Capítulo 66 ✔

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Pov. Ana

Ya han pasado dos días desde que se fueron, estamos jueves. No sé como, pero algún día voy a matar a Yoshi por decirle a Michel, el chico sin pensarlo agarró su maleta y se fue con ellos. Nadie se ha fijado en su salida, estoy aquí en la Universidad con los chicos.

—¿Ustedes saben dónde está Joshua? -hice que sea discreto la salida, pero el sí se dio cuenta de su salida.

—Pensé que no te agradaban mis «amigos»

—Sí, pero no los veo dando vuelta a tu alrededor, pues se me había hecho costumbre.

—Si quieres busco a unos nuevos -su sonrisa desaparece, me agarra de la cintura apretándome a él.

—No creo que alguien se atreva a acercarse a ti -susurra en mi oído, siento como mi piel se encrespa

—¿A que sí? -le reto, la otra pareja solo se ríe de nuestras locuras.

Me desato de él, camino hasta la cafetería para sacar provecho de que estoy con un vestido, a mí atrás sé que está Luis mirándome con el ceño fruncido gruñendo.

Sonrió y disimulado, tiró la carcasa de mi celular en medio del salón, me acerco a recogerlo, ahora me estarán viendo casi todos los chicos, me agacho cuando siento una mano tocarse con la mía.

¡Bingo!

Alzo la mirada y joder ahí está Luis, miro a mi alrededor, pero no hay nadie, alzó una ceja que es lo que paso, pero solo recibo un mordisco en mis labios más un beso.

—Au ¿Qué paso con todos? -no me contesta, veo a Noelia.

—Le dijo quien se te acerque, le parte la cara más le arranca los huevos- dice como si fuera normal, lo miró. Se encoge de hombros, regalándome una sonrisa, le denuedo la sonrisa y me acerco un poco susurrando.

—Era verdad que no vas a tener sexo hasta el mes que viene - salgo con una vibra de diva al aula, ya está por terminar, solo falta una semana de clases y se acaba.

Entro, pero esta clase no comparto con Luis, una risa se apodera de mí, la clase sigue su rumbo, no hay interacción por los alumnos al terminar salgo, voy a mi moto para ir a casa.

Recibo un mensaje de Luis diciendo que no me voy a escapar, sonrió y conduzco a casa.

Estoy para llegar cuando veo a alguien dejando algo en la puerta de la casa, está encapuchado y no dudaría que tiene una pistola, lo sorprendo

—¿De quién debo el regalo? -se voltea apuntándome, veo a mi alrededor, pero no hay nadie, maldito.

—No te muevas -alzó las manos en forma de paz, saca su celular, llama a un número que no le Contesta.

—¡¡Mierda!!

—Baja el arma, no la sabes usar -su mano titubea, la otra mano va en apoyo, pero sigue igual.

—¡¡Cállate!! -ya me cansé, atacó haciendo caer la pistola al suelo, va en busca de ella cuando la piso.

—Te dije que la soltaras -no sé qué hacer, pero saca una pastilla para metérsela en la boca tragándosela, la miró confusa, pero comienza a agonizar- ¡¿Qué mierda?! -saco mi celular y comienzo a llamar a una patrulla.

—Buenos tardes, 105 en que le puedo ayudar.

—Estoy en la puerta de mi casa, veo a un tipo intentando abrir mi puerta cuando lo enfrento se tomó una pastilla para comenzar a convulsionar.

—Ya estamos mandando una patrulla, le recomiendo no tocar nada -cuelgo, saco unos guantes y le quitó su celular a pesar aguardo la caja que está en la puerta, los guantes los voto, revisó la cámara de seguridad.

Hay una donde lo dejan de un coche, se acerca a la puerta, no se ve el paquete, solo se ve que me acerco, no se ve cuando le arrebató el celular, sacó una copia para entregarle al policía.

Se escucha a las patrullas, bajó apresurada a la puerta, hay está una franja en el cuerpo del chico, me acerco a la policía para entregarle la copia, solo lo recibe.

—¿Qué es lo que pasó?

—Hay está todo- señaló la firma asiente para irse, ya no hay cuerpo ni nada.

Ya está muy cerca, pero quiere manchar mi nombre, el muy idiota.

En lo que me convertistes【En edición】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora