Mini Schumi - Formula One

ii. safe and sound

Chapter two

Casa de Max Verstappen, Principado de Mónaco

Por algún motivo que todavía no entiendo ¡Siempre terminábamos en Mónaco! El día de hoy había empezado como cualquiera, anoche habíamos viajado hasta este maravilloso país porque los chicos querían tener una reunión de "machos". Me había ofendido porque si no fuera porque les pregunte, ellos se iban a ir sin mí. Los odiaba.

- ¿Puedes cambiar tu cara?

- No

- Lo intente, traigan a la caballería. – Max estaba más molesto que de costumbre.

- ¿No tienes una chica a la que molestar? – Me levanté de hamaca donde me encontraba haciendo fotosíntesis. – Oh cierto, ella solo te usa.

Max me señaló con su dedo índice. – No dijiste eso, perra.

- ¿Qué? ¿Qué ella solo te usa? O que ya ni siquiera tienes a una ella.

- Maggy, es suficiente. – Habló con voz calma el único monegasco.

- ¿Por qué? Él se ofe-

Un cuerpo invistió contra el mío, tal acción había hecho que caigamos a la pileta de su estúpida casa. Imaginaba en mi mente a Sebastián diciendo "No jueguen cerca del agua, se pueden caer y resbalar".

- Oh Hurensohn, fick Max, ich hasse dich. (Oh hijo de puta, que te jodan max, te odio)– Rápidamente nade fuera del agua.

- Ich hasse dich nicht. Sie wissen nicht, wann Sie den Mund halten sollen. Ich sagte, Sie sollten es nicht sagen (Yo no te odio. No sabes cuando callarte, dije que no deberías decirlo.)– Habló el holandés.

- ¿Pueden hablar en algo que entendamos todos? – Dani estaba sentado y nos apuntaba con su celular. – Se lo mandaré a Kimi.

Una vez fuera de la piscina, saque mi celular de mi bolsillo trasero y se lo tire en el pecho al rubio. – Muchas gracias inútil.

Lando entró al patio y nos miró a todos. - ¿Hola? - Él se había ido con Carlos a no sé dónde.

- Lando. - Con un puchero me acerque al castaño.