Capítulo 31 ✔

2.1K 124 1
                                    

Pov. Ana

Después de todo pude solucionarlo con Luis, dios sí que no había visto lo que le paso, solo se notaba que eran como unas «pequeñas» marcas, pero no tan así eso parecía como pelea de gato.

Necesito un baño, me quito todo lo que tengo encima, para hundirme en mi amada tina, cuanto tiempo no disfrute una ducha de estos niveles, tengo tantas cosas que pensar, pero saben, ya llegue a mi límite, a partir de mañana no haré nada de lo que tenía pensado, seguro son solo mis paranoicas, una locura.

Siento mis ojos pesados, miro a mi alrededor y no, no estoy donde estaba, es decir en la bañera, miro a mí alrededor y confirmo que estoy en mi cama, pero como no me acuerdo haberme parado más tirarme a mi cama, mucho menos ponerme esta pijama.

Me levanto para abrir la puerta despacio, me desplazo por todos los cuartos que hay y nada, pero que paso aquí, trato ir a la cocina, pero escucho voces, me agacho a ver quién es por unos de los agujeros y si hay dos personas.

Por su compostura veo que es Luis más Agustín, los únicos que vienen a casa iba a bajar cuando escucho su conversación, me quedó plasmada, pero que ¡MIERDA!

—Hoy no y punto -grita enojado Luis.

—No juegues Evans, es momento están dormidas, joder.

—Aún no es tiempo -se va.

¿Tiempo para qué? Veo como suelta un gritillo de frustración, se va por donde se fue Luis, sin antes escribir una nota y pegarlo en la puerta de la alacena,

Voy en busca de Noelia, pero no el encuentro debe estar abajo, espero unos minutos para bajar. Cuando ya creo que es hábil bajo, miro las cámaras si hay alguien a la redonda y nada, corro a la sala y si hay esta Noelia tapada con una colcha durmiendo

Voy a la cocina donde estaba la nota y dice

"Perdón por irme tenía un asunto urgente, espero que hayas despertado bien cariño" esto es para Noelia.

Así que asunto urgente ya cayeron.

Voy a Noelia, la cargo para meterla en su cama, dirán que soy Hulk, pero ya lo hacía antes de paso, esta chica no pesa nada, logró meterla en su cama, voy a la mía mañana toca hacer un montón de cosas

Me levanto, voy a darme una ducha rápida, solo me pongo una remera que queda enorme más unos shorts para ir a preparar el desayuno, pero me encuentro con Noelia.

—Hola niña, recién te levantas.

—A no solo me extraña que haya despertado en mi habitación, solo recuerdo haber estado mirando película con Agustín y nada más, pero ¿Cómo sabe mi habitación? Si nunca fue a la mía.

—A de eso, yo fui quien te llevo, estabas durmiendo en el sofá -digo separando para hacer el desayuno.

—A ya me estaba metiendo cosas en la cabeza, ¿Qué vas a cocinar?

—Panqueques

—Oh, qué rico, yo voy haciendo el jugo va-asiento.

Terminamos todo muy rápido, ahora estamos camino a la universidad, me pongo a pensar que paso ese día, pero joder, trato de ser memoria, de lo que paso ese día, pero no logro recordar casi nada y lo peor no es eso.

Todos nos preguntamos qué fue lo que paso porque parece como si nos hubiéramos peleado o algo así, pero no puedo recordar casi nada.

Bajamos, pero esta vez no está Luis ni Agustín, camino a clases, puesto que hoy compartimos si clases.

—Hey ¿En qué mundo estás?

—En donde no existes.

—Auch eso dolió -dice agarrando su pecho como si lo hubiera golpeado.

—No seas dramática, ese es mi trabajo.

—Ya niña ¿Qué piensas hacer esta tarde?

—Nada que recuerde, porque la pregunta.

—Ah que -es interrumpida por la persona que no me esperaba.

— ¿Necesito tu ayuda? -lo miro confundida, no he sabido nada de él en estos meses o bueno no me interesó su vida.

— ¿Qué quieres Antoni?

Pov. Luis

Qué es lo que estoy haciendo, no, no te equivoques, sabemos lo que hacemos, pero no sabemos por qué nos comportamos así con ella, esto va a salir mal y lo que me aterra es no ser fuerte a lograr acabar esta mierda.

Si todo esto es toda una mierda, porque tuve que hacerlo no lo entiendo, bueno sí, pero no sé, me arrepiento de haber hecho esto a ella, espero que algún día si es posible me perdone.

Busco mi teléfono que está en mi mochila, para enviar mi sentencia de muerte.

«Sé que estás aquí, si deseas hacerlo no tengo problema con ello, te espero hoy, donde siempre, a las 8.»


No me hago responsable de lo que viene.

Dejen su voto más sus dudas

En lo que me convertistes【En edición】Onde as histórias ganham vida. Descobre agora