Capítulo 42 ✔

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Pov. Ana

Logró salir de sus brazos esperando una respuesta, me mira confundido como si no supiera de qué hablo, nos quedamos en silencio por un buen rato y ya me harte.

Acomodo la moto hasta mi equipaje y no suelta una palabra, me carcome la curiosidad si en verdad ha llegado a tener sexo en la cochera si, lo sé muy exagerado, pero me llegaron demasiadas imágenes de ellos dos.

Él acorralándola contra la pared, ella rozándose contra él, cada vez que pienso en eso me entra unas ganas de ir y quitarle todas esas siliconas que tiene.

—Bueno, como no piensas hablar, hasta mañana.

Extraño al amor de mi vida y de todas ellas mi hermosa cama como me debe haber extrañado camino a la puerta contenta que por fin podré dormir cuando siento que me atrae a él.

Juntando nuestro cuerpo es un abrazo, el repostado en mi cabeza y yo hundiendo mi cara en su pecho, admito que no solo extrañe mi cama, perdón, sino también extrañe los labios suyos.

Los que tanto anhelo besarlos desde que lo vi, tirarme a él, heredar sus cabellos en mis dedos, estar encima de él, mientras me besa, sintiendo sus manos, dejar marca en mi cintura como si le permitiera, tocarme, todo eso extraño.

Luché por no lanzarme a sus brazos cuando lo vi, bueno ya estaba ahí, pero justo ahí pasa por mi cabeza las imágenes de él y Rosmeri.

—Ya me puedes soltar - "di que no"

—¿Sigues molesta?

—¿Por qué estaría molesta?

—Ana -me mira rodando los ojos.

—¿Qué?

—Qué te contó Noelia.

— ¿Noelia? -me hago la desentendida- ella no me dijo nada si no los mensajes de todas las redes sociales de la universidad hasta gif hay de todo lo que hicieron -me encojo de brazos.

Veo que saca su celular y mira todos los mensajes con una mirada seria como si quisiera matar a cada uno de ellos.

—Eso es todo, pues yo me voy que me espera el amor de mi vida.

Aparta la vista del celular mirándome furioso como si hubiera dicho una palabra que debí decir, como si su mirada me quemara.

—Está aquí con él quien pasaste todos estos días - ¿pero ¿qué?

— ¿De qué hablas?

—Y así me vienes a decirme a mí lo de Rosmeri.

—De qué hablas yo hablo de mi cama y si eso piensas, pues bueno, no puedo cambiar tu forma de pensar, pero esperaba más de ti.

Ahora si me colmó acusarme que me fui con otra persona es broma.

Salgo de ahí sin esperar que hable, no puedo creer ¿Por qué pensó eso? Si nunca le he dado motivos para que venga con sus putos celos, veo que la casa está vacía si no fuera así, ya hubieran interrumpido mi conversación con Luis.

Subo las escaleras hasta que siento que me cargan a mi cuarto.

—Luis suéltame -pataleo- joder, que me sueltes.

Me calla arrojándome una nalgada, pero este que, entramos y me colocó de pie cerrando con pestillo

—¿Qué quieres?

—Ana, no quise decirte eso -se acerca a mí tomándome del rostro.

— ¿Ya y que más? Si me haces el favor tengo un sueño porque me duele todo el cuerpo.

Escucho una risa de su parte.

—Y así no quieres que piense mal.

—Cree lo que quieras.

Su mirada es un dilema en todo, no sabes si está molesto o se está riendo de ti o quizás esté planeando tu próxima muerte y tú ni cuenta.

Escucho su risa que me deja confundida.

—Todo lo que paso con Rosmeri tú lo causaste -si yo no sé nada.




Atención: ¿Aceptarían esa respuesta como si nada o que harías?

Los leo 😉👀

En lo que me convertistes【En edición】Where stories live. Discover now