Parte 16

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Estábamos en el comedor almorzando, como siempre personal del servicio a nuestro alrededor por si queríamos algo, y la bruja hija de perra de Barbara sentada con Kendall y conmigo, es tanto el descaro de Kendall que no disimula que tiene preferencias con ella.

Ian estaba a un extremo, vigilando se notaba que preferiría un balazo en la cabeza que estar de perro guardián de Kendall.

Kendall comía masajeando sus sienes, pues después de despertar, la resaca que le esperaba no era muy bonita, ya se había tomado una pastilla antimigrañosa, pero al parecer no le ha surgido efecto, yo ya casi terminaba de comer, pues me molesta la idea de comer en la misma mesa que Barbara.

Tome un sorbo del vaso con agua que tenía cerca y mire a Kendall molesta, pues desde que despertó ni una sola explicación me ha dado de donde estaba, y la razón de por qué me dejó sola con sus invitados que se notaba no era de fiar.

─¿A dónde te fuiste anoche cuando saliste de tu fiesta? ─pregunte volviendo a tomar agua.

Kendall con pesar llevo una cuchara a la boca y masticaba a rastras.

─Salí con el nuevo colega de mi tío, tu lo viste anoche ─ni me miro cuando respondió cosa que me molesto más.

─Por lo menos mírame cuando te hablo ─exigí.

Kendall resoplo cansado y me miro suplicante.

─Por favor no estoy de humor, me duele la cabeza.

Mire a Ian, quien me miraba por el rabillo del ojo, reí sin ganas, este hombre si que tiene bolas.

─Anoche te vas a divertirte a otra parte, dejándome sola con tus invitados que se notaba que no era de fiarse ni un pelo, y tu me sales con  esa mierda ─ya estaba comenzando a sentirme irritada.

Kendall no respondió nada y siguió comiendo. Pude sentir la ira brotar desde lo más profundo.

─¡Y ahora no me haces caso¡, ¡Sales a divertirte con putas, aun teniendo a una puta en tu casa ─mire a Barbara─, y teniendo tu prisionera, no te importa dejarme sola ─me levante de la mesa, Kendall se impresionó─, ¡Y dices amarme, me usaste anoche como usas a Barbara y sales sin importarte!

Mantuve mi vista fija en Kendall para evitar la cara de Barbara indignada.

─Estas muy equivocada, no eres igual que Barbara, eres mi mujer y si me importas, así que dejemos todo aquí ─volvió la mirada a la mesa.

─¡Para esto me trajiste aquí! ─grite─, ¡Para vivir así, me alejaste de mis seres queridos para mendigar algo que puede ser de varias mujeres ─negué varias veces─, maldita seas, yo no te pedí que me trajeras aquí, pero aquí estoy, teniendo que aceptar esta vida

Kendall dio un fuerte golpe a la mesa, no me inmute, pero Barbara e Ian y algunas del personal del servicio si se asustaron un poco.

─No tengo que pedirle permiso a lo que es mío, además ¿cuantas veces no te dije que había decidido por ti?, ¿cuantas veces te dije que te iba a llevar conmigo?, pero fuiste terca y decidiste seguir provocandome siguiendo al lado de Javier.

─¡Me tratas como un objeto!, Kendall si me amas ¿por qué me tienes como una presa?

─Porque aunque me ames, sigues confundida y me tienes miedo porque mate a Javier, si te doy la oportunidad de que salgas sin observación intentaras escapar ─me respondió.

Resople fuerte.

─Te estoy demostrando que te amo, que a pesar de lo que hemos pasado aun te quiero ─insistí.

Sobreviviendo a tiWhere stories live. Discover now