Obviamente sí

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Advertencia: Una subida inmensa de azúcar JAJAJA si no quieren leer estrellitas, corazoncitos y unicornios de una manera tan tan tAAAAAN grande, no lo lean xD

—¡Silencio! —demandó Mito, mirando a sus dos alumnos cuchichear y reír en voz baja. La pelirroja había estado aguantando cada risita en ambos, sin embargo, todo llega a un límite en cualquier momento—. Mikaela, me extraña de ti que te encuentres tan parlanchín.

El mencionado dibujó una extraña mueca de intento de arrepentimiento, al final sus gestos divertidos señalaban que deseaba reírse, y no solo eso, sino que tampoco se arrepentía de lo hecho.

—Lo lamento, profesora —argumentó el rubio bajando sus ojos azules. La mencionada solo suspiró y en esa ocasión se dirigió a su compañero al lado del rubio.

—Y tú, Yūichirō. ¿Tan gracioso es el chiste? ¿Por qué no lo compartes con el salón?

El azabache sí llegó a sentir temor de poder decir algo incorrecto y terminar en la sala de castigos, así que decidió quedarse callado mientras negaba con la cabeza.

—Bien... Continuaré entonces con mi clase. Espero que más escándalos no se presenten o me veré en la necesidad de darles un castigo a toda el aula.

En cuestión de segundos el silencio se intensificó, sin embargo, Mika y Yuu se miraron cómplices de haber sido descubiertos, incluso a pesar del gran empeño que el blondo empleaba en la escuela.

Tomaron sus manos como si fuesen a hacer un trato, y volvieron sus ojos al pizarrón donde Mito hablaba de temas de poco interés para los dos jóvenes por el momento. Ambos bajaron sus manos y dejaron entrelazados sus anulares.

~

Habitualmente, las muestras de afecto siempre habían sido muy cercanas. Incluso, probablemente con el paso del tiempo estas habían crecido. Mika abrazaba y besaba a Yuu. Yuu abrazaba y besaba a Mika. Claro que, el miedo siempre se hizo presente cuando desearon besar los labios contrarios.

En muchas ocasiones incluso ambos lo intentaron, y sin embargo jamás se dio aquel tierno roce que deseaban con todo el corazón.

~

—¿Esta peli?

—No. Otra.

—¿Esta? —volvió a preguntar en cuanto vio otra interesante para sí mismo. Llevaban cinco minutos intentando escoger qué filme ver. Yuu cambiaba y Mika simplemente negaba. Aún así, se sentía realmente relajado. Después de todo, su contrario lo mantenía abrazado y acariciaba sus labios con ternura cada determinado tiempo.

Por otra parte, él se recargaba en su hombro, sintiendo el confort llenar su alma. Le fascinaba recostarse en Mikaela o que este hiciera lo mismo.

—¿Esta?

—Mh... No.

Yuu soltó una pequeña risita, moviendo su rostro para observar a Mika que aparentemente prestaba atención puramente al televisor.

—Ya te he preguntado más de veinte películas y ninguna deseas ver —farfulló. Mientras, Mika llevó sus manos a las de Yuu para entrelazar sus dedos.

—¿Y?

—¿Es que acaso no quieres ver una? Por lo menos puedes mencionar una en concreto —Yuu apretó suavemente las manos del mayor con ternura, y con su pulgar acarició el dorso de esta, regalando al de ojos azules sensaciones llenas de amor puro.

—Si te soy sincero, prefiero ver tus ojos todo el día —sincerizó, guiñando a Yuu que apartó la mirada con una sonrisa avergonzada.

—Eres un tonto —murmuró, Mika por su parte dejó escapar una tenue carcajada para posteriormemte depositar un beso en su hombro. Luego en su cuello y por último en su mejilla.

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