicio inquieto, pero después tomó toda la seguridad que me sorprendió.

—Luis, cara de idiota, no tengo, deja de mentir JODER.

— ¿En qué te mentí? -se encoge de hombros, tomó toda la paciencia, me sobra y me tranquilizo.

—Hablar contigo es pérdida de tiempo.

Me quiero ir, no aguanto más esto, me volteo para ir a la puerta, nunca traje a alguien a este lugar, este es un pequeño lugar que construí, aquí venía cuando no quería ver a nadie o me pasaba algo. Era como mi refugio, pero veo que ya no hay sentido, ya que hay una persona que sabe de su existencia.

Presiono mi huella haciendo que se habrá para salir cuando siento una mano, agarrarme de la cintura y con la otra cierra la puerta a su lado, iba a protestar, pero me estampo con la pared, intenté que me suelte, pero nada, está al frente mío sujetándome las muñecas y piernas , no puedo hacer ningún movimiento.

—Suéltame ahora -exclamo molesta.

—¿En qué te mentí? -Ruedo los ojos.

—Luis -respiro, estos días no he tenido paciencia para nada- ¡Que me suelte joder!

—Dime ¿En qué te mentí? -su voz me causó escalofríos por un momento.

—En estos momentos -esto me pasa por hablar sin pensar.

— ¿En qué? -sigue con esa expresión, pensé jugar con él, pero por qué se lo tomo tan en serio.

—Ya me puedes soltar y lo hablamos, me lastimas -al decir eso me suelta de golpe.

—Ya ahora dime -exige.

—Luis, vamos eso, lo que paso solo no fue porque «No le gusto algo que has dicho» los conozco poco, pero los conozco.

—Se podría decir que sí -suelta un suspiro como si se librara de algo.

—Entonces está bien, me tengo que ir -hace una mueca.

Iba a irme, pero sabía que no me iba a dejar entonces y sé lo que se me ocurrió, como dije mi cerebro no está funcionando bien, es estos momentos. Fui a lo otra esquina a sentarme, estoy cansada de todo, planificar casi todo me da un inmenso dolor de cabeza, como odiaba hacer esto, pero no puedo rendirme, sé que está aquí.

¡Pero no sé dónde está! Y eso me molesta, es cómo controlar algo que no ves, pero lo sientes, y cuando lo sientes, quieres atacar, pero volteas y no hay nadie. Es frustrante, a la vez lo admiro porque planeo muy bien su propósito, solo me falta capturar a sus cómplices, pero no estoy ni cerca o eso creo.

— ¿Vas a seguir hablando o te quedarás mirando como idiota? -pregunto ya que su mirada me intriga.

— ¿Quién eres? -su respuesta me asusta a la vez siento escalofríos pasar por mi cuerpo.




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