Capítulo 47 ✔

1.6K 103 0
                                    

Pov. Luis

Ver todo el roce, me molesto, juro que si Ana no le hubiera dado los golpes que le dio yo le hubiera dado el triple y lo quise hacer, pero me saca de ahí.

Aquí estamos caminando a no sé donde, Ana camina rápido, pero no me quejo, le sigo el paso.

—Agg puedes creerlo y pensar que estaba bueno el tipo, pero le quita lo arrogante y machista, se tira como un rico, necesito un pote, la disolución es enorme, Yoshi.

Aprieto mi mano, entonces no era yo alguien quería sacar, a las finales le pareció atractivo el idiota, ese, seguimos caminando, no le sorprendió no recibir respuesta de su amiguito.

Paramos en la cochera al lado de su moto.

—Yoshi, pásame las llaves, necesito irme de aquí -no recibe ninguna respuesta mía.

—Yosh...-voltea, se sorprende que esté yo y no su amigo.

—¿Qué haces aquí?

—Así que bueno eh -mi voz expresa lo molesto que estoy.

—Para qué negar lo obvio, bye voy a buscar a Yoshi.

Una sensación de rabia pasa por todo mi cuerpo, saber que me prefiere a él antes que a mí, mi cuerpo reacciona solo, sin darme cuenta Ana está encerrada en la camioneta, subo a ella.

—Joder, no te acostumbres a llevarme a así a cualquier lugar que desees -la desesperación me gana

—¿Cómo sabías que estaba con Rosmeri?

—Intuición femenina..-la interrumpo.

—Y sabiendo que está con él me haces tu drama -me interrumpe.

—Espera ahí yo hacerte drama -explota en carcajada, solo hace crecer mi enojo, ¿qué le da tanta gracia?

A ver en primer lugar yo para hacerte un drama a ti -me apunto- debe haber algo y no, no lo hay, entonces lo que te hice no fue un drama sino una consulta, el que hace un mundo en un vaso eres tu —termina con una sonrisa.

—Entonces a ti no te importa si me revuelco con otra- como si le hubiera afecto mis palabras, se mueve inquieta, sus puños están levemente apretados y en sus ojos refleja molestia, pero se recupera y suelta la única palabra que me deja nulo.

—Nop -se encoge de hombros.

Miro, si habla en serio o está bromeando, pero no sus actitudes siguen iguales y a la vez me da una intuición que no está fijando sus actitudes que demuestran lo contrario, no creo que haya dicho pensándolo bien

¿Por qué me afectaría?, ni yo sé esa pregunta, pero no estoy dispuesto a escuchar la respuesta porque a mi mismo me atormenta.

He estado tanto tiempo en mi mente que no me di cuenta de que Ana está encima mio jugando con mis mejillas, odio que hagan esto, pero con ella me resulta divertido, su mirada es fija, sus manos siguen jugando, pero se mueve como una lombriz es mucha tortura seguir siendo auspiciador de la escena o pararla.

Cojo su cintura parándola.

—No te muevas así -me sorprende la única palabra que mencionó después de varias horas entre este tiempo.

No aparto la mirada de ella y no es ajena, ya que ella hace lo mismo que yo.

No creo poder aguantar más, sus manos siguen jugando con mis mejillas, sus ojos están conectados con los míos, no aguanto, se me adelanta y me besa.

No contesto el beso porque me ha tomado de sorpresa, siento que se iba a separar, la atraigo a mí colocando sus manos alrededor de mi cuello.

Joder cuanto he necesitado de sus besos es una adicción, es como si fuese una droga y no la he consumido después de años,

«Ella es mi jodida adicción»

En lo que me convertistes【En edición】Where stories live. Discover now