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Thadeas golpeteaba rítmicamente su dedo índice sobre la lujosa madera de ébano que la mesa tenia. Estaba aburrido y solo quería largarse de esa reunión. 

Cuando el ambiente comenzó a caldearse tuvo que hacer valer su papel de mediador del Consejo. Llevaba en ese puesto los últimos veinticinco años y no había nada que lo aburriese más. 

Esta era la quinta vez que dos grupos de criaturas sobrenaturales tenían conflictos; la gran manada del este de España y un pequeño clan de vampiros del sur de Francia. 

—¡Es una aberración permitir que nuestros jovenes mezclen sus razas! —gritaba uno de los lideres, un antiguo vampiro, que reinaba sobre un minúsculo grupo de seguidores. —Somos superiores en todos los niveles, nos alimentamos de sangre, vínculos y la energía. ¿En cambio esos chuchos que hacen a parte de reunir pulgas y perseguir sus colas?

Un gruñido amenazante vino del otro lado. 

—Uh,uh. No vayas por ahí —Thadeas revisó el papel sobre su escritorio, —Lord Fressor. Estamos aquí para hablar como seres civilizados. No para atacar con comentarios.... arcaicos a otras razas. Esa mierda quedó atrás hace muchas décadas.

—Las buenas costumbres no deberían morir. 

 La puerta de la oficina volvió a abrirse y todos los presentes se tensaron. Su hermano mayor, Thanos, apareció frente a ellos. Él miró la reunión sin mucha curiosidad y luego se enfrentó a su hermano Thadeas.

—Los demás miembros del Consejo ya están aquí. ¿Has podido llegar a un acuerdo? 

Thadeas suspiró. Se suponía que esta reunión de mediación se realizaba para evitar una audiencia mayor con los demás miembros del Consejo, lo que conllevaba a sanciones más duras por parte de sus miembros. Era la modalidad que habían elegido años atrás para evitar crear conflictos innecesarios entre representantes y representados. 

Thadeas estaba tan cansado de todo. Miró a su hermano, deseando ser un poco más como él. Mandar todo al diablo sin importarle nadie más que él mismo o su compañera. Pero Thadeas sabía que no podía hacer eso; 

¿Qué otra cosa le quedaba más allá de su trabajo?

Claro que él formaba parte de una familia, le encantaban sus dos nietitos pequeños. Ellos habían heredado las características de su madre, una cambiante de tipo de felino, y eran dos bolitas de pelos adorables. Sin embargo, al llegar a su departamento después de una visita al hogar de su hijo, se le desplomaban los ánimos por el suelo. Era patético que a su edad se sintiese con ganas de llorar, derrotado por la soledad. 

—Lo intenté —contestó a la pregunta de su hermano. —Lord Fressor no está de acuerdo con que su hija se una a uno de los miembros de la manada y no está dispuesto a ceder en sus intentos de cazar a la pareja. Dice que la mezcla entre especies es una aberración y que nosotros como Consejo no deberíamos permitirlo. 

El antes nombrado palideció. 

—¡Ni siquiera tiene sangre noble! —vociferó. —Es un simple y pobre artesano que ha osado reclamar como suya a una vampiresa de la elite. Es mi única hija de quien hablamos. Las futuras responsabilidades del clan recaerán sobre ella...

—¿Y? —preguntó Thanos. —¿Es que acaso tu preciada hija no puede hacerse cargo del clan tomando como súbdito a su compañero? Dijiste que él no tendría problemas en dejar la manada para formar parte del clan ya que no tiene una función especifica. 

Todos en la sala se sumieron en un silencio sepulcral. Para nadie era un secreto la afinidad del mayor de los Allegheny para con los licántropos. Su compañera era una y sus hijos eran mestizos en la mayoría. Además, una de sus hijas lideraba la primera manada mixta asentada en Grecia. Por ello, Lord Fressor debía ir con pie de algodón sobre ese campo minado. 

ThadeasWhere stories live. Discover now