Parte 31

572 50 21
                                    

El odio es puro en nuestras miradas, y tan solo pienso en golpearla por la forma burlona en que me mira, ella mantiene su peso en una pierna, a pesar del tiempo en que no la he visto, todos mis sentimientos negativos siguen intactos, no soporto su postura firme, su cabeza erguida, es como si me quisiera decir que tiene todo el control de mi situación.

Ella da un paso adelante y ahora mira  a Kendall.

─Gusto en verte, hermanito ─y de repente la mirada burlona se transforma en un manojo de sentimientos agradable hacia su hermano.

Kendall por fin se mueve y se acerca a ella, antes de decirle algo, la abraza. La estruja en su pecho con mucho afecto, yo no lo soporto y desvió la mirada.

Pues verlos a ambos juntos me dan ganas de vomitar, tener a las personas principales de mi desgracia tener un momento reconfortante me hace sentir asqueada, enojada e impotente; asqueada por lo que son capaces de hacer, enojada porque ellos si pueden ser felices, impotente porque no he podido hacer nada en contra de ellos.

─Lo mismo digo, Jade  ─escuchó a Kendall susurrar.

Muerdo mis labios por puro enojo, y una lagrima brota de mi ojo izquierdo sin evitarlo, pero la secó antes de que puedan darse cuenta.

Suspiro para tener el valor de verlos nuevamente, ya no se están abrazando, pero puedo notar lo complacidos de verse otra vez.

─¿Por qué no me avisaste que vendrías? ─hay un poco de reproche en la pregunta de Kendall.

Jade hace una mueca.

─Le avise a nuestro tío, pensé que te lo había comunicado. En fin ─suspira─, no vi necesario quedarme en esa casa, ya no había motivos. Pues bien sabes lo que pasó.

Kendall camina directo a un sillón y se deja caer con algo de brusquedad.

─No me lo recuerdes, mis hombres han trabajado toda la noche para dar con él. Pero aun nada ─la cara de Kendall se contrae en molestia.

No evito soltar una pequeña risa. Cuando hago eso, obtengo como resultado la atención de esos dos.

─¿Te resulta gracioso, perrita asquerosa? ─Jade no dilató en destilar veneno.

Otra risa más me ataca y la miro.

─Jade te pido prudencia ─Kendall la mira severo.

Jade y yo volvemos a nuestra reto de miradas odiosas.

─Solo estoy imaginando cuando Ethan venga por mí, porque él vendrá, y me marchare con él ─respondí tapando mi boca para no reír.

Kendall se tensa, y Jade suelta un jadeo.

─Pues te quedaras con las ganas, porque no pasará, cuando lo encuentren él volverá conmigo.

No agregue nada más cuando mire a Kendall, pues toda su cara se había contraído de furia, sus ojos se habían enrojecidos.

Sus manos se habían hecho puños en sus piernas, y su respiración era algo irregular, y todo eso me había dado algo de miedo.

—Eso no pasará, porque me perteneces —mumuró con desdén—, mejor sube a la habitación y no salgas de ahí, ordenare que te suban el desayuno.

Suspire un poco, pero antes de girar y echarme andar mi vista se fue a Jade que también mis palabras habían afectado, ella como Kendall mostraba disgusto.

—Nunca más volveré amarte, Kendall —susurre y no espere que diga algo más.

Subía las escaleras y en mi andar me tope con Sam y Jace, echandolos a ambos a un lado con brusquedad para hacerme paso.

Sobreviviendo a tiWhere stories live. Discover now