Sobreviviendo a ti

Parte 24

Estoy temblando, mi cabeza da vueltas y mi respiración es un desastre total. Mi cuerpo ha perdido calor después de lo que he escuchado. No sé si me volví loca o escuche mal. Debo haber escuchado mal.

¿Ella acaba de decir que Ethan esta vivo?

¿Es eso posible?

Es imposible. Yo escuche los disparos. Yo lo vi tendido en el suelo con la cabeza chorreante de sangre, estuve ahí cuando lo mataron, y ahora dicen que sigue vivo.

No puede ser, esto es una locura, ahora mis lágrimas caen con más fuerza, creo que voy a desvanecerme. El hombre que no he dejado de amar esta con vida, después de todo sigue vivo, pero... ¿Cómo?, pensé que me lo habían arrebatado, que jamás lo volvería a ver.

Me despego de la puerta, acallo mis sollozos con las dos manos, y luego choco de la pared, me acomodo para no cansar mis piernas. A pesar de que él sigue vivo y de que la emoción es mucha, no puedo evitar la sensación de malestar que ha nacido en mi pecho.

Con sólo pensar las veces que me he acostado con Kendall, todo lo que él me ha hecho y viceversa, todo eso me atraviesa la consciencia. Las innumerables veces que él me ha hecho suya, todo lo que me tocado. No importa la circunstancia por lo que lo he hecho, lo he traicionado.

—¿Acaso estas loca? —Ian susurra molesto—, decir eso así por así, ¿qué crees que pasaría si alguien o ella te escucha?, debes tener cabeza.

—Es cierto, Barbara —Sibyl lo apoya.

Escucho a Barbara mofar.

—Perdón, no pude evitarlo, pero es que creo que Ian ya le ha soltado ese chisme —Barbara se excusa.

Niego con la cabezo mientras aprieto mis párpados. Esto debe ser una terrible mentira, todo este tiempo Kendall y todos me han visto la cara de idiota, han jugado con mis sentimientos sin importarles mi sufrimiento. Kendall me vio sufrir por él y eso nunca conmovió su corazón, vio mis lagrimas y estas nunca lo condolieron, pensó más en su orgullo y en su poder.

—Jamás le he contado nada, si le hubiera dicho ella jamás hubiera aceptado aparentar que lo quiere —las frías palabras de Ian me destruyen más.

¿por qué Ian?, ¿Por qué me haz lastimado de esta forma?

Tú que te volviste mi soporte, sin ti tal vez seguiría siendo una magdalena llorando en un rincón, y solo te acercaste a mí para cumplir tus caprichos, eres un cobarde.

—Ian no podemos esperar más —Sibyl habla irritada.

Quiero vomitar, está situación me asquea, no puedo con la rabia y la furia que ha crecido en mí. Nunca me había sentido tal molesta, todos estos mal nacidos se han aprovechado de mí, sin importarles mis sentimientos, solo han buscado sus beneficios a costo de mí.

Ian solo aparento estar de mi lado para cumplir sus metas nada más.

Con todo mi cuerpo tembloroso aun y con mis lagrimas bañando toda mi cara y pantalones decidí levantarme, la furia me dio fuerza y valor, no me importa que ellos se dieran cuenta que los había escuchado, iba a enfrentarlos, no me voy a quedar aquí escondida y esperar que ellos se vayan.

Me tope con algunas ropas con mi cabeza y las hice a un lado, esto hizo algo de ruido.

—¿Escucharon eso? —Barbara preguntó.

Sequé mis lagrimas porque aunque mis ojos me vayan a delatar con los rojos que deberían encontrarse, no iba a permitir que vieran mis lágrimas, no más mostraré mi ser desecho. Estoy cansada de que me vean la cara de estúpida.